C.2. Limpieza del Shushumna.
C.3. Quelación de los Chakras dorsales, y
C.4. Limpieza de zonas específicas del aura
del paciente.
Estas tres técnicas van a ser tratadas en los
próximos apartados, pero seguidamente vamos a especificar algunos consejos
añadidos importantes sobre la quelación, antes de entrar en el desarrollo de
tales técnicas complementarias.
Recuerde que usted está canalizando, no
irradiando, con lo que la técnica de quelación consiste en elevar sus propias
vibraciones hasta la frecuencia necesaria, para así entrar en contacto con el
C.E.U. y permitir que éste fluya a través de usted mismo. Si no cura de esta
forma, se va a cansar con suma facilidad y quedará probablemente muy descargado
después de una sola sesión. No piense que su C.E.H. personal contiene la suficiente
energía como para poder sanar a la otra persona sino que, por el contrario, la
técnica consiste en realizar un circuito completo con el C.E.U., pues el ser
humano no es de por sí capaz de crear una energía tan importante como para
equilibrar y curar el C.E.H. de un paciente. Para lograr este estado de
conexión con el C.E.U., es conveniente que practique regularmente los
ejercicios ya citados para el equilibrio de sus Chakras, lo cual le hará
mantenerse en un estado de forma suficiente y holgado como para poder sanar.
Recuerde que es igualmente importante que,
previamente a la sesión de sanación, haya tomado unos minutos para colocarse en
la frecuencia oportuna. Al hacerlo así, es incluso probable que con la práctica
consiga aumentar todavía más su frecuencia o nivel de conciencia a lo largo de
la propia sesión curativa, con lo cual los resultados serán óptimos, tanto para
el paciente como para usted.
En cuanto a la respiración, ésta debe de ser
profunda, relajada y realizada, tanto en la inhalación como en la exhalación,
por la nariz, haciendo que el aire frote contra el paladar blando, que es lo
que se da en llamar la respiración traqueal. Así, mediante una combinación
entre respiración y concentración podrá ejercer un control sobre su propio
C.E.H.
Es muy importante que usted mantenga sus
cuatro primeros Chakras muy fortalecidos, y ya que ese proceso de ascenso de
energía comienza en los pies, durante la curación ha de tener éstos bien firmes
y en contacto con el suelo, porque es partiendo de ahí como se captan las
energías telúricas y curativas de la tierra. Sienta sus pies como raíces que
penetran en la tierra y toman la fuerza y vitalidad necesarias, y asegúrese de
que su cuerpo está en una postura cómoda, y especialmente con la columna
vertebral erguida, para así garantizar el flujo vertical de fuerza por
Shushumna.
Como técnicas complementarias y previas al
proceso de quelación, ya hemos citado la posibilidad de aplicar un masaje de
reflexología podal, activando los puntos sensibles en la planta del pie de su
paciente. Igualmente, si tiene conocimientos suficientes sobre masaje, puede
iniciar la sesión curativa con un masaje completo para, a continuación, si lo
desea, realizar la reflexología podal, y como tercer paso continuar con la
quelación total. No es necesario dar muchos argumentos para entender que un
masaje y/o una práctica de reflexología podal previos a la quelación, son
excelentes elementos inductores de la relajación y de la receptividad en el
paciente antes de comenzar con el tratamiento de su C.E.H. por medio de los
pases magnéticos o quelación.
C.2. LIMPIEZA DEL SHUSHUMNA.
Como habíamos dicho, esta técnica no siempre
es necesaria, pues en ocasiones se puede realizar la quelación de los niveles
segundo al séptimo sin necesidad de ninguna técnica complementaria. En cambio,
la limpieza del Shushumna es especialmente interesante en el caso de que la
persona tenga alguna desviación vertebral, o bien, si no ha respondido
suficientemente a la quelación de los Chakras segundo, tercero y cuarto.
Para realizar esta técnica, el paciente ha de
tenderse boca abajo pero no colocando la cabeza ladeada sino en línea recta,
para lo cual, si posee usted una camilla de masaje, quizás pueda bajar un poco
la parte de la camilla correspondiente a la cabeza, o bien, proporcionar al
paciente una placa facial especial. Si no tiene a su alcance ninguna de estas
dos posibilidades, con una pequeña almohadilla le ayudará a mantener la postura
adecuada.
Para comenzar, se aplica un masaje en el área
del sacro, concretamente en los forámenes, que son unos pequeños orificios del
hueso sacro por el cual pasan nervios. Estos orificios son visibles a simple
vista y están colocados por encima de los músculos glúteos o nalgas, y se ven
fácilmente como unos hoyuelos. Realice este masaje con los dedos pulgares
describiendo pequeños círculos con ellos en los forámenes. Mientras realiza
este masaje, usted visualiza que está enviando energía de color anaranjado
intenso o anaranjado rojizo a través de sus pulgares. Continúe de este modo
ascendiendo por la columna vertebral y dando un pequeño masaje circular con
ambos dedos a ambos lados de cada una de las vértebras, trazando círculos en el
sentido de las agujas del reloj con el pulgar derecho y en el sentido contrario
con el izquierdo. Para realizar esta operación usted está situado por el lado
del costado derecho de su paciente.
Cuando haya finalizado con las vértebras
cervicales o de la nuca, entonces volverá a la zona del sacro o segundo Chakra.
Coloque sus manos sobre el segundo Chakra sin
tocar el cuerpo y, tomando respiraciones profundas visualice una luz azul que,
penetrando el segundo centro energético, se va a propagar en sentido ascendente
a lo largo de toda la columna vertebral llegando hasta la corona de la cabeza y
expandiéndose hacia afuera. Mientras continúa inhalando y exhalando de manera
energética vaya ascendiendo sus manos unidas a lo largo de la columna, manteniendo
en todo momento el flujo de luz azulada, lo cual hará muy despacio hasta llegar
a la altura de la coronilla de la cabeza. Entonces volverá de nuevo a colocar
las manos sobre el segundo Chakra y repetirá la operación de flujo de luz azul
dos veces más, hasta un total de tres secuencias.
El sentido que tiene esto es limpiar
energéticamente el Shushumna y expulsar toda la energía atascada o aglomerada
por la parte superior de la cabeza, a través del Chakra coronario.
C.3. QUELACION DE LOS CHAKRAS DORSALES.
Con el paciente situado boca abajo, se trata
de seguir el mismo proceso que se desarrolló con los Chakras frontales, con lo
cual no es necesario volver a detallar aquí la secuencia correspondiente.
Es posible realizar la quelación dorsal no
solamente de los cuatro primeros Chakras, sino también continuar sin
interrupción con los centros de fuerza quinto, sexto y séptimo.
Si está corto de tiempo, no es imprescindible
comenzar por las plantas de los pies y, así, puede comenzar por el primer
Chakra, colocando la mano derecha sobre la cadera izquierda, y la mano
izquierda sobre el segundo Chakra.
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