Gerald Gardner
murió en 1964. El hombre que prosiguió la obra de Gardner, particularmente en
los Estados Unidos, fue Raymond Buckland. liste, que era escritor, así como
editor de obras antiguas, como la Aradia de Leland, dio comienzo a su propia
versión de un museo de la brujería en Long Island.
En 1969, un año
después del Diario de Una Bruja de Sybil Leek, June Johns escribió El Rey de
los Brujos: El Mundo de Alex Sanders. Uno de los convertidos por aquella
descripción del concepto de Sanders del término wicca fue Stewart Farrar, un
periodista que publicó en 1971 Lo que Hacen los Brujos: El grupo Ritual Moderno
al Desnudo, un libro en el que narraba su propia y rápida iniciación al Saber y
una descripción completa de uno de los rituales "alexandrianos".
¿Qué es lo que
queda por contar? Francis King, que comparte mi sospecha de que las modernas
agrupaciones de brujos no cobraron vida hasta después de la publicación del
primer libro de Margaret Murray, acepta que existían dos grupos ingleses cuando
Gardner llegó a New Forest. Es posible que se llegara a determinar cómo eran
por el contenido del Libro de las Sombras, uno de los diversos manuscri-tos en
los que la alta sacerdotisa de un grupo ritual debe dejar constancia de los
ritos celebrados por su grupo.
Yo he visto dos
versiones impresas del Libro de las Sombras. Una es un conjunto bastante vulgar
de encantamientos equivalente al manuscrito de un ocultista. La otra es el
ejemplar redactado por la "Reina de las Brujas de América", Lady
Sheba, y presentada por Llewellyn Publications. El manual de Lady Sheba está
dividido en tres partes : leyes, rituales y aquelarres. En el texto de las
leyes se incluyen indicaciones sobre la conducta de una bruja si es torturada.
De ser auténticas, demostrarían que las leyes de Wicca se remontan por lo menos
a principios del siglo xvili.
Los ritos siguen
el patrón tipo de la inmensa mayoría de los grupos rituales. Los brujos
realizan sus ritos desnudos, dentro de un círculo de nueve pies de diámetro, trazado
por la alta sacerdotisa con un cuchillo consagrado (athame). Dentro del círculo
hay un altar con todo lo necesario (velas, agua, sal, un incensario, una
campanilla un látigo de cuerda) para los ritos. Hay ocho Grandes Aquelarres
(Sabbats), o festivales importantes (por ejemplo, la víspera de Todos los
Santos) y veintiséis Esbats, coincidiendo con las lunas nueva y llena, y cada
uno debe ser celebrado con el simbolismo apropiado. En los festivales en los
que deben ser iniciados brujos a cualquiera de los tres grados del Saber, hay
ritos adicionales que exigen, entre otras cosas, "el beso quintuple"
(sobre los pies, las rodillas, la ingle, el pecho y los labios), una suave
flagelación y las convenientes admoniciones.
Aparte de la
desnudez y la flagelación, que no tienen un tono necesariamente erótico en los
grupos rituales más serios, pocas cosas hay en el texto de Lady Sheba que
puedan molestar a una persona normal.
Desde luego, no hay nada sobre el daño a otra persona, típico de la versión estereotipada del brujo. Tomados en su valor nominal, los rituales de las agrupaciones modernas que describe son evocaciones poéticas y amables del ritmo de la naturaleza. El Diablo se hace notar por su ausencia.
Puesto que cualquier versión del Libro de las Sombras es necesariamente producto de una tradición viva resulta imposible, como ya he apuntado, decir hasta qué punto es relativamente reciente el trabajo de Lady Sheba y cuánto de él es anterior a Gerald Gardner. Tanya me dice que el "Libro Negro" de su abuela era conocido como el "Libro de Llamadas" y contenía varias invocaciones demoníacas, escrito en lo que le pareció ser un latín al revés. Esto sugiere que los originales de lo que ahora se conoce como Libro de las Sombras no eran otra cosa que los libros mágicos o manuales de magia negra que se usaban desde la Edad Media, a los que se habían ido añadiendo retazos de una tradición oral relacionada con los procedimientos de los grupos rituales.
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