viernes, 18 de abril de 2025

LAS CORRESPONDENCIAS MÁGICAS Parte 12

 


A la hora de empezar el hechizo he seguido todos los pasos. He practicado “El Ejercicio de Enraizamiento” y la “Escala Numérica” para concentrarme. Una vez tranquila he comenzado el ritual. He encendido las velas negra y blanca y el incienso. A continuación he recitado “La Oración del Arte Mágico” pero pidiendo ayuda a la Diosa Luna. De entre todas las diosas he escogido a Artemisa, pues conozco su mito y me siento identificada con ella.

He puesto mis manos sobre el hechizo y he recitado una oración pidiendo protección. Me he visualizado cubierta por una luz blanca y plateada procedente de la Luna. Me he sentido protegida y feliz, como si la Diosa extendiera su manto de luz sobre mi cabeza. Después de hacer esto he tocado el velón morado pensando en mi deseo. Como no quiero entrar en batalla, sólo me he centrado en sentimientos de paz, independencia, seguridad y felicidad. A continuación he rezado a mis espíritus protectores y he notado que las velas chisporroteaban. Creo que ha sido una señal de advertencia, de modo que procuraré ser prudente.

Para concentrar la energía he empezado a entonar un cántico de las diosas que he encontrado en Internet. Este cántico se conoce como la canción de Core. Consiste en repetir el nombre de siete diosas de forma repetitiva. Cuando lo encontré me gustó mucho, de modo que he empezado a repetirlo pensando en mi protección: “Isis, Astarté, Diana, Hécate, Deméter, Kali, Innana”. Al entonarlo parecía que estaba invocando a las diosas antiguas, pero me he sentido poderosa y feliz. Para no despistarme he vuelto a concentrarme en el manto de luz que me protege.

A la hora de proyectar la energía he levantado mis manos hacia el cielo, y he extendido “el manto de luz” sobre todo mi cuerpo (como cuando extiendes una sábana sobre ti). He trazado una cruz de brazos iguales sobre mi corazón para sellar la luz y he afirmado: “Protégeme oh Gran Madre, que yo me refugio en Ti”.

Después de hacer esto he puesto mis manos sobre el ritual y he repetido la palabra “protección” durante unos minutos. Al terminar he dado tres palmadas en el aire para liberar la energía y he sentido que mis espíritus me escuchaban. He finalizado el ritual dando las gracias y me he sentido protegida.

El ritual lo he practicado tres noches seguidas. Al cuarto día he recogido el colmillo de jabalí y me lo he puesto como colgante. Es pequeño, de modo que no llamará la atención. La sal del círculo la he puesto en una cajita de madera, encima he añadido las flores y he puesto mi foto y el papel con mis datos. Se me ha ocurrido añadir unas gotas de esencia de Mirra a la sal, y ahora la caja huele a Mirra. La cajita la tengo guardada en mi habitación, en el cajón de la cómoda.

El hecho de practicar el ritual, involucrarme en mi petición, llevar mi colgante y trabajar con la Luna me ha cambiado. Ahora no me siento cobarde ni víctima de las circunstancias. Sé que voy a estar bien porque tengo el poder vibrante de la Diosa Luna en mi interior.

Ha pasado un mes desde que hice mi hechizo. Esta semana no he podido ir a trabajar porque tengo la gripe. Lo más curioso es que esta mañana me ha llamado mi jefa para decirme que ha ocurrido una desgracia en el trabajo. A causa de las nieves que han caído el techo de la oficina se ha derrumbado y ha destrozado las estanterías y los ordenadores. Nadie ha salido herido, pero lo terrible es que ése lugar era donde yo me sentaba. Mi jefa me ha dicho: ¡creo que te has salvado de una buena!

Creo que mi hechizo ha funcionado porque estoy sana y feliz. Quizás la gripe fue el mecanismo que me envió la Diosa para protegerme y no morir aplastada. Me siento afortunada, pero también un poco rara al ver lo que podría haber ocurrido. Cada día que pasa me acuerdo del hechizo y sigo llevando mi colmillo de jabalí como amuleto.

¡Gracias Diosa Luna por tu ayuda!”

-Carta de un caso real 2017-

En este caso vemos lo que hizo una bruja actual para pedir protección. A través de las correspondencias ella practicó un hechizo para mantenerse protegida. En este caso la mujer personalizó el hechizo añadiendo visualizaciones sobre su propia persona. En lugar de centrarse en los demás, visualizó su cuerpo protegido. También incluyó un amuleto de jabalí para llevarlo encima y personalizó el ritual invocando a la diosa que más le atraía. Ella supo personalizar su ritual, hacerlo suyo y obtuvo una buena protección.

Combinar correspondencias y usarlas en tus hechizos es un arte que te permite diseñar rituales según la necesidad. La clave no está en añadir muchas cosas sino en usarlas con plena consciencia. Fíjate que en este caso la bruja no incluyó cartas, direcciones, metales, ni elementos. Tan sólo usó las velas del altar, flores, sal, un velón morado, esencia de Mirra, oraciones y visualizaciones. La magia no ha de ser complicada para funcionar. Puede ser muy sencilla y efectiva si se practica desde el corazón.

Por último te diré que las correspondencias no hacen la magia. La magia la haces tú. Si estás llenando tu altar de cosas porque piensas que las correspondencias harán el trabajo, ¡detente! Las correspondencias son ayudas para concentrar tu energía, pero el trabajo energético has de hacerlo tú.

A lo largo de los años he practicado cientos de hechizos para todos los casos. Algunos incluían muchas correspondencias y otros ninguna. Observando mi historia entendí que las correspondencias me ayudaban especialmente cuando me sentía alejado de mi deseo o cuando me sentía disperso. En cambio cuando tenía claro lo que quería, no necesitaba incluir tantas. Si quieres practicar hechizos observa las correspondencias que usas. Observa lo te funciona mejor en cada momento y actúa de acuerdo a tu “Yo Sabio”. Cuanto más hagas esto, mejor será tu magia.

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