Conjunto de creencias y prácticas propias de los chamanes.
Hombre que en algunas culturas hace predicciones, invoca a
los espíritus y ejerce prácticas curativas utilizando poderes ocultos y
productos naturales; también suele aconsejar y orientar a las personas que
acuden a consultarle.
Sabios de la naturaleza, conocedores de la energía milenaria
de nuestra pacha-mama, sabios que utilizan el conocimiento para sanar
espíritus.
Existen mucha formas de conocer el animal de poder que nos
acompaña en nuestro camino, una de esas formas es ir con un vidente
especializado en chamanismo, otra forma es haciendo meditación diaria hasta que
el animal se presente en tus sueños o en tus visiones mientras meditas, algunos
chamanes usan la meditación con plantas de poder como los niños santos, peyote,
ayahuasca, etc. para conectar con el animal de poder en ese estado alterado de
consciencia.
Existe un tarot que es el de los animales de poder o el de
los animales que nos puede indicar que animal de poder llevas contigo.
"Los chamanes indígenas de todo el mundo coincidían en
un mismo sabio mensaje: "Ve a buscar tu propio camino", el tuyo, no
el mío, ni el de nadie, el tuyo, no el de por ejemplo otra cultura que nada
tiene que ver con tu realidad, ni con los rituales exóticos que necesitas
cambiar hasta la decoración de tu hogar o tu vestimenta o forma de hablar, no
con rígidos viajes espirituales de billete sin destino que te pierden o
desconciertan, no con la Medicina que no crece dónde pisas... no, "el
propio camino" que todos los chamanes del mundo refieren empieza por
negarte a no ser lo que no eres, sino que siendo lo que eres con tus propios
pasos creas, diriges, disfrutas tu camino. tu magia, tu poder, llegando
libremente dónde desees. Y así, y sólo así, tú eres Todo, tu eres Chamana, tu
eres Sabia, tu eres Magia.
Origen de la palabra chamán
El término chamán
tiene un halo de misterioso y puede evocar realidades diversas e incluso
contradictorias. Ello no es extraño porque nos refiere a algo de origen ancestral y la propia creación de la cultura
nos ha distanciado de sus métodos, muchas veces arcaicos y extremos.
La palabra usada
internacionalmente "chamán" es
de origen manchú-tungu y llegó al vocabulario etnológico a través del ruso. La
palabra tungu original de saman (xaman) se deriva del verbo scha-,
"saber", por lo que chamán significa por tanto alguien que sabe,
sabedor, que es un sabio. Algunas investigaciones etimológicas explican que la
palabra proviene del sánscrito por mediación chino-budista al manchú-tungu. (En
Pali es schamana, en sánscrito sramana es algo así como "monje budista,
asceta". El termino chino intermedio es scha-men). Los pueblos siberianos
y de Asia Central tuvieron también denominaciones locales para el chamán. En el
turco altaico era kam, en el yacuto ojon (y chamana se decía udujan), en los
buriatos böo, en Asia Central bakshi, para los samoyedos tadibe, lapones moita,
finlandeses tietöjö y húngaros táltos. (La actividad chamánica de estos pueblos
se aborda en la parte tercera de este libro: Chamanismo siberiano y
euroasiático) (Hoppal).
Ese conocimiento o sabiduria, en las lenguas Tungus,implica
de una manera o de otra la maestría con los "espíritus", que a voluntad puede introducir en sí mismo, usando ese poder en su propio
interés, particularmente para ayudar a otros que sufren a causa de espíritus.
En relación con el
mundo actual se considera lo chamánico como algo que pertenece a zonas
geográficas y a grupos alejados, marginales o fronterizos.Como algo
conceptualmente difuso.
Para numerosos investigadores
el chamán actúa en un area de la realidad que en muchas ocasiones es compartida
por los místicos y los médicos (Sigerist(1987), Harner(1988), Kakar(1982),
Kripner y Welch (1992), de Oleza(1996)).
Incluye en su
actividad lo que seria propio de un psiquiatra o psicoterapeuta
prehistórico.Especialmente si se considera que "la psicoterapia es un
camino para la expansión de la conciencia.Es una actividad en el desarrollo de
nuestra vida con la cual nos ayudamos a nosotros mismos y a los otros, para
despertar del estupor de la inconsciencia y la ignorancia conociendo quien
nosotros somos realmente"( Shainberg 1993)
Existen numerosas definiciones: -
"Entre los siberianos y otros grupos de todo el mundo con creencias análogas, es la persona a quien se
atribuyen poderes para curar a los enfermos y
comunicarse con el mundo del más allá" (The New Encyclopedia
Británica; 1989) - "Curandero
indígena que altera deliberadamente su conciencia a fin de obtener conocimiento
y poder proveniente del mundo de los espíritus para ayudar y curar a los
miembros de su tribu" (Krippner; 1988)
- Entre los
Ojibway en Canadá " es la persona,hombre o mujer que experimenta,absorbe y
comunica una especial forma de apoyo, de poder sanador" (Grim; 1983)
- "El que
conoce las técnicas arcaicas del éxtasis" (Eliade
- "Una persona a
la que se le atribuyen poderes especiales para comunicarse con los espíritus e
influir sobre ellos disociando su alma de su cuerpo. Los espíritus le ayudan a
realizar sus tareas que incluyen descubrir la causa de las enfermedades, del hambre
y de cualquier desgracia, y de prescribir una cura apropiada. Se les encuentra
entre los siberianos y otros pueblos asiáticos; su actividad se desarrolla también entre otras muchas religiones y con
otros nombres (The Cambridge Encyclopedia, 1990).
- "Una persona
dispuesta a confrontar los más grandes miedos y sombras de la vida
física". Y en función de los resultados : "Un curador que ha
experimentado el mundo de las tinieblas y que ha confrontado sin miedo su
propia sombra tanto como lo diabólico de los otros y que puede con éxito trabajar con las fuerzas de la oscuridad y de la luz" (Sams; 1990)
Para buscar grupos que actualmente presenten individuos que practican el chamanismo resulta preciso irse a los márgenes de lo que llamamos mundo civilizado. Por el hecho de encontrarse vinculado a grupos que muestran una estrecha relación con la naturaleza, hasta el punto en que cualquier amenaza sobre esta empobrece nuestra posible comprensión de sus manifestaciones concretas.
Las zonas del planeta por las que han pasado sucesivamente mayor número de civilizaciones y poseen una estructura social centralizada desde grandes núcleos urbanos son las que preservan en menor medida vestigios de actividades chamánicas. Estas, todavía pueden mantenerse entre los «inuit» (nombre que se dan a sí mismos los esquimales del extremo norte) o entre los «fueguinos» (primeros habitantes del extremo sur de América), entre los habitantes de las selvas africanas, asiáticas y americanas o lugares poco accesibles, como desiertos y montañas.
Las fronteras del chamanismo
En qué se distinguen los chamanes de otros «ayudadores» como sacerdotes, médicos, curanderos, magos, brujos y hechiceros?
La relación de ayuda es un fenómeno de gran interés, por cuanto revela características fundamentales de la visión del mundo tanto del que ayuda como del que es ayudado.
Así, según las características del que es ayudado, del que ayuda y del asunto a tratar (sea problema o enfermedad), se recalca, alzaprima o destaca una parte de ese «mapa del mundo». El área de trabajo es definida por zonas donde parcialmente se
superponen los respectivos «mapas».
Así, según las características del que es ayudado, del que ayuda y del asunto a tratar (sea problema o enfermedad), se recalca, alzaprima o destaca una parte de ese «mapa del mundo». El área de trabajo es definida por zonas donde parcialmente se
superponen los respectivos «mapas».
Es un hecho científicamente aceptado en psicoterapia que uno de los factores de buen pronóstico en cuanto al tratamiento lo constituye el hecho de que su mundo de referencia básico, sus valores sean compartidos.(En los tratamientos quirúrgicos no es tan relevante, sin embargo las posibilidades por parte de los pacientes para elegir el hospital de una intervención también responden a criterios que el enfermo o su familia consideren más propios o apropiados según los valores que atribuyan al cirujano y su entorno).
La relación de ayuda en cualquier modo que quiera ser entendida será más operativa en la medida en que las creencias, tanto en la teoría como en la practica, sean co-participadas.
A) Sacerdote y chamán.
El chamán esta presente en las sociedades preagricolas de cazadores recolectores, su conocimiento se basa especialmente en su experiencia individual de primera mano. La tradición y el ritual tienen un peso más grande en el papel del sacerdote. Este desarrolla su actividad a partir de los grupos agrícolas de VIDA SEDENTARIA.
En la actividad chamánica, el estado modificado de conciencia es un medio imprescindible para el desarrollo de su actividad. El sacerdote no necesita modificar su estado de conciencia para actuar.
El sacerdote se encuentra enmarcado en grupos sociales más complejos. Forma parte de una estructura religiosa más jerarquizada, más centralizada. El entorno de las ciudades facilita y hace necesarias a causa de su crecimiento formas de comunicación más indirectas entre los ciudadanos. La distribución de la población y su organización se realiza según formas piramidales. Por el contrario, los grupos nómadas en cuyo seno florece el chamanismo son menos jerárquicos y las relaciones interpersonales son más directas, más «horizontales». El contexto chamánico es menos autoritario en cuanto la conducta individual, a ese nivel hay menos regulaciones formales de la moral particular.
Sin que deban de asumirse de manera rígida, sino mas bien como preferencias o características mas habituales algunos criterios básicos pueden ser orientadores.
Podemos considerar en cualquier manera, la existencia de figuras que desempeñan ambas funciones. Por ejemplo, el «marakame» (chamán huichol) es a la vez una cosa y otra, predominando la función chamánica o la sacerdotal según las circunstancias (Harner).
B) Chamán y medium
Ambos afirman tener relación, de alguna manera, con los «espirítus». En ambos se produce un cambio en el estado de conciencia, una modificación que puede ser buscada por ambos voluntariamente. En el caso del chamán el control de la relación con los espíritus es, en general, más enérgico; mientras que el medium actúa de un modo menos combativo y adaptado a lo que va elaborando en esos momentos. El chamán puede discutir con los espíritus y aparenta tener más poder que el medium. Trata a los «espíritus» que encuentra como a iguales.
Para Krippner (1980), entre los curadores es posible establecer una tipología con cinco grupos diferenciados:
– Chamanes
– Espiritistas
– Curadores esotéricos
– Curadores religiosos o rituales
– Curadores intuitivos
La actividad chamánica podría ser descrita parcialmente como una forma particular del mediumismo. Puede afirmarse también que el medium está presente en el mundo urbano y su trance es pasivo, mientras que el chamán usa la naturaleza, el mundo rural, como referencia y su trance o estado de conciencia chamánico es un fenómeno activo con mantenimiento generalmente del control.
Harner considera como esencial al chamanismo el estado de trance, que se describe como un «viaje» (estado de conciencia chamánico). Terminado el mismo, es capaz de recordarlo. El medium no recuerda necesariamente lo que hizo o pasó durante el trance.
Según estos criterios, al estudiar la forma de trabajo de E. Cayce se mostraría no solo como un medium y sino también, en ocasiones, como un chamán.
En sus estados de trance se distinguió por la utilización de la técnica llamada «canalización». Para que tenga lugar, se busca un estado de trance sin posesión. Cayce lo enentendía como un poder, como una influencia que uno podía despertar en sí mismo. Insistió en lograr un trance sin posesión:
«No permitas que sea dirigido por una identidad que se proclama tu guía. ?Por qué?, porque invocar al infinito es mucho más grande, mucho más satisfactorio, más válido para la experiencia del alma que ser dirigido o guiado por una entidad externa al yo, que -como el yo- pasa por un estado de transición o desarrollo» (Reed y Cayce, 1993.
El estado de trance sin posesión se practica por ejemplo, entre los Gnawas (Ver parte III).Se alcanza en movimiento por lo que se califica de trance cinético. El trance cinético es una técnica de raíces ancestrales, que influye sobre prácticamente todos los niveles de la persona, dotandola por su practica de nuevas formas y perspectivas de autoexperiencia.Mediante la desinhibición es posible alcanzar estados de fusión con el entorno que se muestra como replica de nosotros mismos.
El estado de trance con posesión está presente en todas las culturas, tanto en Africa como en América, en Asia o Europa y Australia. Mientras se produce, la persona deja de ser propiamente ella misma. Queda alienada, convertida en alguien ajeno. En tales estados se da una disminución de la capacidad de autocontrol por parte del sujeto. Al mismo tiempo, está disminuida su capacidad de darse cuenta de lo externo. Como ejemplo, en los estados de trance del vudú caribeño (Ver parte III).
C) El curandero y el chamán
El cuarandero se presenta como persona capaz de tratar enfermedades que son particularmente temidas por la gente y para las cuales la medicina no posee todavía los métodos terapéuticos más eficientes (Enciclopedia Lusobrasileña de culturas, 1977).
La actividad del curandero puede ser muy variada e inusual. Su conexión con los clientes no es tan próxima como la que tiene habitualmente el chamán. Se dan más en el medio rural que en el urbano.
El chamán podría ser considerado como un tipo de curandero, pero todos los curanderos no serían chamanes.
D) El mago y el chamán
Producir el sentimiento de lo extra-ordinario, romper con rutinas de la vida, intervenir sobre el espacio y el tiempo son atribuciones que comparten.
El mundo de lo mágico ha sido en ocasiones caracterizado por una intensificación de la actividad o por conocimiento concreto obtenidos a través de medios extraordinarios. Puede ser clasificado como objetivo, cuando sus resultados finales pueden de alguna manera cuantificarse. Y subjetivos cuando los resultados son imaginarios o no contrastables (Ouspensky, 1944). Para Nevill Drury, los chamanes son los curadores físicos y espirituales en las culturas aborígenes de todo el mundo. Los magos son su imagen en el espejo de las tradiciones culturales del mundo de hoy. Destaca los paralelos existentes entre el chamanismo y el ocultismo.
El mago que hoy conocemos a través de los medios de comunicación (TV, cine, circo, etc.) puede suscitar el mismo asombro que el chamán, y acaso pueda remontar hacia él sus orígenes. Sin embargo, carece de la proyección sanadora que es esencial al chamanismo.
E) El místico y el chamán
Los místicos pueden ser vistos como un «grupo informal» pero determinado de psicólogos. Repetidamente experimentan sobre sí mismos y observan los cambios mentales resultantes. Utilizan el canto, la música, la meditación y otros sistemas para trasladarse a particulares regiones de su mente. Y, lo que es más notable, parece existir un mundo de referencia en el que los puntos comunes de estas tradiciones, superan con mucho a las diferencias. Estas, por otra parte, son mas superficiales que profundas o fundamentales» (Clark, 1983). El chamanismo es entendido por muchos investigadores, especialmente por los antropólogos como un fenómeno arcaico mágico-religioso en el cual la figura central se caracteriza por ser maestra en el arte del éxtasis.( Edwards 1994).
El éxtasis es definido como un estado psicológico que se caracteriza por un sentimiento absorbente de admiración, de alegría de arrobamiento y a veces de enajenación.
Desde una perspectiva teológica hace referencia a un estado de unión con Dios o lo divino por medio de la contemplación y el amor vivido íntimamente exteriormente por la suspensión mayor o menor de la actividad sensorial en relación con el mundo externo.
Esta desconexión puede alcanzarse de distintas formas. Por ejemplo en la llamada meditación del néctar del budismo tibetano. Durante la misma el meditador traslada toda su atención a una parte muy concreta del organismo, la punta de la lengua. Según se va concentrando la atención en ella mas el practicante acaba sintiéndose inmerso en un profundo estado de dulzura. Intuitivamente a través de la propia practica experimentada los chamanes » bon» del tíbet habían descubierto este método de focalizar la atención y modificar el nivel de conciencia. Hoy sabemos a partir de datos objetivos suministrados por el microscopio que precisamente en la parte anterior de este órgano se concentran las terminaciones sensoriales capaces de captar lo dulce mientras que las de lo salado, lo picante o lo amargo se distribuyen preferentemente por otras partes de la lengua.
La experiencia del éxtasis no implica ganancia o perdida de control. Otros estados descritos por los místicos como el conocimiento intuitivo si que implican incremento de control.
Para Edwards (1994) el éxtasis se presenta a diversos niveles en la persona:
1) Esta fundamentado en una experiencia fisiológica, física.
2) Es un estado emocional.
3) Proporciona un tipo especial de percepción a veces descrita como intuitiva.
4) Es un estado no ordinario de consciencia que da una especial dimensión a todo lo anterior.
El éxtasis puede ser clasificado según cuatro categorías no mutuamente excluyentes.
– Éxtasis místico y profético
– Éxtasis chamánico
– Éxtasis Sexual
– Éxtasis producido por sustancias
El místico nos habla de la desbordante presencia actual de lo divino. Esta grandeza ha sido descrita de modo poético como en San Juan de la Cruz o en Ibn Arabi. Los místicos desde esas experiencias de inmersión en lo divino pueden a veces anticipar visionariamente experiencias que están por venir. La actividad profética expande esa presencia desde el futuro para que el presente sea modificado y la gente se prepare. El éxtasis sexual forma parte de la respuesta orgásmica. Durante ella se produce un estado modificado de conciencia en unas ocasiones fugaz y en otras de duración difícil de estimar. El tantrismo practicado desde el marco del yoga o del budismo pretende ampliar la conciencia utilizando el alerta y la focalización que produce la actividad sexual por medio de técnicas especificas. Durante el orgasmo se induce transitoriamente, un período con las características de un estado modificado de conciencia, con cambios en la percepción corporal, en la estimación del tiempo, y en otras variables psicológicas..
El éxtasis por sustancias puede presentar diferencias según las características de las mismas. El marco cultural ,expectativas y modo de consumo pueden condicionar profundamente la experiencia y lo que pueda aprenderse a través de ella.
Harner piensa que el término trance se utiliza preferentemente entre los médicos, mientras que el término éxtasis es más teológico y humanista, pero que ambos tienen el mismo significado. Los momentos de entrada y salida en los mismos tendrían las características de una crisis. En el lenguaje coloquial también se llega a identificar el hecho de estar pasando un trance con estar en crisis. En el contexto tradicional chino crisis significa «peligro y oportunidad».
Los cambios profundos en la experiencia de la corporalidad se pueden presentar espontáneamente cuando se vive una situación próxima a la muerte. En ocasiones, es una vía utilizada por chamanes y magos deliberadamente. También pueden producirse a través de la música, la relajación, el uso de sustancias (por ejemplo ayahuasca, ciertos hongos, ver Ott, apartado 1.5.2.a) y otros muchos procedimientos. En la literatura internacional gran número de estos estados son descritos como OBEs (out of the body experiences = experiencias fuera del cuerpo, o «viajes»).
Caracterizan al místico la intensificación de las emociones y el pensamiento global. Es más propio del chamán intensificar las acciones y utilizar el pensamiento concreto (Ouspensky).
La producción de una experiencia directa, transformativa y personal que se da en el misticismo, está presente también, según Walsh, en el chamanismo. Ambas experiencias pueden no ser bien transmitidas y, con el paso del tiempo, perder fuerza, convirtiéndose en rituales vacíos y rutinarios. En su mejor sentido, el ritual, como el arte, es la culminación activa de una transformación simbólica de la experiencia.
Muchas técnicas de trance utilizan rituales a modo de «puertas» al comienzo y al final del trabajo. En este ámbito, los rituales pueden ir perdiendo presencia a medida que el sujeto aprende y se familiariza con los estados de trance.
Los rituales pueden servir para disminuir la angustia frente a lo desconocido o lo que desborda a un individuo. En el área cognitiva pueden incrementar la concentración de los participantes modificando la atención, en el área física facilitar la relajación y en el área emocional modular la ansiedad, el sentimiento de descontrol o la expresión de la rabia.
Desde el punto de vista clínico en las llamadas neurosis se afirma que la actividad obsesiva (pensamientos repetitivos) y compulsiva (acción que uno se ve impelido por sí mismo a hacer de forma reiterada) forman parte de mecanismos psicológicos que disminuyen la angustia y evitan la posibilidad de un trastorno más profundo. Los rituales vinculados al orden y la limpieza están especialmente presentes en las personas perfeccionistas son sistemas o mecanismos de defensa frente a la angustia. La no realización de los mismos provoca malestar, mientras que su realización procura alivio.
El poder transformador de las crisis en general y de la muerte en particular es resaltado por místicos y chamanes.
1.Que metas tiene?
Su actividad está orientada a curar, a sanar. Busca actuar siendo él mismo un remedio.
Desarrolla una relación de ayuda. Al iniciar cualquier trabajo siempre tiene un propósito. La situación tiende a ser vivida como un reto dotada de un gran poder motivador, y al mismo tiempo una fuente de inspiración.
Desde un punto de vista general sus tareas pueden consistir en:
1) Restaurar la salud .
2) Limpiar.
3) Purificar.
4) Reparar.
5) Mejorar las relaciones del individuo con su grupo y entorno.
6) Dar sentido a lo que está ocurriendo, explicándolo o reencuadrándolo de una manera significativa. Este tipo de actividades pueden desarrollarse sobre problemas corporales, emocionales, cognitivos o sociales. Sin embargo, lo que diferencia específicamente al chamán de otros ayudadores es que utiliza estados modificados de conciencia. Es decir, modifica deliberadamente su atención con un propósito específico durante su trabajo.
Mientras dura la tarea su entrega a la misma es prácticamente absoluta La capacidad de mostrar atención selectiva puede llegar a ser absoluta. El chamán, interviniendo sobre un cuerpo o sanando las relaciones interpersonales, hará continuas referencias al mundo del «espíritu» o estado chamánico de conciencia, en el cual se desarrolla su trabajo fundamental. Sus intervenciones pueden entenderse desde una perspectiva de varios niveles, analógicamente. Así, por ejemplo, ocurre en la llamada «cabaña de sudar» («swet-lodge» en ingles),también conocida como ceremonia de «temascal». En ella se pretende la purificación de una manera global: corporal, emocional y social. En algunos lugares de Canadá como Thunder Bay (Ontario), siguiendo las tradiciones de la población ojiwey local esta técnica se utiliza en el tratamiento de los problemas con el alcohol y la heroína. Ambas sustancias pueden actuar de manera global psíquica-somática-social sobre la persona y por tanto es lógico pensar que los tratamientos integrales sean más eficientes. Para mayor precisión hay que distinguir entre chamán y chamanismo. Todos los actos del chamán no son necesariamente actos chamánicos.
Y sujetos no chamanes pueden utilizar o desarrollar tareas basadas en tales técnicas. Lo nuclear al chamanismo es la capacidad de entrar a voluntad en un estado modificado de conciencia (estado de conciencia chamánico: E.C.Ch.) con un propósito terapéutico, para buscar conocimiento, y terminado ese trance ser capaz de recordar lo que aconteció durante el mismo.
2.- Cómo se llega a serlo?
La propia enfermedad es en el chamanismo el camino para el conocimiento terapéutico. Cualquier enfermedad y su curación pueden ser entendidas según cuatro momentos. El de la situación previa en la que se daban los antecedentes. El de la aparición y desarrollo del problema. El momento de la crisis. Y finalmente, la recuperación.
Una de las maneras de entender la formación del chamán es desarrollando paralelamente esos cuatro pasos En la fase de antecedentes pueden recogerse la aparición de experiencias inusuales o signos físicos extraños que dan singularidad a un individuo. También pueden existir períodos de reflexión solitaria. La búsqueda de respuestas en el aislamiento voluntario, ha sido una de las formas en que los seres humanos han iluminado o reencuadrado sus problemas y han mantenido una sabiduría que va más allá de lo cotidiano. Entre los indígenas de Norteamérica es conocida como «vision quest». El planteamiento y desarrollo del problema es entendido como una llamada de los «espíritus», como una vocación especial, que constituiría la segunda fase. Estas podrían ser: a) La llamada de alguna enfermedad. Es evidente que para aprender algo lo mejor es ponerse manos a la obra, practicarlo, vivirlo intensamente o sufrirlo. En este sentido una de las formas primordiales de aprender sobre un problema es haber pasado por él y haberlo superado. En el caso concreto de una enfermedad, haberla sobrepasado con éxito será una de las formas primarias de conocerla y saber como manejarla. Los ex-pacientes dejan de serlo para convertirse en expertos, en fuentes de información sobre un proceso que les ha llevado a formas inhabituales del vivir. El contacto con el dolor y la muerte constituye un modo poderoso de exposición al conocimiento o a la necesidad de saber acerca de situaciones críticas. El chamán ha sido definido también como «el curador herido», en el sentido de que las cicatrices son señales de su transformación en el camino del conocimiento para sanar. El psicoanalista que pasa su propio psicoanálisis antes de empezar a trabajar representa otra manifestación de esta manera de aprender. La persona que forma parte de un grupo de autoayuda, comparte sus experiencias y constituye un ejemplo de ese conocimiento de primera mano puesto al servicio de los otros. b) La llamada chamánica familiar. El hecho de tener modelos cercanos y accesibles a los que imitar facilita cualquier proceso de aprendizaje. La transmisión familiar será otra de las formas elementales de adquisición de conocimientos. El lugar donde habitualmente trabajan los chamanes es de ordinario el lugar donde viven y donde está su familia o su grupo. Es un sistema tradicional para transmitir experiencia, sobre todo en tareas que incluyen especialización artesanal.
Esta vocación familiar puede seguir una línea femenina (p.e. vogulos) o masculina (p.e. ostiacos y samoyedos siberianos) (Tondrian, 1964).
c) Junto a las anteriores, deben incluirse también otro tipo de llamadas, que se atribuyen genéricamente a los «espíritus».Son señales, con valor profundo para un individuo concreto. Muchas veces esta llamada es sentida viniendo «desde arriba». En el mundo del chamán los cielos y las montañas representan al mundo superior, más intelectual y espiritual. Lo que hay bajo el agua o bajo la tierra representa al mundo inferior, más físico. El mundo medio entre ambos no es solamente el lugar donde se vive, sino también donde se sienten y se dan los estados ordinarios de conciencia. La llamada busca traducirse en hechos concretos capaces de modificar este mundo de lo cotidiano. Esta llamada puede percibirse a través de los sueños, de sucesos extraordinarios o en medio de problemas individuales o grupales que precisan una solución radical. Una llamada puede esperarse y no producirse. Así por ejemplo, el victorioso y popular en Estados Unidos, general Powell dijo al no presentar en Noviembre de 1995 su candidatura: «la carrera a la Presidencia requiere una llamada que yo no he escuchado todavía». En numerosas culturas, bramánica, balinesa, indoamericana, etc., la montaña representa un lugar especial. En ella por analogía en contacto con lo superior en su estado mas original Allí se pueden alcanzar visiones, conectar con realidades benéficas, conocerse mejor a sí mismo o encontrar remedios para distintos problemas. El poder creador que para el filósofo Antonio Escohotado tienen el silencio, la observación, la contemplación parece estar aquí presente . El propio poder generador de la naturaleza es el que realiza la «llamada», al producir una «parada del tiempo» o una «rotura en las rutinas de la vida» (Castañeda 1977). La retirada de la actividad previa se produce una vez que la persona ha asumido su implicación en el proceso de ayuda. Considera que puede ser «remedio» e «incuba» su futura actividad. La emergencia del chamán formado representaría el momento en que la persona se ha convertido en un «ser de conocimiento». Alguien que ha ido, ha vuelto y está aquí como «remedio» después de una transformación profunda. El «espíritu» que descubrimos en las grandes peregrinaciones: Meca, Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, Guadalupe y tantos otros lugares, manifiesta de manera consistente en cada cultura una transformación personal, profunda y enriquecedora. Para significar su importancia, en algunos casos como en el mundo musulmán, se cambia el propio nombre o se le añade otro (ver en la parte tercera de este trabajo : Cambio en el sentido de la Identidad y Creación de Estados Modificados de Conciencia según el modelo propuesto por TART en 1975).
El conocimiento puede considerarse como una meta, como un valor en sí mismo. También puede considerarse que su valor adquiere sentido cuando se equilibra con el sentimiento. Por ejemplo el budismo practicado en Thaylandia o Ceilan destaca que la persona desarrollada, la que está de vuelta, la que es sabia es ante todo considerada. Esta consideración es sin duda un valor intelectual. Una sutil distinción entre consideración y compasión marca la diferencia entre comprender y ayudar. La idea de la ayuda surge en la compasión que se cultiva en el budismo lamaista tibetano. El sujeto realizado en el sentido místico, al que le da lo mismo vivir o no, opta por lo primero a causa de la compasión que le inspiran los seres. En otros tipos de budismo, como el practicado en Tahylandia, se da un valor superior a la consideración sobre la compasión. Ello implica dar más importancia a valores intelectuales (entender, considerar) que a valores emocionales (compadecerse). Según los grupos humanos, su evolución a lo largo del tiempo y la reflexión que en ellos se da sobre la enfermedad, el proceso de transformarse en chamán puede presentar diferencias. Estas son siempre más superficiales que profundas, y más bien cuantitativas que cualitativas. Así por ejemplo, pueden distinguirse un mayor número de pasos o momentos significativos en este proceso de aprendizaje (ver Matthews, a propósito del chamanismo celta
3.- ¿Que piensa de sí mismo?
La reflexión sistemática del chamán sobre sí mismo es un fenómeno tardío en el desarrollo de este tipo de práctica.
La actividad que caracteriza al chamán surge en su origen de un impulso no necesariamente reflexivo a la ayuda. Junto a ello, una progresiva experiencia acumulada le dará un sentido de la sabiduría y de los propios papeles a desarrollar. La propia vida y sus dificultades contribuyen a que el chamán no se dé excesiva importancia absoluta, aunque pueda tenerla de un modo relativo. Carece de importancia porque su fuerza enfrentada a la naturaleza es relativa y él lo sabe. Al mismo tiempo es capaz de conocer cosas que otros ignoran y cuya aplicación en tiempo de crisis puede ser muy necesaria. Si afirmamos que el tamaño de un hombre puede medirse por el tamaño de las cosas que le encolerizan, el chamán es un gran hombre porque es capaz de confrontar a los espíritus, a las fuerzas de la naturaleza. El conocimiento y la relación de ayuda le pueden permitir creerse un ser superior u orgulloso. Sin embargo, no darse importancia le permitirá actuar con más eficiencia e impecabilidad (Castañeda). En este sentido puede entenderse la definición que de sí misma y de su trabajo hace una mujer desde el ámbito del neochamanismo: «Yo no soy una sanadora. No sano a nadie. El concepto que tengo de mí misma es el de un peldaño en la senda del autodescubrimiento. Creo un espacio en donde las personas pueden aprender lo increíblemente maravillosas que son, enseñándoles a amarse a sí mismas» (Hay; 1991). Los encuentros con la adversidad propia y ajena son un estímulo y educan su sensibilidad. Para Amber Wolfe curar es «curar-se». En este sentido, lo que podría ser la esencia del chamán, curar, es entendido como la capacidad de hacer o facilitar que los otros se curen. Se considera un «catalizador» (término utilizado en química para definir a la sustancia que facilita la producción de reacciones de transformación, y que sin su presencia serían más difíciles o lentas). La confrontación con lo extremo y profundo, con la enfermedad, con el miedo y la muerte, con el tormento y el éxtasis son capaces de hacer del chamán un ser valiente y al mismo tiempo le ayudan a «perder la propia importancia» (Castañeda, 1977). El narcisismo es un mal aliado de las personas de conocimiento. En la medida en que representa el no ser capaz de ver la realidad con los ojos y los sentimientos de los otros. El sentido del humor es a veces un buen termómetro para ver si la persona está más allá de sí misma. El libro de Alvaro Estrada «Vida de Maria Sabina, la sabia de los hongos» (Ediciones Siglo XXI, 1977) nos revela muy ilustrativamente esta forma de ser y vivir. De hecho, el orgullo, el miedo, el poder y la muerte son enemigos naturales del chamán. Y a la vez son retos que ha de superar hasta su última danza con la muerte (Castañeda, 1977).Este trabajo es el resultado de un largo viaje, un viaje en el sentido chamánico: porque su objetivo es servir de puente entre el mundo desconocido de los chamanes y el de la gente civilizada, entre los chamanes muertos hace tiempo y los activos aún en la actualidad; entre lo cerrado de los archivos y una lectura abierta; entre lo viejo, representado en imágenes históricas y lo nuevo; entre pasado y presente. Y pretende servir de puente también entre culturas muy alejadas entre sí.(Hoppal, 1994)
Los Chamanes de México

Para acreditar su teoría sintérgica, Zylberbaum y un equipo
de investigadores se introdujeron a las cátedras del día a día de curanderos
famosos mexicanos como Don Lucio de Morelos, Doña María Sabina en Huautla, Doña
Asunción en Hidalgo, Doña Licha de Puebla y la misma Pachita en la Ciudad de
México. Resulta fascinante encontrarnos con textos como este, donde se
desmenuza en finas hebras experienciales nuestra cultura endémica, o a palabras
de Antonin Artaud: la “cultura eterna de México”, la que ha podido sobrevivir
al modernismo al menos desde la más antigua de las civilizaciones mexicanas de
las que se tiene registro, la tolteca. Zylberbaum se refiere a los chamanes
mexicanos como algunas de las personas más desarrolladas del planeta,
“psicólogos autóctonos” de los que deberíamos de servirnos de su brillantez
antes de que terminemos por sepultarlos bajo la modernidad y el fuerte desapego
de las nuevas generaciones a los conocimientos tradicionales de su propio
linaje.
Más
allá de entender que un chamán es un hombre que fusiona plantas
psicoativas con la sacralidad, habría
que recordarnos que no todos los brujos curanderos utilizan este medio para
sanar. De hecho es menos común que encontrarse con quienes lo hacen a través de
cantos, oraciones y un puñado más de hierbas e instrumentos considerados de
ayuda para su metodología. Escribe Zylberbaum en esta obra, que “los chamanes
parecen poseer una gran maestría en el enfoque de su factor de direccionalidad,
siendo capaces de activar diferentes experiencias en distintas localizaciones
del espacio y niveles de la realidad”. Asegura de igual forma que pueden
catalogarse según la concepción que tienen de la realidad, lo que nos lleva de
nuevo a su teoría sintérgica y los niveles de conciencia que puede alcanzar el
ser humano dependiendo la técnica utilizada.
Los poderes del chamán según su linaje
Grinberg advierte, que según el “linaje” de cada pueblo es
como sus chamanes desarrollan múltiples habilidades extrasensoriales. Algo así
como “dones” desarrollados culturalmente que a la par distingue mediante un
análisis neurocientífico de su nivel de conciencia. Dentro de esta selección de
hombres y mujeres sabios nos podemos permitir imaginar:
Don Lucio

Este chamán estudiado y descrito en este libro, proviene del
linaje de los Graniceros, o los ritualistas del rayo de México en el estado de
Morelos. Don Lucio y otro grupo más de chamanes de la zona pueden controlar las
condiciones atmosféricas, de manera que son capaces de sosegar, postergar o
evitar desastres naturales. También se comunican con los “trabajadores del
tiempo”, seres del mundo invisible que habitan en el espacio. Según este
linaje, solo pueden comunicarse con ellos quienes hayan sido escogidos por
estos seres. Y además deben pasar la prueba del rayo, que literalmente consiste
en sobrevivir a la caída de uno sobre el cuerpo.
Doña Pachita

Oriunda de Parral en Chihuahua pero radicada en la Ciudad de
México, su nombre real fue Bárbara Guerrero. Es la chamana-nahuala en quien
Grinberg personalmente profundizó más, ahondando en su capacidad de afectar el
espacio, la energía y la materia con la mente para sanar enfermedades. Explica
que la mente es capaz de dar indicaciones al cuerpo de manera inconsciente
(para indicar, por ejemplo, que debe mover un brazo y tomar un objeto o una
pierna para caminar) y que de esta manera, brujos del nivel de conciencia de
Pachita lograban darle indicaciones a cuerpos en el exterior para sanarlos a
través de “milagrosas operaciones quirúrgicas” –En su libro Las manifestaciones
del ser, “Pachita”, Grinberg relata a detalle estas operaciones invisibles.
Plantea también la relación de este enigmático don con las curaciones que
curanderos y líderes aztecas realizaban en la época precolombina; personas que
fungían como mediums o instrumentos orgánicos para que seres espirituales
pudieran encarnar en el mundo material y sanar a quien as
Práctica
En las culturas chamánicas, los brujos desempeñan un papel
similar al de los sacerdotes, aunque con una diferencia esencial:
El sacerdote es el miembro social iniciado, instalado
ceremonialmente en una organización religiosa reconocida, donde lleva a cabo
ciertas funciones como el encargado de una oficina que fue manejada por otros
antes que él, mientras que el chamán reconocido como consecuencia de una crisis
psicológica personal, porque ha ganado cierto ascendiente entre los suyos.

Chamán urarina
Un chamán se puede iniciar a causa de una enfermedad grave,
porque ha soñado con un rayo o un trueno, o por una experiencia cercana a la
muerte, o bien porque se siente llamado a serlo. Hay todo un bagaje de imágenes
culturales para experimentar en la iniciación, sin importar el método de
inducción. Según Mircea Eliade, tales imágenes incluyen a menudo el viaje al
mundo de los espíritus y el conocimiento de los seres que lo habitan,
encontrando una guía espiritual, para emerger transformado, a veces con
amuletos implantados, como cristales mágicos. Las imágenes de la iniciación
hablan generalmente de la transformación y de los poderes concedidos para
superar la muerte y renacer.
En algunas sociedades se considera que los poderes
chamánicos son hereditarios, mientras que en otras deben ser
"llamados" y necesitan un largo entrenamiento. Entre los Chukchis
siberianos uno puede comportarse de forma tal que un médico
"occidental" quizás caracterizaría como sicópata, pero que los
siberianos interpretan como la prueba de la posesión por un espíritu, que le
exige al poseso que asuma su vocación de chamán. Entre los Tapirapes
suramericanos los chamanes son llamados en sus sueños. En otras sociedades
eligen libremente su carrera. En Norteamérica, buscan la comunión con los
espíritus a través de una visión, mientras que el shuar suramericano, busca el
poder de defender a su familia contra enemigos aprendiendo de otros chamanes.
El urarina de la Amazonía peruana tiene un elaborado sistema, afirmado en la
consumición ritual de ayahuasca. Junto con impulsos milenarios, el chamanismo
del ayahuasca de los urarinas es una característica dominante de esta mal
documentada sociedad.
Estas supuestas tradiciones chamánicas también se pueden
observar entre los indígenas kuna de Panamá, que confían en poderes y
talismanes sagrados para sanar. Los chamanes gozan de una posición privilegiada
entre la gente local.
Mal chamánico
La enfermedad del chamán, también llamada crisis iniciática
chamánica, es una crisis sico-espiritual, o un rito del paso, observado entre
los chamanes novicios. Marca a menudo el principio de un corto episodio de
confusión o disturbios del comportamiento en que el iniciado puede cantar o
bailar en una manera poco convencional, o tiene una experiencia de «ser
molestado por espíritus». Los síntomas no son considerados como muestras de
enfermedad mental por los intérpretes de la cultura chamánica; más bien se
interpretan como indicaciones al individuo para que tome el oficio de
chamán.[90] El papel significativo de las enfermedades iniciáticas, se puede
encontrar en la historia detallada de Chuonnasuan, el último chamán de los
tungus en el noreste de China.[91]
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