Detrás de toda Corriente Mágica que busca un proceso
iniciático, tiene como base algún tipo de filosofía que la respalda, por regla
general estas escuelas se identifican o con el Sendero de la Mano Derecha o con
el Sendero de la Mano Izquierda. Este concepto es tomado del Tantra, aspecto
que no vamos a entrar en detalles aquí ya que es algo que viene de Oriente y
que para poder comprenderlo como corresponde debería escribir un libro entero
sobre el tema, aunque debo de confesar que no soy experta en el tema, por lo
que solo podría dar una visión parcial y no es mi intención. Sin embargo, si
tengo amplia experiencia y conocimiento sobre el concepto como es visto en
Occidente y en definitiva es el tema que nos compete. En muchos casos esta
división se ha convertido en objeto de discusión y polémica, ya que
superficialmente serían visiones filosóficas diferentes, enemigas y opuestas,
pero como dije, es una visión superficial. Aquí, volvemos a un punto complejo,
los dogmas, muchas escuelas iniciáticas tienen dogmas muy fuertes, reglas casi
inquebrantables que se suponen que describen una verdad absoluta. Pero en
realidad no hay verdades absolutas, las líneas que dividen una cosa con la otra
algunas veces se cruzan y los bordes desaparecen, hay muchos caminos que no se
definen ni para un lado ni para el otro, sino que están en un punto intermedio,
otros si, y tiene una línea de pensamiento muy clara sobre cómo trabajan.
Pero vamos a ver que dice cada una de estas filosofías, el
Sendero de la Mano Derecha, busca la unión con la divinidad, esta es la última
meta, experimentar el todo y fundirse con ese todo, claro, esto suena muy
abstracto, pero esto es algo que está muy avanzado en el sendero y es muy
complejo de poder explicar con palabras, porque fundirse con ese todo, será una
experiencia única para cada mago, entonces no habrá dos experiencias
completamente iguales. Ahora bien, el Sendero de la Mano Izquierda,
propone algo completamente diferente, en vez de fundirse con el todo, dar un
paso más allá, dar un salto al Vacío y convertirnos en un Dios, un creador de
nuestro propio universo. Suena fabuloso, pero es una tarea titánica.
Los procedimientos y las formas de ver a los espíritus,
dioses y otras entidades, también es diferente de una filosofía de la otra. El
sendero derecho, no trabaja con entidades “oscuras” no al menos hasta altos
niveles de la iniciación en donde se confrontan con las mismas, esta filosofía
propone el abandono de todo lo que es terrenal, de abandonar nuestros egos,
deseos y elementos que nos conecten con lo material. Así, la persona que sigue
esta filosofía debería desprenderse de cualquier apego o deseo que lo mantenga
unido con lo que se considera impuro. Esto es algo complejo, ya que el hecho de
reprimir los aspectos “oscuros” y mundanos del ser puede derivar en
desequilibrios profundos, y enfrentar todos esos demonios internos al mismo
tiempo puede ser algo tortuoso y extremadamente peligroso.
La filosofía de la izquierda, al menos en el sendero
draconiano, ve al hombre como un dios en potencia, y cree que no hay nada que
sea imposible, con cada nivel iniciático, el hombre no solo se vuelve más completo,
sino que va adquiriendo una mayor comprensión de sus ser, de su realidad y de
su universo personal, esto hace que el sendero trace una línea de independería
muy fuerte. El sendero izquierdo expone al iniciado desde el primer momento en
contacto con lo que es oscuro, genera que uno confronte la propia oscuridad, no
reprimiendo estos aspectos sino aprovechando y sacando beneficio de esto.
Los espíritus, dioses y demonios no son vistos como
elementos a los que se los debe de apartar, atrapar en círculos mágicos o
incluso amenazar, sino como aliados, mentores y maestros del sendero, vemos a
estas entidades como los verdaderos guías del sendero, aquellos que nos
enseñarán los pasos que debemos de dar para ganar esta independencia espiritual
y llegar hacia la auto-deificación. Claro que esto no es gratis, todo tiene un
precio, demanda mucho trabajo y antes de poder considerar a todas estas
entidades nuestros aliados o maestros, debemos aprender a trabajar con ellos, a
ganar su confianza, a pasar sus pruebas y ordalías. De ahí que este sendero es
tan largo, y que muchos son los que no lo soportan, y es porque caen en este
sendero con la fantasía de ganar poderes y lograr hacer cosas espectaculares,
pero no ven lo que hay detrás
.
Los procesos iniciáticos, se siga la filosofía que sea,
nunca serán sencillos, si un proceso no genera cambios, tanto en la conciencia
del iniciado como en su vida diaria, hay algo que no estamos haciendo bien.
Todo lo que hagamos con conciencia y convicción nos dará resultados. Ninguna
filosofía es buena del todo o mala del todo, cada una tiene sus propias
cuestiones y es importante que cada uno decida cuál es el camino correcto para
cada uno, esto es algo que nadie les puede decir.
Como para resumir el capítulo y dejar claro algunas cosas,
en el sendero izquierdo, no empleamos los mismos métodos y sistemas que el
sendero de la derecha, ya que no vemos a los dioses, espíritus y demonios del
mismo modo que lo hace el otro sendero. De ahí que no empleamos triángulos o
círculos protectores, las entidades evocadas/invocadas, son nuestros invitados,
no nuestros prisioneros o esclavos. No tememos a los desconocido, a lo oscuro y
a lo retorcido, sino que lo vemos como elementos que nos pueden conducir al
poder personal, tenemos un profundo respeto por este mundo pero también lo
tenemos por el otro, asumimos la responsabilidad por nuestros acto y no
buscamos chivos expiatorios, comprendemos que la naturaleza humana está llena
de elementos considerados oscuros y dichos elementos pueden ser usados para
nuestro crecimiento personal.
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