Para invocar la abundancia y la prosperidad económica, en
esta mágica noche se puede
recurrir a la naturaleza.
En un recipiente de tierra
se reúnen siete granos de arroz, un
puñado de brotes de alfalfa y uno de avena.
Se mezcla todo y se agrega un trozo pequeño
de carbón vegetal que se enciende.
Mientras se quema hay que recorrer las esquinas de la
casa en silencio pidiendo
mentalmente que la abundancia colme tu hogar.
Las cenizas se botan en el jardín
o en un macetero.
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