El I Ching
También conocido como el Libro de los
Cambios, conforma un texto oracular que se fue configurando a partir del 1200
a. C., con los signos y símbolos atribuidos a Fu Xi, cuyos grafismos
constituían un proto oráculo de características más chamánicas que
intelectuales, como sí lo fue luego a medida que se le añadieron juicios
escritos a su primitiva sinología. En ese sentido, tomando su etapa meramente
simbólica hasta nuestros días, el I Ching data de unos 4500 a 5000 años, una
antigüedad que lo hace superador en ese aspecto sobre cualquier otro sistema
oracular que haya subsistido hasta la actualidad.
En la etapa primitiva se aludía a dos
fuerzas fundamentales (una oscura y otra luminosa) que más tarde se conocieron
como yin y yang: las dos energías reguladoras del acontecer universal. Al yin
le corresponde lo femenino, lo pasivo, lo negativo, la noche, lo blando, lo
flexible, lo frío, lo débil. Al yang, lo masculino, lo activo, lo positivo, el
día, lo duro, lo firme, lo cálido, lo fuerte.
La fuerza luminosa adquirió la
representación de una línea entera, mientras que la oscura de una línea
partida. La interrelación y combinación de ambos grafismos triplicados
conforman los llamados trigramas pertenecientes al Bagua de Fu Xi. Estos ocho
signos configuran la base tanto del I Ching como del Feng Shui, el milenario
arte de la armonización de los espacios, y cada uno tiene sus cualidades: Qian
(Cielo) es lo creativo; Kun (Tierra) es lo receptivo; Zhen (Trueno) es lo
movilizador; Sun (Viento) es lo penetrante; Kan (Agua) es lo abismal; Li
(Fuego) es lo adherente; Gen (Montaña) es el aquietamiento; Dui (Lago) es lo
agradable.
En el caso del I Ching, estos ocho
trigramas se combinaron entre sí, duplicándose para conformar signos de seis
trazos, constituidos por un trigrama superior y otro inferior, conocidos en
Occidente como hexagramas, lo que da una totalidad de 64 combinaciones, es
decir, los 64 signos del Libro de los Cambios.
El Ling Qi Jing
Es otro antiguo oráculo chino que
posee texto, de carácter anónimo, aunque algunos legados se lo atribuyen a un
personaje taoísta llamado Dongfang Shuo, de lo cual no hay certeza. Surgió
seguramente motivado por el ánimo de tener un cuerpo adivinatorio más accesible
que el I Ching. Se hizo muy popular en la Antigüedad, ya que tampoco exige
erudición por parte de los consultantes, como ocurre con el Libro de los
Cambios.
El texto de este libro data
aproximadamente de la dinastía Han, entre el 200 y 400 d. C., y está compuesto
por un total de 125 signos, conocidos como trígrafos. A cada uno le
corresponden una imagen, una sentencia oracular, versos y distintos comentarios
de personajes o escuelas de diferentes épocas de la China antigua. Pero el
texto fundamental lo constituyen la imagen, su sentencia oracular y los versos.
Para la obtención del signo
correspondiente se arrojan en la consulta 12 discos a la vez, de los cuales 4
tienen en una de sus caras el ideograma shang, que significa arriba; 4 el
ideograma zhong, que significa centro, y los restantes 4 el ideograma xia, que
significa abajo.
El Ya
Pai Shen Po
Ya Pai Shen Po significa oráculo
mediante piezas de marfil y es un antiguo sistema de adivinación constituido en
sus orígenes por piezas de marfil, hoy reemplazadas por otros materiales. En
total este oráculo consta de 144 piezas. Con el tiempo este sistema
adivinatorio se convirtió en el popular juego de mesa conocido como Mahjong.
El Ya Pai Shen Po parte de 34 piezas
que se repiten un total de cuatro veces, más cuatro que se repiten dos veces,
lo que da las 144 unidades disponibles para una lectura. Y es lo que más se
asimila a la cartomancia occidental, más precisamente al tarot.
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