LA CREACIÓN
Dios, el gran YO SOY, es el Creador, Dueño y Dador de toda
Vida en el Universo. Sus poderes, habilidades y conciencia están allende de
toda comprensión humana.
Una galaxia consiste del Sol Central y varios sistemas
planetarios. Cada sistema planetario consiste de un sol y varios planetas.
Los focos de la Deidad de nuestra galaxia y sistema
planetario son el Sol Central que está gobernado por Alfa y Omega y nuestro sol
que está gobernado por Helios y Vesta. Los seres Alfa y Omega son la autoridad
suprema que gobierna esta galaxia. Ellos administran la Ley Cósmica aplicable a
esta galaxia, y dirigen las actividades del Sol Central. Ellos suministraron
las chispas espirituales a Helios y Vesta, quienes son la autoridad para el
sistema planetario del cual la Tierra es parte. A su vez, Helios y Vesta
proveyeron el Cuerpo Electrónico de la Presencia “YO SOY” para cada individuo
encarnado.
Es la Naturaleza de Dios permitir a sus hijos la oportunidad
de convertirse en co-creadores con Él. La mismísima Naturaleza de Dios, Luz,
consiste en expandir la Perfección. Producto de Su Amor, Dios le dio
Inteligencia Consciente a la Vida, de manera que el hombre y otras formas de vida
pudieran compartir el júbilo de Su creación. A fin de realizar esta función,
cada hombre fue dotado con el Cordón de Plata (1) de la “Presencia YO SOY”, y
también con la Llama Triple (2) de Vida anclada en su corazón, dándole una
conexión permanente con Dios.
CORDÓN DE PLATA-
Es la corriente de Luz Electrónica que fluye
desde el corazón del Cuerpo Electrónico, entrando cual río caudaloso por la
parte superior de la cabeza del cuerpo físico, y anclándose en el centro del
corazón, es la Luz, la Vida, la Sustancia, la Inteligencia y la Energía por
medio de las cuales pensamos, nos movemos y tenemos ser en una forma física
sobre este planeta. Esta corriente de Luz Electrónica está compuesta de
millones y millones de diminutos , pequeños electrones, siendo cada uno un Ser
Elemental inteligente y obediente, formado según un patrón definitivo, los
cuales incluso cuentan con una carita dulce y emiten un agradable tono musical.
(Los Maestros Ascendidos escriben el Libro de la Vida).
(2) La Llama Triple es el anclaje de Dios en tu corazón. La
Llama Triple arde en tu corazón y se conecta directamente con tu Presencia YO
SOY. Dicen los Maestros Ascendidos que esta Llama Triple encarna tres virtudes
divinas: Poder, Sabiduría y Amor. Cada una de estas virtudes se manifiesta como
una llama de fuego: el Poder como una Llama Azul, la Sabiduría como una Llama
Dorada y el Amor como una Llama Rosa.
De allí que la razón de ser del hombre sea la de convertirse
en co-creador con Dios ; la de atraer las Energías de Vida, tomar algunas de
las ideas del Padre, plantarlas en su conciencia, moldearlas en formas y
llevarlas a su manifestación en el plano físico, expandiendo, así las fronteras
de la Conciencia Divina.
La creación en el plano físico es más difícil que la
creación en los ámbitos de un nivel vibratorio superior. Por tanto, todos
aquellos que escojan esta experiencia podrán hacer más al completar su estadía
en el salón de clases de la Tierra. La meta es alcanzar la maestría sobre la
Energía y la Vibración, para convertirse en seres más Divinos y lograr la
ascensión. Si el hombre logra esta meta, estará en capacidad de realizar tareas
superiores a ésta.
NUESTRA GALAXIA
Toda creación se ciñe a la Ley Cósmica y es un patrón
general predeterminado con precisión. La selección natural no se da por
casualidad o al azar como nos han llevado a creer algunos científicos. Cada
componente de una galaxia evoluciona basándose en un Patrón de Vida, que es una
sucesión de experiencias gobernadas por el libre albedrío.
Antecedentes
“Helios y Yo pertenecíamos a una galaxia mucho más grande
que esta, en la que actualmente servimos. Éramos un Planeta, el número cuatro
de esa galaxia, así como la Tierra es hoy número cuatro con relación al Sol.
Nuestra Galaxia era liderada por Un Gran Sol Central formado
por dos poderosos Seres Cuyos nombres han salido hace mucho, mucho tiempo del
lenguaje de vuestra Tierra, pero que se aproximan al sonido de ELOHAE y ELOHA,
de los que se deducen los aspectos masculino y femenino de los Eloha.
Estos Grandes Dios y Diosa dieron a luz a doce poderosos
Soles en un arco descendente de creación, y estos doce Soles, cuando
descendían, a su vez dieron a luz, desde ellos mismos y en forma horizontal, a
doce grandes Planetas. Nuestro sistema constaba del Gran Sol Central y sus doce
Soles, cada Sol tenía doce Planetas a su alrededor, haciendo un total de ciento
cincuenta y seis planetas incluyendo los doce Soles. El sistema al cual
pertenece la Tierra (vuestro actual sistema) llegó desde el Sol Central de Alfa
y Omega y tiene cuarenta y nueve planetas con siete Soles, cien menos que el
sistema de Elohae y Eloha.
Permítanme repetir: Ustedes tenían el Sol Central desde el
que Helios y Yo (Vesta) vinimos, y debajo de Él, doce Soles. El Cuarto Sol
hacia abajo es al que Nosotros pertenecíamos: Alfa y Omega. Ese Sol, a su vez,
envió doce planetas en una forma horizontal y Helios y Yo Misma éramos el
Cuarto Planeta desde el Sol hacia afuera. Esto fue en la exhalación, los Soles
descendieron y los Planetas expandieron – la exhalación de la Divinidad tan
lejos como la creación de esta galaxia le concernía.
En la inspiración – que es el punto al que ustedes están
llegando ahora en vuestra propia galaxia – los soles comenzaron a ascender, el
número doce entró a la órbita del número once, éste a la órbita del número diez
y así sucesivamente, ascendiendo también todos los planetas de este sistema.
¡Nosotros representábamos al cuarto Planeta en el Cuarto
Sistema Solar y Alfa y Omega era nuestro Sol en aquel tiempo! Alfa y Omega eran
el cuarto Sol en ese sistema, así como Helios y Yo somos el cuarto Sol en
nuestro Actual Sistema Solar. ¡En ese tiempo todos los soles en nuestro sistema
éramos TODOS PLANETAS!
¡Alfa y Omega eran nuestro Sol, el primer planeta fuera de
ellos era Osiris e Isis, el segundo Apolo y Diana, el tercero era
Krishna y Sofía, el cuarto planeta éramos NOSOTROS MISMOS!
El primer movimiento en la inspiración atrajo a Osiris dentro del corazón de
Alfa y Omega, y cada planeta se movió un lugar más cerca del Sol, nosotros nos
movimos hacia el tercer lugar en aquel sistema.
¡En el siguiente movimiento nos movimos al segundo lugar,
luego al primero y finalmente fuimos absorbidos dentro de la Presencia de Alfa
y Omega, que a su vez regresaron a la Gran Presencia de su Sol Central, Elohae
y Eloha!
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