jueves, 4 de noviembre de 2021

RITUAL DE YULE (SOLSTICIO DE INVIERNO).

 


El termino Yule hace referencia a un tronco de árbol mágico. Mágico porque se encendía la noche más oscura, más larga del año: el 21 de diciembre; solsticio de invierno. 

Esta era una celebración celta, pagana, donde la familia se reunía y se cantaban canciones, se encendía el fuego del hogar y se compartía la cena. La intención era arraigar la alegría, la confianza y la celebración del amanecer, por eso la intención era estar despiertos hasta que amaneciera para recibir al sol. Era, como todo ritual, un código de comunicación humano con la Madre Naturaleza en el que se le trasmitía al sol la absoluta confianza de que la luz siempre vence, de que las buenas intenciones siempre son más poderosas que las tinieblas, las personales y las generales: la ignorancia, los miedos y temores se disipan mucho mejor si en la noche más oscura del año, estamos juntos, cantamos, reímos, celebramos….y el tronco de Yule arde y alumbra.

Lo ideal es tener en casa una ramita de Acebo, porque crece en el roble. Y el roble es el árbol emblemático celta que simboliza la robustez, la fuerza, el poder, el arraigo a lo bueno de la vida.


En casa: para hacer en tu casa el ritual de Yule, necesitas:


1 cuarzo transparente (que representa tu transparencia, tu Luz interior y exterior)

1 varita de incienso de madera de roble o de sándalo.

1 vela blanca grande.


Toma tu cuarzo transparente y llévalo a tu corazón: dale un baño de tu latido mientras con los ojos cerrados piensa en todo lo bueno que ha habido y hay en tu vida. Piensa en todas las personas que te quieren, para las que eres importante. Siente cuanta bondad hay en tu vida y en tu corazón.

Prende ahora la vela: mira la llamita; transmítele tu intención con tus propias palabras: 

“Hermano Fuego, tu que representas la luz de mis pensamientos, sentimientos e intenciones, alumbra la luz de este cuarzo: el él están mis más elevados sentimientos e ilusiones que son la fuerza que me acompañara a lo largo del próximo año. Gracias”.

Prende ahora la varita de incienso: mira el humo, huele su aroma. Dale las gracias al Hermano Viento con tus propias palabras:

 “Hermano viento aquí presente con este aroma, que tu magia lleve al Porvenir de mi vida todo lo bueno que está por llegar. Gracias”.

Deja este pequeño (y poderoso) altar de Yule en un sitio seguro ya que la vela tiene que estar encendida hasta que se consuma por completo.

Si tienes acebo, colócalo también.

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