APARECE LA INARMONIA
Los Maestros afirmaron que la “Caída del Hombre” tuvo lugar
en lo que hoy es Australia y Nueva Zelanda. En aquel entonces estos países eran
parte del gigantesco continente de Mu, el cual cubría gran parte de los Océanos
Pacífico e Índico. Fue allí que la difamación y el chisme comenzaron a tejer el
velo.
A fin de asignarle un tiempo a la “Caída del Hombre” podemos
indicar que los Maestros Ascendidos afirmaron repetidamente que se dieron dos
Edades Doradas durante las cuales no hubo imperfección. También, basándonos en
la consideración las Razas-Raíces y los ciclos, sabemos que bajo condiciones
perfectas toma un ciclo de catorce mil años para que una Raza-Raíz alcance la
Ascensión. Más aún, se aclaró que las primeras tres Razas-Raíces no
experimentaron imperfección alguna, y que lograron la ascensión en el tiempo
asignado. Además, sabemos que los “rezagados” llegaron al fin de un estado de
perfección absoluto en la Tierra. De allí que si escogiéramos definir la “Caída
del Hombre” como la época en que la inarmonía apareció por primera vez en la
Tierra, podríamos asignarle la fecha de 50.000 años después de que la humanidad
apareció por primera vez en este planeta.
El relato anterior pareciera entrar en conflicto con un
dictado del Maestro Ascendido Krishna, quien afirmó que cuando ocurrió la
“Caída” y la niebla cubrió toda la Tierra, habían transcurrido un millón de
años desde el momento en que el hombre apareció por primera vez en la Tierra.
Sin embargo, no necesariamente hay tal conflicto. Como se indicara anteriormente,
tomó mucho tiempo antes de que la niebla originalmente solo una voluta local de
humo, se convirtiera en una neblina cada vez mayor que gradualmente opacó la
presencia visible de la Hueste Ascendida. Por tanto, depende de la definición
que se haga de la “Caída”. Si se escoge definirla como el tiempo en que la
inarmonía apareció por primera vez, basándose en la inequívoca Ley Cósmica,
entonces puede asignársele un lapso de cincuenta mil años. Si se escoge definir
la “Caída” como el momento en que la niebla ocupó TODA la superficie de la
Tierra, entonces podemos asignarle un lapso de un millón de años.
CONSECUENCIA DE LA CAÍDA Parte I
Efectos sobre el Sacerdocio
Después de la llegada de los “rezagados”, el sacerdocio se
dividió en dos facciones. En vez de prestarle oídos al Plan concebido por la
Jerarquía, una sección del sacerdocio intentó expulsar a los “rezagados de la
Tierra mediante repetidas Invocaciones. Un Maestro Ascendido explicó la
insensatez de esta operación. Aún si el intento hubiera tenido éxito, los
“rezagados”, atados a las leyes de la Tierra al igual que las razas originales,
hubieran tenido que presentarse ante el Tribunal Kármico, y hubieran tenido que
volver a entrar a la Tierra. Por tanto, ninguna expulsión permanente hubiera
sido posible. La otra facción del sacerdocio aceptó a los “rezagados”,
rehusando rebelarse contra el Plan de la Jerarquía.
Efectos sobre el hombre individual
La “Caída del hombre” a un nivel inferior de vibración causó
cambios en la estructura corporal del hombre. La forma se hizo más densa, y la
creación mediante rayos de Luz llegó a su final. Igualmente la “Presencia YO
SOY”, el foco de Luz y Vida en el centro corazón, comenzó a decrecer en tamaño
e influencia. Por primera vez, el MIEDO se registró en el cuerpo etérico, y
nació el alma. Puede llamársele “alma” a los registros acumulados resultantes
del uso experimental de la Vida. Esta alma, morando en el cuerpo etérico, más
adelante influenció a cada personalidad en las encarnaciones sucesivas. El alma
tiene que ser redimida mediante energía calificada constructivamente, hasta que
no haya ya más dos, el alma y la Conciencia Divina, sino más bien, únicamente
Dios. La necesidad de la hora es re-adquirir esta Conciencia Divina. Es la
“Segunda Venida del Cristo”.
La densidad cada vez mayor del cuerpo físico causó cambios
en la forma corporal del hombre, y por primera vez el hombre experimentó la
manera actual de nacer.
Una vez que el velo asumió su efecto total, opacó por
completo la presencia visible de los Seres Divinos; igualmente, la Música de
las Esferas no podía escucharse ya más. La conciencia externa quedó sumergida
en la confusión, andando a tientas en la oscuridad.
A partir de la “Caída”, muy pocos individuos han logrado la
Ascensión. Casi todos, debido a la mala utilización de la energía, adquirieron
karma, y de esta manera, quedando atados a la rueda de muerte y renacimiento.
El efecto de los espíritus guardianes
Después de la “Caída del Hombre”, algunos de los Espíritus
Guardianes permanecieron en Cuerpos de Luz, escogiendo no asumir los recién
creados cuerpos de hombre. Entre ellos estaban Kwan Yin y el Gran Director
Divino. Ellos solicitaron la Ascensión, y les fue otorgada.
Sin embargo, algunos de los Guardianes escogieron ponerse
las nuevas vestiduras de carne, esperando mantener así una conexión a través
del velo con los Espíritus Guardianes Ascendidos. De esta manera ocurrió la
primera partida de estos individuos altruistas, con sólo la intuición y el
sentimiento del corazón dándoles un indicio de la conexión anterior.
Al transcurrir los siglos, los Espíritus Guardianes
no-ascendidos también se enredaron en su karma, olvidando su origen y fuente,
de esa manera atándose a sí mismos a la rueda de muerte y nacimiento. Kwan Yin
le dijo a los Estudiantes que fue el gran sacrificio de los Espíritus
Guardianes lo que ha hecho que amerite que los Maestros Ascendidos le den a la
Tierra una atención especial; y también ha justificado la ilimitada paciencia
para con el resto de la humanidad.
Efecto sobre la Jerarquía de la Tierra
Antes de la “Caída” existía únicamente un Concejo Liberador,
que consistía de tres miembros. No había discordia, por lo que no había necesidad
de juicio.
Después de la “Caída”, el Concejo Liberador fue reemplazado
por el Tribunal Kármico, que consistía de siete miembros (uno por cada Rayo).
El propósito del Tribunal Kármico es el siguiente:
1.- Mostrarle a las corrientes de vida lo que hicieron bien
y mal durante la última encarnación.
2.- Enviar a estas corrientes de vida individuales a salones
de clases (v.g.templos), donde pudieran recibir instrucción graduada de acuerdo
con su desarrollo espiritual.
3.- Velar porque los individuos tengan la oportunidad de
reencarnar y ponerlos en situaciones en las que tengan la oportunidad de
redimir el mal cometido durante la última encarnación.
4.- Presidir los Concejos de la Jerarquía, y otorgar o no
las peticiones que le hagan los Maestros Ascendidos y la humanidad
no-ascendida.
Las decisiones del Tribunal Kármico son finales; no existe
proceso alguno de apelación.
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