ESPIRITUS GUARDIANES
Justo antes de encarnar, cada corriente de vida escogida por el Manú fue citada a comparecer ante la Diosa de la Libertad. Allí, recibió el siguiente mensaje alentador:
“Mi Amado, estás en libertad de llevar Vida
Primigenia para el plano de la Tierra. Quedas en libertad en el mundo externo
(apariencia física) para utilizar la vida como tengas a bien. Estás en
libertad, Amado Mío, para invocar a cualquiera de Nosotros (Seres Ascendidos)
según te parezca, para asistirte cuando los momentums y la energía de tu mundo
no parezcan ser suficientes para manejar las condiciones necesarias para
realizar tu Plan Divino”.
Luego, fueron citados los Espíritus Guardianes para asistir
estos inocentes, quienes habrían de evolucionar sobre la Tierra. Los Espíritus
Guardianes son corrientes de vida que ya han pasado por el mismo proceso de
evolución en otro planeta. Son corrientes de vida más viejas y desarrolladas.
Pueden ser individuos ascendidos o no ascendidos. En gratitud por su servicio,
Helios los dota con una joya de luz flameante que llevan en la frente.
A fin de asumir la encarnación voluntaria en la Tierra,
todas las corrientes de vida en otros planetas tienen que someterse a las
mismas leyes que se aplican aquí. De allí que las vestiduras externas de los
Espíritus Guardianes sean idénticas a las de los hijos de la Tierra. Son de la
misma forma y tamaño físico.
Algunos Espíritus Guardianes hicieron el voto de no ascender
hasta que toda humanidad fuera libre. Muchos de estos individuos todavía están
con nosotros. Generalmente los seres no-ascendidos desconocen el hecho de que
ellos originalmente vinieron de otros planetas (los únicos que correctamente
pueden sintonizarse con los Registros Akáshicos de una encarnación anterior,
son los Maestros Ascendidos).
Llegó el momento en que concluyeron los trabajos de crear la
Tierra y de preparar la individualización, y el Planeta estaba listo para ser
habitada.
PROPÓSITO DE LA ENCARNACIÓN
A tres diferentes tipos de vida inteligente se les dio la
oportunidad de desenvolver su Naturaleza Divina en nuestro planeta. Estas
formas de vida eran Ángeles, seres humanos y elementales, contribuyendo cada
uno de alguna manera al bienestar y progreso de los demás; y a su fuerza vital
combinada se le ordenó tejer el puente espiritual para unir la Tierra con el
Corazón de Dios.
El propósito de la encarnación es alcanzar la maestría en un
plano inferior de vibración. Así, en la sustancia más densa del plano terrenal,
la humanidad aprende a esgrimir los poderes de pensamiento, sentimiento, palabra
hablada y acción; y a conscientemente crear como lo hace el Padre.
Crear es más difícil en un plano inferior de vibración que
en uno Superior. De allí que todo individuo que haya tenido esta experiencia
adicional y que haya logrado la maestría, tiene la oportunidad de progresar más
que aquellos que escogieron no encarnar.
PREPARACIÓN FINAL EN LA TIERRA
Antes de que los “Santos Inocentes” fueran invitados a la
Tierra, Amarilis, la Diosa de la Primavera, en compañía de legiones de
ayudantes angélicos y elementales, visitó a la Tierra con el ritmo de la
primavera en flor y belleza de naturaleza. Los elementales tejieron las más
pequeñas flores. El loto fue la primera flor manifestada en la Tierra. Los
Devas de la naturaleza desenvolvieron las hojas de los árboles. A la tonada de
la música rítmica de la creación, la naturaleza trabajó en conjunto durante
novecientas primaveras en ese proceso de embellecimiento, a fin de adornar la
Tierra para el descenso del hombre. Allí estaban los ríos, las cascadas, las
montañas, los lagos, los océanos, los árboles, la vegetación exuberante. Con su
superficie con aspecto de alabastro, la Tierra brillaba como una joya.
LA CAÍDA DEL HOMBRE: LOS REZAGADOS
Fue durante la entrada de la Cuarta Raza-Raíz, que se
convocó un Consejo Cósmico, cuya decisión cambio drásticamente el curso para
todas las evoluciones de la humanidad de la Tierra, Espíritus Guardianes,
Ángeles y elementales.
Este Consejo, al cual asistieron los Miembros de la
Jerarquía Espiritual de la Tierra, fue convocado para decidir qué hacer con los
millardos de corrientes de vida que vivían en otra galaxia. El desarrollo
espiritual de estas corrientes de vida era insuficiente para seguir habitando
en su propio planeta y seguir evolucionando. Como parte del Plan Divino, su
planeta iba a dar un paso de la Inhalación llevándolo un paso más cerca del
sol.
Según la Ley Cósmica, una mayor proximidad al sol requiere
de la aceleración de la vibración de un planeta y sus habitantes. Tales
individuos rehusaban plegarse al Plan Divino. Estaban complacidos con sus
pensamientos y sentimientos, y se habían quedado atrás en su proceso natural de
evolución. De allí que no calificaran para avanzar con su planeta. Los Maestros
se refieren a estos individuos como los “rezagados”.
Uno de los planes contemplaba hacerlos pasar por lo que se
conoce como la “segunda muerte”, lo cual obliga a la corriente de vida a
comenzar desde el principio otra vez, de vuelta al “Viaje por las Siete
Esferas”. Fue entonces que la Jerarquía de la Tierra, como un acto de
misericordia, ofreció la Tierra como un hogar planetario para ayudar a los
“rezagados” a completar su evolución. Las condiciones en este planeta eran
perfectas y armoniosas entonces, si bien, en comparación con otros planetas, su
acción vibratoria era levemente más lenta. Se esperaba que los “rezagados” se
contagiaran de la pureza y perfección de los pensamientos y sentimientos de la
gente de la Tierra y al adherirse a este ejemplo, gradualmente transmutarían su
karma. Si bien a los altos sacerdotes y a los Espíritus Guardianes se les
informó acerca de la llegada de los “rezagados” el resto de la humanidad
permaneció inconsciente del evento. Durante cien años, los altos sacerdotes
trataron de establecer (a punta de Decretos) un escudo alrededor de las
corrientes de vida de la Tierra, para impedir que se contagiaran con los
“rezagados”.
¿Cómo lucían los “rezagados” al llegar a la Tierra? Pues, al
ser atados a las mismas leyes que se aplicaban al resto de la humanidad sobre
la Tierra, fueron provistos de cuerpos similares y, por tanto, no se les podía
distinguir del resto.
Las fallas principales de los “rezagados” eran ARROGANCIA,
REBELIÓN, RESISTENCIA AL PROGRESO, TERQUEDAD Y RESENTIMIENTO HACIA EL CAMBIO.
Como es natural, ellos trajeron estas cualidades consigo. Los
pensamientos-forma impuros de los “rezagados” se regaron en la atmósfera de la
Tierra como si fuera smog. Fue el principio de la “niebla” de la que se habla
en la Biblia.
Con el correr del tiempo, la gente de la Tierra sucumbió a
las sutiles tentaciones de la curiosidad. Se sintonizaron a los
pensamientos-forma impuros de los “rezagados”, y comenzaron a jugar con ellos.
Esta experimentación con la mala utilización del libre albedrío causó lo que se
conoce con la “Caída del Hombre”. La humanidad comenzó a prestarle oídos al
“grupo incorrecto”. Independientemente de la Dirección Divina, la humanidad
deliberadamente escogió experimentar con la impureza. De esta manera, la
atención del hombre dejó de estar orientada exclusivamente a su “Presencia
“interna, el director de su actividad de Vida, haciéndose consciente de los
sentidos en vez de consciente de Dios. Y así, de acuerdo con la Ley Cósmica, la
humanidad manifestó aquello sobre lo cual ponía su atención y aquello sobre lo
cual más pensaba. El hombre, deliberada y conscientemente, le dio la espalda a
la Perfección y Dominio con que el Padre lo había dotado desde el principio.
La primera vez que apareció la niebla, era como una voluta
local de humo. Más adelante, al ir pasando el tiempo, se fue convirtiendo en
una niebla cada vez mayor, la cual gradualmente ocultó la presencia visible de
la Hueste Ascendida.
Fue así como la Gloria de la Perfección de las primeras dos
Edades Doradas llegó a su fin. Más adelante , cuando la cultura Atlante
floreció, hubo otras Edades Doradas durante las cuales el velo entre la Hueste
Ascendida y la humanidad fue rasgado parcialmente , sin embargo, la Perfección
de las primeras dos Edades Doradas era única y nunca más se ha vuelto a
equiparar. Los Maestros les han asegurado a los Estudiantes que es posible
rasgar el velo una vez más, de manera que pueda el hombre volver a caminar y
hablar con la Hueste Ascendida y los Ángeles.
Los “rezagados” no llegaron a la Tierra todos al mismo
tiempo. En vista de que la Tierra fue creada para tres y medio millardos de
corrientes de vida, y de que actualmente hay diez millardos de corrientes de
vida utilizando la Tierra como salón de clases (incluyendo a los que no están
encarnados actualmente), podemos asumir que fueron seis y medio millardos de
“rezagados” los que vinieron de otros sistemas.
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