CAPITULO XI. LAS DIFERENTES OPERACIONES MAGICAS Parte II
ENCANTAMIENTO.
El encantamiento consiste en una activación
psíquica y mental conscientemente voluntaria sobre un objeto, actividad o
lugar. Se basa en el hecho de que todo está vivo, desde un bollo a una amapola,
desde un barco de pesca a un cometa, y desde una maleta de viaje a un
ruiseñor...
El encantamiento es una transmisión de
partículas de conciencia a un objeto, actividad, planta o animal a los cuales
se quiere dar un nivel de existencia o de realización más elevados. Por eso, en
los llamados cuentos infantiles y en las leyendas de diferentes culturas y
países, abundan los relatos acerca de animales, utensilios de cocina, seres del
bosque, alimentos o casas que poseen vida independiente e inclusive inteligencia.
Esto es una manera de expresar mediante el lenguaje simbólico natural, el cual
nosotros muchas veces solemos llamar infantil, que cualquier objeto puede tomar
vida si se le realiza el encantamiento adecuado.
Así, si usted ha comprado un coche muevo es conveniente
que realice su encantamiento, el cual significa una conexión de ese vehículo
con usted mismo, con lo que el coche en sí tomará conciencia de la
responsabilidad y la labor que le van a ser encomendadas.
Para realizar el encantamiento de un automóvil
nuevo o ya usado, colóquelo preferiblemente por la mañana en un lugar donde le
llegue la luz solar, y preferiblemente en el campo.
Provéase de un cántaro de cristal con agua
pura de manantial, y esparza agua sucesivamente en los cuatro costados del coche
realizando la circunvolución en el sentido de las agujas del reloj, y
comenzando siempre por la parte frontal del coche. Una vez completada la
primera vuelta, alce su mano derecha y pronuncie:
"Te consagro, montura de...(citar el
nombre del propietario del coche) para que seas fiel carruaje del caballero (o
dama) al cual vas a servir con total lealtad. Tu labor es la de conducirlo sano
y salvo por cualquier sendero o paraje que él te indique, y siempre darás valor
a la prudencia y a la vida por encima de todo. Así sea".
Realice una segunda vuelta, asperjando el agua
en los cuatro costados del coche y retorne a la frontal del automóvil.
Pronuncie a continuación:
"Yo te doy realidad, vida y
responsabilidad con el nombre de ...(citar el nombre que el propietario haya
decidido para el coche), por todos los días de tu vida física".
En cuanto al encantamiento de casas,
habitaciones y negocios, ya hemos tratado en otros capítulos los procedimientos
a seguir.
LIMPIEZA.
A lo largo del curso hemos ido tocando lo
relativo a la operación de la limpieza como forma de iniciar un acto mágico, o
bien, como manera de preparar una habitación, por ejemplo para realizar una
sesión de terapia.
La limpieza implica un filtrado de las
energías, ya que el primer gran problema antes de limpiar algo es el cómo
separar la suciedad de aquello que se quiere mantener intacto y limpio. A
continuación vamos a definir un método sencillo de limpieza de un espacio
psíquico determinado, bien sea cerrado o al aire libre.
Para comenzar, colóquese en el centro teórico
de ese lugar de pie. Tome respiraciones profundas y relájese, una las palmas de
las manos a la altura del pecho como si fuera a rezar, y continúe profundizando
en su estado de relax. Tome aire, y al exhalar muy lentamente comience a
separar las manos y extienda muy despacio los brazos en cruz hacia los
laterales, pero siempre con las palmas señalando hacia el exterior. De alguna
manera, es como si usted se hubiera metido entre dos armarios y los estuviera
empujando con una cierta fuerza para separarlos lo más posible uno de otro, por
lo que las palmas de sus manos están tocando la superficie de cada uno de los
dos armarios. Cuando haya terminado de estirar al máximo los brazos, ello
coincide con el final de su exhalación. Todavía con los brazos a los lados
estirados en cruz, gire las palmas de las manos para que éstas miren ahora
hacia sus orejas, y haga que sus dos manos adopten forma de garra, como si
estuviera usted sosteniendo una bola en cada una de ellas. Comience a acercar
las manos hacia su cabeza al tiempo que va inhalando. Cuando las manos se unen,
lo hacen solamente por las puntas de los dedos. Ahora es como si usted tuviera
una sola bola cogida entre sus dos manos. Aplaste o disuelva completamente esa
bola de energía uniendo de nuevo las palmas de las manos y adoptando el mudra
de la oración.
Este proceso se repite hasta un total de siete
veces, y sus efectos de separación, limpieza y renovación de energías son por
lo general muy rápidos y notorios. El movimiento de las manos hacia afuera
(separación de los armarios) implica una expulsión de las energías desarmónicas
hacia el exterior del círculo mágico que usted está formando con sus brazos. A
continuación, el movimiento con las manos en forma de garra hacia dentro implica
la atracción o "arrastre" de energías puras, tanto de la polaridad
Yang (mano derecha) como de la polaridad Yinn (mano izquierda), las cuales
usted une en una sola bola de energía frente a su corazón, para luego exprimir
ésta y esparcirla en el espacio vital sobre el que está trabajando.
Por tanto, este ejercicio de limpieza se
compone de dos fases, siendo la primera la de "disolución de energías
desarmónicas", mientras que la segunda es la de "concentración de
fuerzas nutritivas vírgenes".
EXPANSION MAGICA O APERTURA.
En determinados momentos de una ceremonia
mágica, una vez que ya se ha realizado la limpieza del recinto y se ha
alcanzado la elevación psíquica imprescindible, el oficiante o guía del acto
quiere y pretende colocarse en estado de apertura hacia las fuerzas superiores
que va a recibir inmediatamente en una determinada medida. Para ello, se hace
uso del cuerpo en correspondencia continua con la actitud mental que el
oficiante está generando internamente.
El gesto corporal más usado para la apertura
es colocando las manos en forma de triángulo con el vértice de los dedos
índices hacia arriba, y a la altura del corazón, que es lo que se denomina la
"apertura del corazón radiante". Realícelo de la siguiente forma.
Una vez que considere que está ya en el
estadio adecuado, realice el mudra triangular a la altura del pecho manteniendo
su vista al frente en horizontal. Tome respiraciones profundas y cuando sepa
que ha llegado el momento oportuno, haga una respiración especialmente honda y
al exhalar deshaga el mudra abriendo sus brazos un poco hacia los lados y
volviendo las palmas de las manos hacia arriba, colocándolas al frente,
separadas unos 60 ó 70 cm. una de la otra. Visto desde fuera, es como si usted
estuviera sosteniendo un pequeño y grueso tronco sobre sus antebrazos. En el
preciso instante en el cual ha terminado de entreabrir sus brazos, lleve la
vista en un ángulo de unos 30 grados hacia arriba durante unos segundos.
Este ángulo de 30 grados está comprobado que,
realizado durante un breve espacio de tiempo, favorece la recepción de las
energías luminosas áureas y la llegada de la fuerza del Espíritu Santo.
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