Sol: astro que
bautiza nuestro sistema planetario, es regente del signo de Leo. El Sol rige el
corazón, el pericardio y las principales venas y arterias de la anatomía humana.
Asimismo, junto con Marte, es el principal involucrado en la circulación de la
energía vital en la persona. La salud cardiovascular y el estado de ánimo están
íntimamente vinculados a la energía de esta estrella y a la de su constelación.
Por lo tanto, elaborar preparados herbales bajo la influencia de Leo o con un
buen aspecto del Sol será adecuado si nuestro fin es el de abordar dolencias
relativas al sistema cardiovascular. Las plantas con flores de tonos
anaranjados y amarillos, picantes y de sensación cálida, suelen estar bajo
influencia solar.
Luna: el hermoso
satélite de los cielos nocturnos es regente del signo de Cáncer. En el cuerpo
humano, la Luna rige el útero, las mamas y el sistema digestivo, especialmente
el estómago. Aquellos productos herbales elaborados bajo la energía de la
constelación de Cáncer y de su benéfica influencia lunar potenciarán el cuidado
y estimularán la salud de los órganos gobernados por la Luna. Las plantas con
flores de color blanco y/o que se abren durante la noche suelen ser lunares,
presentando especiales virtudes suavizantes, calmantes y emolientes.
Júpiter: el
planeta más grande del sistema solar es también regente de Sagitario. Asimismo,
rige el órgano sólido más grande del cuerpo humano: el hígado. Por ello, bajo
el influjo de Júpiter es oportuna la elaboración de remedios hepáticos y
desintoxicantes, así como de aquellos que mejoren dolencias musculares,
problemas de visión y estados patológicos de ira. Las plantas gobernadas por
Júpiter presentan hojas grandes y frondosas, flores de color púrpura, morado o
similar, y suelen poseer un sabor amargo y astringente.
Saturno: el único
planeta que posee un sistema de anillos visible, como si de una especie de
frontera extraplanetaria se tratase, es también el regente de lo estructural,
de los componentes sólidos que dan rigidez y forma a la realidad. Su trono se
encuentra en el signo de Capricornio, y desde él influye energéticamente en los
huesos y articulaciones, en las uñas y el cabello, en los dientes y en el páncreas.
Las plantas medicinales ricas en sales minerales y que ayudan a aliviar
dolencias óseas y articulares pueden tener a Saturno como regente. Asimismo,
este maravilloso planeta posee el título (junto con Júpiter) de “cronocrator”,
el maestro del tiempo, por lo que plantas perennes estarán influidas por él.
Mercurio: el planeta más cercano al Sol y el segundo más caluroso del sistema solar es también el regente de los signos de Géminis y Virgo. Su influencia sobre la salud humana se ejerce principalmente sobre el sistema nervioso periférico y el sistema respiratorio si obra a través de la energía geminiana, y sobre los intestinos y el abdomen si lo hace a través de la energía virginiana. Los vegetales marcados por Mercurio suelen poseer propiedades sedantes y calmantes o, por el contrario, estimulantes del sistema nervioso. Del mismo modo, aquellas plantas adecuadas para tratar dolencias de las vías respiratorias y del tracto digestivo también son afines a él. Las hierbas medicinales de naturaleza heliófita (preferencia por ubicaciones soleadas) pueden estar influidas por este cálido planeta.
Urano: nos
encontramos ahora con el planeta más frío de todo el sistema solar y regente
del signo de Acuario. Su influjo en la salud humana se observa en el sistema
nervioso central (cerebro y neuronas) y en la médula, extendiéndose más allá de
lo material y perceptible hasta gobernar las energías relativas al campo
mental. Inspiraciones, intuición, pensamientos, ideas… Toda esta esfera
intangible tiene a Urano como protagonista. Aquellas plantas medicinales con
propiedades hipnóticas, narcóticas y enteógenas pueden estar bajo influjo
uraniano, al igual que las hierbas que agudizan el ingenio o el rendimiento
intelectual.
Plutón:
considerado como un planeta enano, no está en la misma clasificación planetaria
que el resto de planetas que orbitan alrededor del Sol. No obstante, Plutón es
el planeta más alejado del astro rey y, si se comparase con sus hermanos
mayores, también es el más frío. Considerado como el destructor, que permite la
creación y la renovación, Plutón rige el signo de Escorpio y su influencia
sobre la terapéutica humana se manifiesta en los órganos genitales, en el
recto, y en el ano. Asimismo, gobierna las plantas medicinales con propiedades
afrodisíacas y aquellas que estimulan la regeneración de tejidos dañados.
Venus: el planeta
más caluroso de todo el sistema solar es también el regente de los signos de
Tauro y Libra. A través de las energías de ambos signos contribuye a la salud
de la piel, de las mucosas internas (garganta y tracto urinario), de la vejiga,
de los riñones y de los genitales internos femeninos. Los vegetales ricos en
mucílagos, los cuales favorecen la salud y la protección de las mucosas, viven
bajo influencia venusina. Del mismo modo, aquellas plantas de fragancia dulce,
suave y profunda, que inspiran nuestro ánimo hacia la belleza y el amor, suelen
ser influidas por este fascinante planeta. Por supuesto, las hierbas oportunas
para solventar dolencias del aparato urinario como las infecciones de orina son
igualmente venusinas.
Neptuno:
conocemos ahora el que es considerado el planeta más alejado del Sol, siempre
con permiso del planeta enano Plutón. Y es que Neptuno, la perla azul del
sistema solar, actúa como regente del signo de Piscis, último signo del zodiaco
y el que nos transporta a la disolución con el Todo. Neptuno era reverenciado
en el mundo grecorromano como el dios de los mares y de los océanos, por lo que
la terapéutica de este frío planeta se manifiesta en el organismo a través de
la influencia en sus líquidos. Así, el sistema linfático y los fluidos
corporales son estimulados por este mundo azul. Por otro lado, toda la esfera
emocional del ser humano se ve condicionada por Neptuno, por ello, las hierbas
capaces de influir en el espectro emocional humano son consideradas como
neptunianas.
Marte: por
último, visitamos ahora el planeta del dios guerrero, aquel que regenta el
primer signo zodiacal: Aries. El conocido planeta rojo ejerce su influjo en la
anatomía humana principalmente en la región de la cabeza y en los órganos allí
ubicados (salvo el cerebro), como los oídos, la nariz y los ojos. Igualmente,
el sistema inmunitario y la energía vital (junto con el Sol) se ven afectados
por Marte. Su energía es altamente activa y movilizadora, pudiendo generar
golpes y accidentes en aquellas personas con un mal aspecto de este planeta.
Por ello, las especies vegetales con acción vulneraria e inmunoestimulante,
poseedoras de espinas, de flores de color rojo y con tendencia a crecer en
ambientes soleados serán consideradas marcianas.
Cada planeta se
configura como un catalizador, como un componente magistralmente hilvanado en
un mosaico de energías complementarias que estimulan o suavizan tendencias
energéticas concretas, todas ellas con posibilidad de ser aprovechadas para el
mayor bien de nuestra salud individual y colectiva.
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