domingo, 8 de septiembre de 2024

CURSO DE ALTA MAGIA BLANCA PRACTICA. Día 115

 F. SELLADO DEL HUEVO AURAL.

 

Como sabemos, el séptimo nivel del aura abarca todos los demás y se sitúa aproximadamente a unos 75 cm. en relación con nuestra piel. Con cierta frecuencia, según informan los clarividentes, el huevo aural puede encontrarse algo deformado en lo que es su contorno natural; en otras ocasiones, puede estar excesivamente delgado por algunas zonas específicas del cuerpo; o se pueden presentar bultos en su superficie e, inclusive, se han observado roturas o agujeros en su trama. Hacer que el huevo aural vuelva a tener un cascarón liso, uniforme y energético no es difícil.

 

Para completar la curación en el séptimo nivel del aura, el paciente ha de estar boca arriba y usted se situará sentado en la cabecera de él. Inclínese ligeramente hacia adelante y entonces coloque sus dos manos unidas con las palmas hacia abajo, a unos 75 cm. por encima de la cabeza de su paciente. Los brazos del sanador están estirados en diagonal hacia arriba. Entonces, concéntrese y deje fluir una energía de color áureo-dorado hacia sus manos al tiempo que comienza a separar éstas siempre con los brazos estirados. Baje la mano izquierda en semicírculo por el lado izquierdo, y la mano derecha simultáneamente y a la misma altura en semicírculo por el lado derecho, hasta llegar a describir un círculo lo más completo posible, aunque en la realidad tenga usted la limitación de las patas de la camilla. Luego vuelva a subir acompasadamente los dos brazos como describiendo o abarcando el mismo círculo pero en sentido ascendente, procurando que en cada momento el radio del círculo sea de unos 75 cm. con respecto al radio de su paciente. Trate de percibir la energía aural de la persona fortaleciéndose cada vez más, al tiempo que repite el ciclo de la circunferencia arriba y abajo hasta un mínimo de siete veces y un máximo de 21.


G. FINALIZACION.

 

Para finalizar con la sesión, el sanador necesita desligarse de las conexiones que ha adquirido con la persona a la cual ha estado curando. Para ello, puede hacer unas agitaciones bruscas de las manos hacia su lado derecho y posteriormente hacia su lado izquierdo. Entonces el terapeuta se coloca de pie. Vaya ahora hacia el costado derecho de su paciente, eleve sus dos manos separadas con las palmas de las manos hacia abajo 75 cm. por arriba del cuerpo del individuo, en los límites del cuerpo aural, y entonces pronuncie la siguiente fórmula:

 

"Rindo un homenaje silencioso a esta individualidad, y le devuelvo todas las facultades de su curación, ya que éstas residen dentro de sí mismo. Mi homenaje va dirigido a quien él es en esencia, a su poder para crear salud y equilibrar su vida, y esperando que mi pequeña contribución en el proceso de conexión con las fuerzas del Cosmos germine poderosamente dentro de él".

 

Ahora, el terapeuta definitivamente se separa cuanto menos un metro de su paciente y de pie toma respiraciones profundas tomando conciencia de su cuerpo y si quiere, incluso, dando unos pasos en la habitación.

 

Ya terminada la sesión, puede introducir durante un minuto sus dos manos en una vasija con agua y sal disuelta, para descargar la posible energía orgónica muerta.

 

Seguidamente, tome un vaso de agua mineral o de manantial y ofrézcala también a su paciente, pues ello ayudará a metabolizar las nuevas energías que se han visto renovadas.

 

Comente con su paciente las experiencias que él vivió.

 

 

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