CAPITULO XI. LAS DIFERENTES OPERACIONES MAGICAS Parte I
TRANSMISION.
Se entiende por transmisión a cualquier
intercambio fluidico dentro del C.E.U., con lo cual es algo que ya hemos venido
practicando, sobre todo con el manejo de las energías fluidicas transmitidas a
través de las manos hacia otra persona.
Hay otras formas de transmitir energía,
principalmente haciendo uso del poder emisor de los Chakras, lo cual necesita
de una labor de autoconciencia y de concentración interna para que tal
capacidad alcance la resonancia suficiente y pueda así llegar al objetivo
deseado.
Por ejemplo, si desea ponerse en comunicación
mental con alguien, colóquese en una postura en la cual su columna vertebral
esté erguida y se encuentre usted sentado cómodamente sobre un tapete en el
suelo. Realice el mudra triangular con los pulgares y los índices y póngalo
frente a su entrecejo. Entonces, tome conciencia del plano o nivel del sexto
Chakra, primero sintiendo que su tercer ojo se abre progresivamente o, lo que
es lo mismo, que su sexto chakra se amplía. Posteriormente, vaya percibiendo
con una cada vez mayor naturalidad que el plano psíquico en el cual su sexto
Chakra vibra, es en realidad un espacio que se prolonga por todo el universo
infinito, con lo cual todos los seres son y existen también en el nivel del
sexto Chakra. Obviamente, sabemos que dentro de un plano o nivel del universo
existen prácticamente infinitos subplanos, con lo que ahora usted precisa
modular o sintonizar para "buscar" la frecuencia deseada. A menudo,
hay quien confunde la telepatía con una especie de "conversación
telefónica sin cable", pensando que es relativamente fácil desarrollar una
conversación concreta y en un plazo de tiempo determinado mediante la simple
transmisión del pensamiento. Sin embargo, habitualmente los estudiantes se
encuentran con la desilusión de que tales "coloquios" telepáticos en
realidad son muy limitados, e inclusive ni siquiera llegan a presentarse.
Esto se debe a un error de base en la
comprensión del proceso telepático, pues hay que entender que el componente
tiempo es algo tremendamente elástico en el nivel de los planos sutiles. Por
tanto, la verdadera comunicación telepática en ocasiones posee un efecto
"retardado" o también, aunque parezca sorprendente, "por
adelantado". Es decir, si usted decide ahora transmitir un mensaje de
carácter elevado o espiritual a un amigo, es posible que él lo pueda captar
dentro de dos o tres días, de una manera espontánea, mientras se halla
realizando su trayecto de autobús diario, por ejemplo; o, por el contrario,
pudiera resultar que el mensaje que usted va a transmitir seguidamente, su
compañero lo haya captado "AYER".
En síntesis, el proceso de transmisión hay que
entenderlo dentro del plano en el cual se produce, y el nivel del sexto Chakra
está caracterizado por la omnipresencia, así como por una presencia más allá
del espacio lineal.
INVOCACION.
En este Curso se incluyen también prácticas de
invocación planetaria y a diferentes fuerzas de la naturaleza. La primera idea
que nos viene a la mente al respecto es que, si pensamos o si hemos comprobado
que las invocaciones funcionan, entonces es porque el ser humano tiene
permitido el atributo de invocar o de convocar a ciertas fuerzas sutiles.
Efectivamente así es, aunque hay que entender que si bien gozamos de cierta confianza
por parte del universo para participar en la dirección de sus fuerzas, también
es verdad que la citada confianza crece o decrece en función de la sinceridad y
del uso que demos a nuestros actos de invocación. Así, "si se cita a la
mesa" a determinadas energías sutiles solamente en plan de juego o para
presumir con los amigos de poderes "raros", entonces seguramente nos
encontraremos con la sorpresa de que "la fuente se seca", quizás por
largo tiempo. Esto lo pueden confirmar muchas personas que en determinados
momentos de su vida han tenido capacidades de carácter espiritual manifiestas,
pero que en un momento dado las pierden por alguna actitud de soberbia o de
presunción.
La invocación, por tanto, es un acto sencillo,
en el cual el lenguaje usado ha de ser claro, y relacionado de forma analógica
con la fuerza superior a la cual se quiere convocar. Es decir, si se cita el
concepto de luz dorada, entonces nos estamos refiriendo a algo que en el plano
simbólico afina con el Sol, mientras que si hablamos de "viento de verdad
y conocimiento", obviamente estaremos conectando con Hermes Mercurio.
Las invocaciones no tienen por qué ser largas,
y en ningún momento está limitado o restringido el hecho de solicitar dones
para otras personas o, inclusive, para uno mismo. Es precisamente un ejercicio
de discernimiento y de sabiduría el saber en qué momento es conveniente
realizar una invocación y cuándo es sencillamente el tiempo para trabajar y
esforzarse con nuestras propias facultades humanas. Así se alcanza el
equilibrio entre el llamamiento a lo sutil, y el trabajo de base en el día a
día.
ORACION.
La oración es similar a la invocación, aunque
por lo general la oración es más extensa y no pretende el atraer de forma
directa a una fuerza sutil. Por tanto, la oración es algo más relajante, más
reconfortante, y que sobre todo tiene como objetivo el generar una vibración
interna de paz, de serenidad y de apertura psíquica. Así, el acto de la oración
implica elevarse uno mismo sin mayores pretensiones de logros subsiguientes,
aunque el estudiante de Magia y el Mago saben que la repetición frecuente de la
oración genera un efecto benéfico de retorno sobre la persona o personas que la
han venido practicando.
En cambio, la invocación se basa en una
solicitud o pretensión directa enviada a los cielos con el fin de establecer un
puente o canal de comunicación energético entre lo de arriba y lo de abajo; es
así que la invocación no es algo de lo que se pueda abusar, pues evidentemente
existe el límite de que nunca podremos recibir más de lo que nos hemos
trabajado previamente.
La oración en cambio, es una práctica que
tiene mayores efectos cuanto más frecuentemente se realice pero, eso sí, sin
llegar a los extremos de pasar una o varias horas diarias realizando oración. Lo
conveniente es rezar a la misma hora del día a lo largo de la semana,
repitiendo una oración o una secuencia de oraciones, o bien, realizando cada
día de la semana una oración diferente que de alguna manera esté encadenada con
la anterior, para la próxima semana repetir de nuevo el ciclo, y así
sucesivamente.
En cuanto a los contenidos de la oración,
sería poco práctico aquí entrar en cuáles pueden ser las oraciones
convenientes, pues cualquiera de los libros sagrados, tales como la Biblia, el
Corán o el Bhaghavad Gita de los hindúes poseen infinidad de prédicas de un
altísimo nivel espiritual, pues en buena medida han sido transmitidas por las
entidades sutiles a los maestros y profetas que escribieron dichos textos
sagrados.
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