Usos de la Vara Atlante.
Parte 1
La Vara Atlante se carga
de la propia energía de quien la maneja. El
cobre es un metal de
conducción energética poderoso y el Cuarzo es un
amplificador de energía
muy potente cuando lo focalizamos hacia un
punto determinado, sobre
todo con nuestra intención, mirada y gesto.
Si además visualizamos y
sentimos la energía de un color determinado,
cuando la dirigimos a un
punto de dolor o desequilibrio, su fuerza
curativa es muy potente y
sanadora.
Antes de empezar ningún
tratamiento con la Vara Atlante seguiremos
los siguientes pasos:
Serenar la mente de todo
pensamiento.
Hacer varias
respiraciones profundas.
Tener a mano un incienso
encendido, vaso de agua o vela.
Mover energía de
agradecimiento, petición de ayuda, etc.
Visualizar los propios
chakras iluminados y reforzar la luminosidad
del huevo áurico.
Activar los filtros de
protección o el anillo violeta protector.
También se puede cargar
la Vara Atlante con unos minutos con Reiki.
A continuación aplicamos
la Vara Atlante al campo áurico de la
persona y visualizamos
como desde su ápice fluye un haz de luz, del
color que venga, que va a
reforzar todo su contorno áurico. Este haz
de luz energético lo
sentiremos llegando a través de nuestro chakra
Estrella del Alma/Corona/
por el brazo/mano hasta llegar a la Vara
Atlante, y como sale por
su ápice.
Si el tratamiento que
vamos a realizar está ya localizado en una
herida abierta, fractura,
dolencia localizada, úlcera, tumor, víscera
dañada, etc. dirigiremos
ahí exactamente la Vara Atlante durante
varios minutos, el tiempo
nos vendrá dado por nuestra intuición,
visualizando como fluye
la energía hasta sentir que ha concluido el
tratamiento.
Seguidamente podemos
"apartar" la energía negativa que podremos
visualizar alrededor del
punto tratado, haciendo rotaciones de
enganche y pasándolas al
humo del incienso, agua o fuego, tantas
veces como sintamos.
Una vez limpiamos
energéticamente la zona, enfocaremos de nuevo la
Vara Atlante y
visualizaremos como sale por su vértice energía rosada
que inundará la zona
afectada. Esta energía rosada la sentiremos
emanar desde nuestro
chakra corazón con mucho sentimiento de amor y
deseos de sanación para
el paciente, deseándole siempre que la
sanación se realice en
perfecto equilibrio, armonía, sin sufrimiento,
deseándole "lo mejor
de lo mejor".
Para terminar podemos
aplicar nuestras manos durante unos minutos, 3
como mínimo o bien darle
Reiki.
La frecuencia de este
tratamiento irá en función de la dolencia y de
la intuición del
cristaloterapeuta.
Este tratamiento sirve
igualmente para realizarlo a los árboles,
plantas y animales.
En el caso de que no
sepamos donde está el desequilibrio, seguiremos
los pasos del principio y
a continuación visualizaremos una conexión
especial desde el chakra
del entrecejo hacia la Vara Atlante, el
color será el que venga
aunque casi siempre es violeta azul y a veces
también dorado.
Pasaremos, de esta manera la Vara Atlante, chakra por
chakra, empezando por la
cabeza y tratando de visualizar donde está
el desequilibrio.
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