miércoles, 19 de agosto de 2020

QUÉ SIGNIFICA CRISTO Y QUÉ PUDO SER LA ESTRELLA DE BELÉN?




En la antigua Hélade y la Europa medieval se estudiaba la división de las esferas como parte de la Filosofía Natural (filósofos naturales fueron Pitágoras, Platón, Aristóteles, Newton, Descartes, Darwin, Leonardo da Vinci y Santo Tomás de Aquino, entre muchos otros).

LOS SIETE ESPÍRITUS DE DIOS

Los siete primeros cielos estarían ocupados por las siete esferas o “Siete Espíritus de Dios” (Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Saturno y Sol; que dieron nombre a los días de la semana); se da la circunstancia que el Sol ocupaba en esta “División de las Esferas” el Cuarto Cielo porque aún se desconocía que era centro de nuestro sistema solar. Estas siete esferas también son conocidas como “estrellas errantes”, pues cambian de posición en el firmamento con el devenir de los días (para observar el movimiento de las estrellas de este a oeste, siempre mirando al sur, es necesario evitar la contaminación lumínica de las ciudades).

EL CRISTALINO

El Octavo Cielo (del que forma parte el zodíaco) estaría formado por las estrellas fijas. Finalmente, el Cristalino o Noveno Cielo, formado por Agua Primigenia o filosófica Fuente de Vida, es lo que explica tanto el nombre de Cristo como el bautismo cristiano. De ahí que en el cuadro de Leonardo da Vinci titulado “Salvador del Mundo”, aparezca Jesús sosteniendo el “Cristalino” en la mano izquierda (el Mundo coronado por una cruz reproducido recurrentemente en el arte medieval). Cristo aparece representado por tanto en el Empíreo, acompañado por las almas de los Bienaventurados.

ESTRELLA DE BELÉN

Obsérvese en el cuadro de Leonardo los tres puntos luminosos que aparecen en el Cristalino. Representarían la Trinidad (de ahí los adornos trilobulados del arte gótico); la conjunción o “ESTRELLA DE BELÉN” que anunció el nacimiento del Mesías judío. A este respecto, decir que no son pocos en la Santa Sede quienes opinan que podría corresponderse con la propuesta por el astrónomo Kepler (Marte, Saturno y Júpiter en Piscis); conjunción que el autor de LOGIA GALBA sitúa el día veinticuatro de febrero del año 5 antes de nuestra era.

 


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