jueves, 25 de febrero de 2021

Como ser un alquimista Parte XX

           La iniciación    Parte IV

 

Escuchemos el consejo de Karl Meagh para quienes se practiquen este Arcano: Cuando en el período de la tensión muscular y antes de la inversión de la corrientes, surge la sensación de la eyaculación inminente, el fluido seminal será detenido echando la lengua tan atrás como sea posible y conteniendo la respiración.


Se recomienda (nos dice el M. Samael) también, la concentración de los músculos del ano, como si se estuviera practicando el ejercicio de concentración sobre el Muladhara Chacra.


Todo esto con el fin de no verter una sola gota de nuestro preciado liquido seminal.


El iniciado que osara derramar una sola gota de su vaso o copa, era sentenciado y le caía el peso de la ley de la manera más contundente, sin miramientos ni divagaciones, ley es ley y la ley se cumple.


Encontramos en una estela Maya la cruz “Tao” es decir, la cruz sin cabeza en forma de T, que nos invita a la muerte o decapitación del ego, estos son los defectos de tipo psicológicos que cargamos en nuestro interior y que nos alejan de nuestro Real Ser.


Curiosamente esta misma cruz, portan los miembros de la Orden de los Franciscanos, pero una vez más, sin saber el verdadero significado, pues los hechos y las obras de la gran mayoría de éste grupo religioso, así nos hacen pensar.


Quien era iniciado lo era para siempre y no se permitía dar un paso atrás. Una vez en la logia no hay manera de salir. Siempre las iniciaciones han sido muy secretas, pues quien las recibe es el Alma y no la personalidad.


El extraordinario suplicio de Andrés, lleno de enigmas y portentos, hizo célebre la Cruz en X, sobre la cual en forma despiadada habían atado sus miembros separados...


Indubitablemente y sin exageración alguna, podemos y debemos afirmar solemnemente, que esta X simbólica, que es ciertamente una K Griega, fue, es y será siempre, uno de los símbolos más valiosos del esoterismo Crístico ... Muchas Hermandades místicas adoptaron el mágico signo de Andrés, X (Krestos) el Pez, etc. Ostensiblemente Andrés fue específicamente aceptado por las esotéricas fraternidades de Escocia. No está de más afirmar en forma enfática que tales instituciones tienen el cardo como planta simbólica y eso está demostrado.


Alquimistas pertenecientes a dicha orden fueron: Thomas de Kempis; Geber; Raimundo Lulio; Nicolás Flamel; Sendivogius; Alberto el Grande; Santo Tomás de Aquino; Wingelius; Roger Bacón; Mathia Kornax; Paracelso; Arnoldo de Vilanova y muchos otros fueron también miembros activos de fraternidades similares.


Quienes reciben el Espíritu Inefable del Fohat Sagrado, que lo llevan en sí y que son debidamente marcados por su signo glorioso, ciertamente y en nombre de la verdad diremos que nada tienen que temer al fuego elemental.


Estos son los auténticos Hijos del Sol, los verdaderos discípulos de Helías, que tienen por guía al astro de sus antepasados...


Cuando el alquimista ha completado su trabajo en el magisterio del fuego, recibe la Iniciación Venusta.


El desposorio del Alma con el Cordero es la fiesta más grande del Alma. Aquel Gran Señor de Luz entra en ella. El se humaniza, ella se Diviniza. De esta mezcla Divina y Humana deviene eso que con tanto acierto llama el Adorable: El Hijo del Hombre.

            

          

            VI       El Alimento


            Parte I




Cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, se cerraron las puertas del edén, esto aconteció por haber comido del fruto prohibido, simbolizado por una manzana.


El V.M. Samael Aun Weor, en su libro “Las tres montañas” nos dice lo siguiente: La undécima hazaña de Hércules, el héroe Solar, tuvo lugar en el dominio trasatlántico, consistiendo en apropiarse de las Manzanas de las Hespérides, las ninfas, hijas de Héspero, vivísima representación del planeta Venus, el lucero delicioso del Amor...


También se suele relacionar con este viaje, la liberación de Prometeo - Lucifer, matando el águila que lo atormenta, así como la substitución temporánea del famoso Atlas, cargando el mundo sobre sus espaldas titánicas, para conseguir su auxilio...


Finalmente, las simbólicas Manzanas de Oro le son entregadas por la misma Hespérides, matando previamente al dragón que las guardaba...


Evidentemente, esta hazaña tiene estrecha relación con el relato bíblico de los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, en el jardín edénico, en el que sin embargo, el dragón está sustituido por una culebra, quien invita a recoger y probar esos frutos maravillosos, que Hércules después entrega a Atenea, la diosa de la sabiduría y su divina protectora...


Los alquimistas árabes relacionan al árbol con la materia prima y así en el libro de Abu´l Qasim, se puede leer a este respecto:


Esta materia prima, que es apropiada para la forma de elixir, se toma de un único árbol que crece en las tierras de Occidente... Y este árbol crece en la superficie del océano, así como las plantas crecen en la superficie de la tierra.


Y es éste árbol de tal condición que quien quiera que coma de él será obedecido por hombres y jinn; Es pues el árbol del cual Adán (¡qué la paz sea con él!) Tenía prohibido comer, de manera que cuando comió de él quedó transformado de su forma angélica en forma humana.

            En Mateo C. 21, V. 19 podemos leer: Y viendo una higuera ( Cabe resaltar                                la higuera es un símbolo inequívoco de la fuerza sexual.) cerca del camino

vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente. Y le dijo: “Nunca más para siempre nazca de ti fruto”. Y luego se secó la higuera.


De donde deducimos que si hacemos un mal uso de nuestra energía seminal, iremos perdiendo toda potencia sexual, siendo inútiles para un trabajo de tipo Superior (espiritualmente hablando), ya que sin la energía del Tercer Logos no queda otra que vegetar sin ningún tipo de aliciente más que el ver pasar el tiempo sin poder modificar nada de nada.

             





 

 

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