Energía
Muchos creen que la magia conlleva dibujar signos secretos,
pronunciar palabras incomprensibles, caminar de espaldas alrededor de piedras
agrietadas y muchos otros actos inusuales. Creen que tales cosas son el
principio y el fin de la magia.
De hecho, dichos actos son la parte menos importante de la magia. No tienen significado a menos que ayuden al mago a conectar con la energía en cualquiera de sus múltiples formas. En realidad la magia puede realizarse sin ningún tipo de movimiento, sin tocar objetos físicos e incluso sin pronunciar una sola palabra de poder. Para algunos, ésta es la forma más potente de la magia, porque utiliza solamente el poder de nuestras mentes y nuestros cuerpos. Pero eso no es magia natural.
Aunque la energía utilizada en la magia deriva de una fuente
universal, hay varias manifestaciones de ella. Adicionalmente, la energía
mágica también existe en formas no físicas (por ejemplo, el poder usado en los
rituales religiosos).
En la magia natural hay dos tipos de energía:
Poder personal
Empecemos por el principio: usted. Usted ya está
familiarizado con esta fuente de poder mágico. Lo ha sentido cuando ha subido
varios escalones, cuando ha visto una impactante película de terror, cuando se
ha enfadado o cuando se ha visto inmerso en el amor. Es el poder personal, la
energía que emana de nuestro cuerpo físico. Cuando gozamos de buena salud,
nuestro cuerpo es capaz de producir grandes cantidades de energía, corno sabe más
de un atleta que haya sido empujado a límites que parecen sobrehumanos. Esta
energía deriva de la tierra, porque nuestros cuerpos transforman la comida, la
luz del sol, el aire fresco y el agua en poder a nuestra disposición.
Normalmente utilizamos esta energía para mantenernos en buen estado de salud y
para actividades cotidianas, como hacer ejercicio, trabajar, dormir, estudiar,
pensar y el sexo, entre otras.
Generalmente liberamos el poder personal de nuestro cuerpo
mediante la mano de proyección. Es la mano que utilizamos para escribir; la
derecha en la mayoría de nosotros. Si es ambidiestro puede usar cualquiera de
las dos.
NOTA: la cantidad de energía descargada por el cuerpo
durante la magia no es tan grande como para causar daños a la salud del mago.
El poder de la Tierra energía de la tierra
La segunda fuente de energía mágica emana de la Tierra.
Aquellos de nosotros que hemos admirado un grupo de árboles, un campo de
flores, un lago tranquilo o una cueva hemos sentido ya algo de esta energía que
reside en la Tierra.
Los magos sienten incluso cantidades mayores de energía en
los objetos naturales y los eligen (según su naturaleza) para que actúen como
pilas mágicas en los rituales. Plantas, piedras, lagos, océanos, tormentas,
vientos, fuego y muchos otros están incluidos dentro de estos objetos
naturales. Cada uno posee tipos de energía distintos y característicos,
adecuados para cambios mágicos específicos.
En la magia natural unimos el poder personal con el poder de
la Tierra. Esto se hace mediante ciertos rituales encaminados a crear los
cambios que necesitamos. El tipo de cambio determina la naturaleza del poder de
la Tierra que debemos utilizar.
Absorbemos el poder de la Tierra (y todos los tipos de
energía que no se originan en nuestro cuerpo) a través de la mano de recepción
(la contraria de la mano de proyección descrita anteriormente). Para la mayoría
de nosotros es la mano izquierda.
El poder de la Tierra se divide en cuatro grandes grupos:
tierra, aire, fuego y agua. Estos son los Elementos
La necesidad o meta
No podemos hacer magia sin una necesidad. Ésta puede ser
cualquier cosa, desde perder peso o enamorarse a aprobar un examen o pagar
antiguas deudas. La necesidad debe ser una verdadera pasión y no un deseo
caprichoso.
La necesidad no debe ser imposible de conseguir. Llevar a cabo rituales encaminados a hacerle volar (sin ningún tipo de avión), a casarse con alguna famosa estrella cinematográfica (que nunca ha conocido) o a que le toque la lotería (cuando hay millones de personas intentando lo mismo) solamente le traerá decepciones.
Si sus necesidades son simples y alcanzables, se verá
premiado con el éxito.
Visualización
Es una de las partes más importantes de cada hechizo. La
visualización es un proceso natural por el que creamos imágenes en nuestras
mentes. En magia, creamos las imágenes de la necesidad y ahuyentamos todas las
imágenes del problema. Es decir, debemos vernos con muy buena salud, prósperos
o conduciendo un coche, pero nunca vemos enfermos, pobres o caminando hacia la
parada del autobús.
Nuestra habilidad para visualizar es una de las más
importantes herramientas de la magia. Somos capaces de crear (de ver) el futuro
en nuestras mentes. Crear imágenes en la mente durante la magia da una
dirección y un objetivo al poder que hemos convocado.
El hechizo
Un hechizo es un ritual mágico. Normalmente es de naturaleza
no-religiosa y conlleva, a menudo, la utilización de símbolos o de acciones y
palabras simbólicas. Consiste en una serie de movimientos específicos, el uso
de objetos y de procesos internos (como la visualización), para crear una
manifestación específica.
a) Despertar el poder personal (y. en magia natural, unirlo
con el poder de la Tierra).
b) Programar esta energía (a través de la visualización).
c) Liberar la energía.
Cargar
Es un aspecto de la magia natural. Cargar es un proceso
consistente en enviar poder personal a un objeto o a un lugar específico (tales
como un recipiente de agua, una vela, una hoja…). Para cargar algo, téngalo en
su mano de proyección, visualice la necesidad, despierte el poder personal
(apriete los músculos hasta que se estremezca) y proyecte la energía fuera de
su cuerpo, mediante la mano de proyección, hacia el objeto.
La voz mágica
Al recitar cantos mágicos y palabras de poder, utilice su
voz más firme, más poderosa. Hablar suavemente aminora los efectos de las
palabras. Las palabras están ahí para afectarle a usted, no a una extraña
entidad o deidad. Dígalas con tanta fuerza como pueda.
Naturalmente, habrá veces en las que tendrá que susurrar las
palabras. Cuando eso suceda, ponga tanto sentimiento en ellas como le sea
posible. El efecto será el mismo.
No se preocupe por la exactitud de las palabras. Aunque se
salte una de ellas no mermará la efectividad del hechizo. Pero si después de
tropezar en una o dos sílabas, nota que está perdiendo la concentración y que
su visualización se debilita, lo mejor es detenerse, volver un poco hacia atrás
y repetir otra vez las palabras.
Hay hechizos que no necesitan palabras. De hecho, en la
magia natural, la visualización es mucho más importante que las palabras. Las
palabras se pronuncian para fortalecer el poder personal, excitar las emociones
y afinar la visualización. Las palabras son los vehículos que le llevan a su
destino, no el mismo destino.
Scott Cunningham
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