martes, 23 de febrero de 2021

Taller de Metafísica Parte XLIX

EL PLAN DIVINO PARA LA HUMANIDAD

 


Nosotros escogimos voluntariamente encarnar en el ámbito físico. Es parte de nuestro Plan Divino: 

- evolucionar 

- hacernos más parecidos a Dios 

- utilizar nuestras habilidades creativas en el ámbito físico 

 

La creación en el ámbito físico, el cual es de un nivel vibratorio inferior, es más difícil. Sin embargo, la experiencia adicional de encarnar en este nivel vibratorio inferior, nos permitirá elevarnos más en nuestro futuro estado de desarrollo, después de que hayamos alcanzado nuestra Ascensión en la “Presencia YO SOY”, lo cual, en algún momento futuro, todo individuo tendrá que lograr. 

 

El hombre debe: 

 

- aprender quién es él 

- reconocer que es un creador y, como tal, debe ser maestro de lo que crea 

- controlar conscientemente y día a día sus pensamientos, palabras y acciones 


La Ley Cósmica es una instructora muy severa, y la Ley no se auto-aplica. 

Toda creación es un esfuerzo auto-consciente, y si el individuo a quien se ha dotado con este regalo de Vida, rehúsa asumir la responsabilidad o cumplir con su deber, su experiencia lo aguijoneará con miseria y sufrimiento hasta que lo haga. 

Los Maestros ayudan cuando se les permite hacerlo, pero no se les permite redimir el karma que resulta de la mala utilización de la energía. Se requiere de esfuerzo en el plano físico para poner en acción a los Maestros. Cuando la humanidad utiliza el conocimiento superior de manera constructiva, los Maestros quedan en libertad para aumentar Su asistencia. 

El Plan Divino original para la humanidad es la Perfección, el Dominio, el Uso armonioso y el Control de toda Sustancia. 

La atención a la propia Fuente de Vida, al Dador de todo bien y cosa perfecta es la “llave de oro” que abre la puerta. 

La discordia decrecerá en la experiencia externa del hombre a través del esfuerzo auto-consciente por comprender la Ley Cósmica, la Ley de Dios, así como también en la realización de que Dios está dentro de cada individuo, y que expresa Su plenitud por conducto suyo.  

De por sí, el hombre es el director consciente de sus actividades futuras. Su destino consiste en convertirse en co-creador con Dios. La rata de progreso hacia esa meta se determina estrictamente por sus pensamientos, sentimientos y acciones. 

El Plan Divino no contiene infelicidad alguna, ninguna bajeza ni ninguna limitación. El Plan Divino no es un conjunto estereotipado de cuerpos inamovibles que nunca cambiarán o expandirán su conciencia. Es un centro-corazón de Perfección para cada corriente de vida que pertenece a este esquema universal, y puede ser expandido ilimitadamente de acuerdo a los poderes creativos del individuo. 

El Plan Divino de la primavera es la abundancia de flores, capullos y árboles, una imagen de belleza y perfección, pero la cantidad de flores primaverales la determinan los individuos que han escogido cultivarlas. 

De igual manera, el Plan Divino de ustedes contempla: 

 

- un hogar bello y armonioso 

- un cuerpo feliz y saludable y 

- una mente iluminada 

 

así como una parte definitiva en el esquema eterno de la Creación. 

Desde el centro-corazón de su Plan Divino ustedes podrán tejer tanta belleza, perfección y expresión armoniosa como elijan hacerlo. Ustedes están predestinados a la Perfección, pero la cantidad de Perfección está siempre sujeta a la discreción de sus propias corrientes de vida. 

Sepan siempre que toda expresión física de cualquier parte de la vida que amplíe el ámbito de belleza, paz y bienestar, es una pulsación desde el centro-corazón del Plan Divino de Dios para todos. 

Por tanto, Amados estudiantes, abran sus corazones a la Perfección de la Voluntad de Dios para ustedes…¡y permitan que su Plan Divino se manifieste ahora! 

 

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