El Buen Hilo
En las enseñanzas de
la sabiduría al YO SOY se le describe como un hilo que corre a lo largo del
total de nuestra vida. Todos nosotros nacimos con una resolución de hacer esto
o aquello en la vida. No obstante, el objetivo se pierde en algún lugar del
camino. Los brotes del hilo se esparcen por doquier y se pierden. Aunque
queremos hacer muchas cosas buenas, el cuerpo, los sentidos y la mente no cooperan
con nosotros. El deseo ha tomado el lugar del objetivo de la vida, del hilo
central. Hacemos lo contrario de lo que queríamos hacer como alma; nos
dividimos en muchos pensamientos y actividades y por lo tanto, no nos
acercarnos a nosotros mismos. La mente ocupada no puede encontrar el hilo de la
vida.
Tenemos que recordar, reformarnos una y otra vez para
encontrar el propósito de la vida. En el silencio, recibimos el conocimiento de
cómo podemos satisfacer este propósito y actuar consecuentemente. Es por eso
que a la meditación se la considera un proceso centralización y alineamiento en
el que todos los brotes se unen en un hilo y se alinean así para formar una
guirnalda. Sin el hilo no habría alineamiento, la belleza se presenta sólo a
través del hilo.
Al hilo sobre el que se tejen todas las flores se llama
también el “sendero”, a lo largo de la cual podemos ascender. Otro nombre es
“sushumna”, el “buen hilo” de luz. El sushumna corre a lo largo del interior de
la espina dorsal y nos permite ascender del plano individual al universal. El
hilo mantiene unidos a todos los planos de la existencia, incluso a los
planetas y los sistemas solares aparentemente tan distantes unos de otros. Este
es el OM, el sonido básico de toda vida. Es el hilo de la vida, de la fuerza
vital, y el hilo de luz, de la conciencia.
Hilo de Oro y el Hilo de Plata
El principio de la vida y el principio de la conciencia
nacen en el momento en que AQUELLO se divide en Espíritu-Materia. Los dos hilos
vienen como dos canales que surgen del uno creador, y así el OM nos conduce en
el sendero de la evolución de retorno a la fuente de la existencia. Al hilo de
la conciencia se le llama también el hilo de plata, y el hilo de la vida, el
hilo de oro. El hilo de la vida nos permite continuar existiendo, y el hilo de
la conciencia nos permite continuar “experimentando vida”.
Las capas más sutiles de nuestro cuerpo están construidas
con hilos de energía con diversos nudos como centros. El principio de la vida
trabaja a través de las arterias, de las venas etc.; su asiento principal es el
corazón. La conciencia funciona a través de las glándulas y los tejidos
nerviosos, el tejido ligero llamado “nadis”; su asiento es el centro Ajna. A
través del hilo de la vida, el alma está conectada con el plano material, él
ata el alma a tres lugares en el cuerpo. Sin esta atadura, el alma podría
salirse del cuerpo, como un globo. Un nudo está entre el Muladhara y el centro
sacro, sujeta el alma a la materia.
Otro nudo está entre el plexo solar y el
corazón, y conecta con el plano de la fuerza. Un tercer nudo está alrededor de
la glándula pituitaria y la ata al plano de la conciencia. Si el individuo no
se ha despertado aún, el alma está aprisionada en el cuerpo y las glándulas no
funcionan totalmente. Cuando progresamos y la conciencia se desarrolla, las
glándulas también funcionan con capacidad máxima.
Nosotros reforzamos el hilo de la conciencia, que nos
conecta con el alma, por medio de la meditación, la oración, y a través del
conocimiento espiritual vivido. Reforzamos el hilo de la vida y de la salud a
través de ejercicios rítmicos de respiración. Trabajando con la respiración, la
conciencia progresa, hasta acercarse al centro interno y los dos hilos se
reúnen en el silencio de la pulsación sutil. Así el alma gana la maestría sobre
la personalidad.
Saliendo del Cuerpo
Durante las horas del sueño, el alma se retira al aura, sin
embargo, continúa conectada con el cuerpo a través del hilo de la vida. Así la
conciencia se absorbe con el principio de la vida el que continúa estando allí.
En el sueño, somos una conciencia pulsante, pero no sabemos cómo somos esta
conciencia. Las personas que han conseguido el conocimiento de la continuidad
de la conciencia son considerados como conocedores y maestros. Con los
conocedores, la conciencia no se pierde, ellos no duermen, sino que sólo dan
descanso al resto del cuerpo. También conocen métodos para dejar el cuerpo en
forma consciente y entrar conscientemente otra vez en una nueva forma.
Mientras vivimos en el cuerpo, permanecemos en la conexión
con él a través del hilo de plata, el que está atado al ombligo, incluso si
dejamos temporalmente el cuerpo. Cuando el hilo de la vida se rompe, el alma se
libera del cuerpo. Algunos pueden trasladarse a lugares lejanos distantes por
medio de viajes astrales, y mantienen la conexión con el cuerpo por medio del
hilo de plata. La capacidad de permanecer conscientemente fuera del cuerpo
durante el sueño puede entrenarse desarrollando el hábito de ver el cuerpo y de
percibirse fuera de él. Es bueno hacer estos ejercicios en presencia de una
persona que conozca esta ciencia. De lo contrario, puede haber ciertos choques
o disturbios.
El yoga y la meditación nos ayudan a experimentarnos como el
habitante del cuerpo y separado de él. Aprendemos esto observando los
pensamientos y de dónde vienen. Cuando vivimos en el estado del hombre interno,
el hombre externo es visible para nosotros. A esto se le llama también la
tercera iniciación. Entonces, cuando el cuerpo externo se desprende, no nos
incomoda mucho. Un iniciado puede desatar conscientemente el hilo de la vida de
modo de continuar con el hilo de la conciencia.
Cuando el hilo de la vida se
separa del cuerpo, el cuerpo muere.
Existe también la posibilidad para dejar el cuerpo junto con
el hilo de la vida, aún manteniendo la conexión al cuerpo. Esto lo hace un
maestro de la sabiduría quien puede salir de su cuerpo y aparecerse a aquéllos
a quienes guía. El Maestro CVV ha hecho esos experimentos con frecuencia.
Pensaban que estaba muerto, pero después de un rato volvía a entrar
deliberadamente en el cuerpo. De esta manera enviaba también a su esposa y a
sus discípulos a planos superiores para recopilar información.
No obstante, puede ocurrir también que el hilo de la vida
continúe y el hilo de la conciencia se debilite; en este caso, las personas ya
no comprenden bien. Hay casos en los que el hilo de la conciencia se separa y
el hilo de la vida continúa existiendo - y estos individuos no pueden morir.
Sus cuerpos se mantienen vivos en hospitales causando un gran desembolso. Las
estadísticas muestran que éste es el caso particularmente de los países ricos,
donde el apego a lo material es grande.
Lo que llamamos muerte es una descontinuación de la estancia
en el plano físico, no en los otros planos. El irse del cuerpo conscientemente
es por lo tanto salir, no morir. No obstante, las personas pierden generalmente
la conciencia durante la transición. Su hilo de conciencia se interrumpe y hay
que volverlo a encontrar. Para tomarlo de nuevo, tenemos que adquirir un cuerpo
y crecer bajo las circunstancias condicionadas por nosotros mismos.
Buscamos y
sentimos: Ésta no es mi dirección, ésta tampoco. De esta manera continuamos
buscando hasta que nos asentamos con una cosa en la que sentimos: Esto es. Con
frecuencia pasamos décadas en esta búsqueda antes de que nos enlacemos
nuevamente con el trabajo del alma.
Para consolidar el hilo de la conciencia hay un sacramento
en el Oriente que el padre conduce directamente después del nacimiento de un
niño, incluso antes del corte del cordón umbilical. El padre toca la cabeza del
niño e invoca al hilo de la conciencia que conecta al padre y al hijo
pronunciando mantrams cuyo significado es: “tú naces de cuerpo a cuerpo. Tú
eres el `YO SOY ' en mí, en la forma de mi niño.” Esto invita a la naturaleza
subconsciente del niño al sendero de la evolución. Provoca el desarrollo
ordenado de la mente que se desarrolla lentamente.
El Programa del Alma
El hilo del programa del alma se extiende a través de los
nacimientos y lleva las tendencias semilla, como una continuidad de parte de
nuestras conciencias, mientras que el programa del plano mental se borra con
las muertes consecutivas de los cuerpos físicos. Cuanto más rápido tomemos
nuevamente el hilo de la conciencia, mejor podremos continuar el trabajo.
Para
esto es importante, recordar la identidad del hilo de la conciencia, cuando
descartemos al cuerpo. Para mantener la conciencia, el cuerpo etérico debe
perfeccionarse. Éste es el trabajo que hace el Maestro CVV con aquéllos quienes
invocando los sonidos CVV, hacen un llamado al depósito del “Prana Abundante”
para que se derrame sobre ellos mismos.
El maestro perfeccionó su propio cuerpo etérico y preparó un
conjunto de muchos miles años para él. Él ha anclado el mismo tipo de
longevidad extraordinaria en los cuerpos etéricos de aquéllos que realmente lo
siguen. Cada vez que abandonan sus cuerpos físicos y consiguen otros nuevos,
ellos recuerdan la continuidad de su meta y la identidad de su hilo de
conciencia a través de las reencarnaciones. Esto lo ha hecho, para que los
seguidores puedan conducir el mismo Plan, como él lo hace.
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