Es importante siempre analizar:
Qué pido: si lo que pido es digno de obtener.
A quién se lo
pido: debo tener en cuenta los patronazgos, el ser de luz que trabaja para
ello.
Cómo lo pido: es
decir que ritual corresponde, que conviene aplicar en una situación dada, que
tipos de elementos encender, etc.
Cuándo pido: que
día corresponde a cada uno, que tiempo del año corresponde a cada uno.
Una cuestión que
engloba todo esto es si yo estoy a la altura de lo que pido. Agripa lo llama
“dignificación de mago”, y quiere decir que aquello por lo que yo pido va a
funcionar en la medida que yo pueda hacer algo por aquello que pido. No voy a
poder obtener nada por aquello que yo no haga nada. No voy a poder hacer nada,
ni con la oración, por aquellas cuestiones en las que yo no he trabajado. Hay
que encontrar la nivelación con San Francisco de Asís: “Señor haz de mi un
instrumento......”.
A medida que el
instrumento se va perfeccionando la energía se puede llegar a descender es cada
vez más alta y más fuerte (esto es la dignificación.)
Dignificación del mago:
Implica hacer
bien aquello que Dios nos dio como responsabilidad. Se le pueden llamar
ministerios. Saber ¿cuál es mi ministerio? Seria la primera pregunta del mago.
Esto lo podemos enmarcar dentro de la espiritualidad cotidiana “hacerse cargo
de aquello que es su propia historia y su propia vida”.
Dignificar es que si
estoy casado, vivo como una persona casada que respeta a su pareja, y si soy un
monje vivo como tal con todas las actitudes y costumbres de los monjes.
Dignificar implica que si yo pido, el que escucha va a responder respetando a
la persona que está pidiendo.
La clave de una buena magia es una buena persona.
Un buen mago es primero una buena persona. Un buen mago es responsable y éticamente
responsable de aquello que fue dado por Dios para obra y custodia.
La oración
es el sostén de toda la actividad del mago. El mago es una persona que se forma
de tres maneras, al igual que los alquimistas y los astrólogos. Todas las
oraciones que hagamos durante el día mientras realizamos otras cosas las vamos
a potenciar arrodillándonos frente al altar y rezando aunque sean cinco
minutos.
Orar es hablar
con Dios y este aspecto del mago lo llamamos “MISTICO”. Primero debemos
relacionarnos lo más íntimamente con Dios. Quiere decir sentirlo como presente
real y actuante en mi vida e historia. El que no lo tenga no puede trabajar con
esas energías, va a estar haciendo sin darse cuenta Magia personal.
“GNOSTICO” estudio
y dedicación. Me voy vinculando con el arte de la magia misma. Hay muchos
espíritus de luz que valoran el nivel de quema de pestañas por así decirlo. A
más dedicación más nos asisten.
“ASPECTO MÁGICO
PROPIAMENTE DICHO” responde a la calidad, el mago no es mago para sí mismo sino
que lo es para Dios. Lograr que los demás conozcan a Dios. A mayor bondad mayor
poder.
PROPOSITO DE LA TEURGIA:
LIBERAR: este es
el fin, implica desatar, desacondicionar, liberar un prejuicio, una enfermedad.
Dios es bondad. Curar es dejar la oscuridad. Consolar: palabra mágica llena de
contenidos.
ILUMINAR: es conjurar: la luz desplaza a la oscuridad por sí misma.
SU MEDIO: la
acción humana que lleva una energía divina; que se puede obtener por medios de
ritos, posturas corporales, significado de colores, oraciones, palabras, etc.
SU FUENTE: que es
Dios mismo. Se trata con aquellas divinidades que yo conozco como reales. No
puedo buscar a Buda, magia incaica u otra. Todo objeto y acción cristiana es
teúrgico como persignarse, rezar, caminar a Luján, rezar el Rosario......
Teúrgia es según
Papús la magia del amor. Yo sé que el amor es efectivo, pero hay determinadas
formas donde operativamente puede servir más.
La magia es la
forma del doble amor: servir a los de arriba y a los de abajo (nosotros.)
La Virgen en el cielo está en la tierra y viceversa.
Muchos aspectos
de la teúrgia se llaman fórmulas: formas de oración, respeto de Dios u horas.
La mayoría de las formulas para invocar energías divinas están tomadas de la
Biblia. Dentro de ella se extraen las fórmulas y las leyes, aquello que
funciona porque sé que es eterno, como por ejemplo las bienaventuranzas que son
leyes.
Además de las
formulas se trabaja con posturas, signos, asanas, con los que llamamos Santos
(compendio de oraciones tradicionales = La corona mística, Dogma y ritual de la
alta magia de Luis Fos Levi.)
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