Explicamos cada
variedad de té, comenzamos por el té negro:
Té negro:
El té negro se
descubrió por accidente en el siglo XVII cuando unos productores chinos se
equivocaron al elaborar un té verde y en vez de producirlo verde lo oxidaron de
color negro.
Se elabora con
las hojas de la planta Camellia sinensis, la misma que se utiliza para hacer el
té verde. No obstante, las hojas se fermentan y se dejan secar para darle ese
color oscuro y sabor tan intenso a consecuencia de la oxidación producida en el
proceso.
A diferencia de
otras clases de té, el negro es el que tiene mayores niveles de cafeína.
Uno de los
motivos es que el tiempo de infusión es más largo que el del té verde y que la
temperatura de remojo es más alta, normalmente hirviendo. Como el té negro está
oxidado, permite extraer más cafeína de la hoja que otros tipos de té.
Por esta razón,
mucha gente lo usa como sustituto del café. En concreto, 20 miligramos por cada
100 gramos de té.
Algunos de los
beneficios y propiedades del té negro son los siguientes:
Sus flavonoides
combaten la inflamación.
Favorecen una
función inmunitaria saludable.
Se puede cocinar
al vapor, dejar enfriarse y usar la infusión como remedio casero para pequeños
cortes y rasguños y reducir la hinchazón en estas heridas.
Además, un baño
de esta bebida también ayuda a aliviar la inflamación causada por la hiedra
venenosa. Del té negro se obtienen variedades como el english breakfast tea, en
otras palabras, el típico té inglés.
Té blanco
El té blanco es
una de los tipos de té menos procesada. Es característico por su delicado
sabor. Este tipo de té se cosecha antes de que las hojas abran por completo, lo
que hace que los brotes jóvenes mantengan unos finos pelos blancos, de ahí el
origen de té «blanco».
La recogida
manual y a destiempo de estos brotes jóvenes hace que no se oxide tanto como
las hojas de té verde o negro. Además, su proceso y recogida se hace a mano y
se secan rápidamente lo que origina un procesamiento mínimo y una baja
oxidación.
El té blanco es
sinónimo de un té más fresco y delicado. Sus beneficios son los siguientes:
Menor cantidad de
cafeína, por lo que es ideal para gente amante de bebidas descafeinadas.
Es el té más
eficaz para combatir diversas formas de cáncer gracias a su alto nivel de
antioxidantes.
Bueno para la
higiene dental gracias a su alta composición en catequinas, flúor y taninos que
fortalecer los dientes y ayudan a combatir la placa bacteriana.
Té verde
El té verde es
uno de los más famosos y el que se lleva muchos titulares. Este té es originario
de China, donde las hojas se procesan con calor mediante un método de cocción
en sartén o tostado.
En cambio, en
otros países como Japón las hojas se cuecen. Muchos de los beneficios del té
corresponden a esta variedad.
Aunque su
especialidad está en que es muy rico en flavonoides que benefician la salud
arterial y del corazón al ayudarnos a minimizar los niveles de colesterol malo
y la coagulación de la sangre, tal y como lo confirman diversos informes y
estudios.
Otras
investigaciones han descubierto que esta variedad de té es antiinflamatoria, lo
que ayuda a mantener la piel limpia y brillante.
Té matcha
El matcha es un
polvo de té verde muy fino y de gran calidad que se obtiene de las hojas
enteras de arbustos de té cultivados a la sombra. Se trata de un té muy famoso
desde hace unos años.
Contiene aún más
antioxidantes que el té verde normal ya que se ingieren las hojas. De hecho,
algunos expertos sugieren que una taza de matcha equivale a varias tazas de té
verde.
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