La autodefensa psíquica es el arte de expulsar a los seres,
energías o conjuros negativos dirigidos hacia usted de modo intencionado o
accidentalmente. Estas tácticas forman parte del repertorio general y de las
prácticas mágicas habituales de muchos brujos. De forma diaria, semanal o
mensual, muchos de nosotros realizamos este ritual de protección hacia nosotros
mismos, hacia quienes queremos o hacia nuestros hogares. Esto no significa que
estemos siempre a la expectativa de que se produzcan ataques psíquicos. Los
auténticos ataques psíquicos sin intentos focalizados y deliberados de causar
graves perjuicios mentales o físicos, y pueden proceder de una persona o
espíritu. Estos ataques son relativamente raros, pero pueden producirse,
especialmente cuando su magia adquiera mayor poder y despierte los celos y
envidia de algunos. Cuando realizamos nuestros ritos rutinarios de protección
no hacemos más que emplear el sentido común, impidiendo que la negatividad
aleatoria o los problemas nos alcancen antes de causarnos conflictos mayores.
Tan sólo una mínima porción de la energía negativa que entra
en su campo procede de una fuente consciente. El psiquismo destructivo es más
efectivo cuando procede de quienes son completamente inconscientes de que están
proyectando fuerzas negativas hacia usted.
Todos proyectamos magia; su
condición (negativa, positiva o neutral) depende de la estructura mental de
quien la envía. Algunas mentes inexpertas y envidiosas son las peores
agresoras, ya que suelen desconocer su capacidad de destrucción, mientras que
los iniciados en el ocultismo han aprendido a controlar el contenido de sus
emisiones energéticas.
PRINCIPIOS BASICOS DE AUTODEFENSA PSIQUICA:
En las artes mágicas, la autodefensa psíquica se conoce
también como "autovigilancia" (warding yourself). El término warding
procede del anglosajón weardian, que significa "vigilar, estar
alerta", y hace referencia a cualquier acto de protección que suponga el
mantenimiento de un perímetro defensivo en torno a usted (o a cualquier persona
o cosa que quiera proteger) para repeler los conflictos energéticos.
Las técnicas que emplee para la autodefensa deben basarse en
lo que ha aprendido hasta el momento sobre cómo aumentar, manipular y dirigir
las energías. Existen algunos métodos "brujescos" muy tradicionales
para la autodefensa, así como otros que dan una nueva orientación a los viejos
trucos.
DENTRO DE UN PENTAGRAMA:
Cuando sienta que su energía está siendo socavada o
amenazada, trace inmediatamente un pentagrama en el suelo y colóquese en su
interior. Este ejercerá como un pequeño círculo sagrado que repelerá esas
fuerzas que están minando las suyas.
Si se encuentra en un momento en que necesita estar
permanentemente protegido por un pentagrama, pero no puede trazarlo porque
pueden verle y tomarlo por loco, recuerde que tiene el recurso de la
visualización. A veces se piensa que esta forma de hacer magia, sin la ayuda de
herramientas, sólo entra dentro de las posibilidades de los grandes iniciados,
pero considero que en realidad esto le permitirá reforzar sus habilidades
mágicas para proyectar energía. Si se siente totalmente vinculado con las
energías que envía para alcanzar sus objetivos, nada impide que utilice el
poder de su mente para hacer magia cuando lo necesite.
Puede aumentar la efectividad de su pentagrama protector
coloreándolo mentalmente de rojo, oro o naranja. Son colores de fuego, que es
el elemento tradicional a la protección.
EL VELO DE ORO:
Uno de mis métodos favoritos para protegerme de forma
instantánea es crear una capa protectora de luz dorada que hago fluir de mi
corazón y proyecto a través de mi chakra de la coronilla. Lo visualizo como la
emanación de una luz protectora que forma un círculo que me envuelve, a fin de
repeler cualquier energía o espíritu negativos con los que no quiero entrar en
contacto. Al igual que en el caso del pentagrama, utilizo el dorado porque es
un color de fuego.
AUMENTAR EL CAMPO AURICO:
El aura es el campo energético que rodea a todas las cosas
vivas. Los ocultistas y los brujos han hecho toda una ciencia de leer el
tamaño, color y forma del aura para determinar el carácter o el estado de salud
mental o física. El aura está considerada como una proyección del cuerpo astral
o sutil, algo así como un doble etérico de nuestra persona física.
Se ha demostrado que podemos influir de forma temporal y a
voluntad en las características de nuestra aura forzando un cambio en nuestro
estado emocional o enviando energías mágicas a nuestro cuerpo con el objeto de
alterar la apariencia del aura. Cuando se sienta vulnerable a los ataques
psíquicos, como por ejemplo una proyección astral, puede aumentar el tamaño de
su aura para reforzar su capa protectora.
Para hacerlo, genere energías mentalmente y visualice cómo
son transferidas a su aura. Véalas y siéntalas cómo se expanden para crear un
capullo ovoide que le acuna y protege, y a través del cual no pueden pasar las
entidades no deseadas.
También puede añadir color a su aura para aumentar su poder
protector. Hágalo visualizando mentalmente el color elegido y concentrándose
para expandirlo. Los colores de fuego como el dorado, el naranja o el rojo son
los más recomendados. Y tampoco correrá el riesgo de equivocarse si escoge el
blanco puro.
ESCUDOS DE PODER:
Muchas de nuestras deidades paganas han sido representadas
portando escudos. Estos simbolizan la protección y el poder para rechazar los
golpes que se dirigen contra su cuerpo físico. Pero, cuando se conjuran
mentalmente, también pueden ejercer como protectores de su ser psíquico. Para
visualizar sus escudos, simplemente debe crear una imagen mental clara de como
éstos le rodean (o a su casa, su coche, et.) y después conferirles poder focalizando
su energía como haría con cualquier hechizo.
Cada brujo tiene una zona de su cuerpo que siente como más
vulnerable a las influencias negativas, siendo las más habituales el plexo
solar y las áreas frontales (centros de fuerte sensibilidad psíquica). Puede
experimentar colocando escudos en diferentes partes de su cuerpo para comprobar
en qué zonas se siente más seguro. Estos puntos no tienen por qué permanecer
estáticos, ya que sus necesidades de protección pueden variar en cada nueva
situación a la que se enfrente. Por ejemplo, alguien celoso de su melodiosa voz
puede dirigir un daño inconscientemente a sus cuerdas vocales, por lo que
necesitará proteger esa zona. Si alguien siente envidia de su capacidad para
levantarse cada mañana y correr 8 kilómetros antes de desayunar, sus piernas o
su caja torácica pueden necesitar una protección extra.
Los escudos psíquicos pueden adoptar la imagen que usted
desee. Pueden ser símbolos protectores, como los que portan las deidades, un
tótem animal, o pueden ser visualizados como escudos en llamas de fuego
protector.
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