La Navidad ocurre durante el mes más frío y oscuro del año, cuando la mayoría de los árboles se quedan sin hojas.
Pero la hiedra y el acebo, siempre están verdes en estas
fechas, y por eso desde los tiempos Célticos los anglosajones creen que ambas
tienen poderes mágicos. Justo por eso antes de la Navidad los celtas
decoraban las entradas de sus casas con acebo y hiedra: para
proteger sus hogares en contra de las fuerzas del mal.
Cómo hacerlo:
Se recoge una o dos ramas largas de hiedra y se enrosca en
forma de círculo. Siempre cerca de la fecha 21 de diciembre (fecha del
solsticio de invierno) y también para que nos dure la planta
lustrosa toda la navidad. Podemos ponerle acebo, o alguna otra, que
pueda ayudarnos a decorar la rosca (pino, abeto, muérdago, madroño, etc.)
Colocamos alrededor todo tipo de adornos que simbolicen para
nosotros la navidad, prosperidad, salud, amor, etc. Los ponemos sujetos con
alambre fino, hilos o cordones de colores, todo a nuestro gusto.
Imprescindible cascabeles, que van a simbolizar
la llamada de la suerte, y también sacuden y mueven la energía que no queremos
a nuestro alrededor para el próximo año.
Los adornos intentar colocarlos de tal forma que ellos
formen un pentagrama de 5 puntas (la estrella de protección).
Una vez confeccionada a nuestro gusto haremos un pequeño
ritual llamando a los elementales para que nos otorguen a través de esta rosca
la protección necesaria para el próximo año.
Colocar los cuatro elementos y encender incienso, vela etc.,
hacer el círculo de protección sobre el altar y decir en voz alta y firme:
“ Os reclamo energías de la naturaleza: agua,
fuego, tierra, aire.., que bajo vuestra protección y por medio
de esta hiedra natural crecida en nuestra amada tierra, recibamos para el
próximo año todas las bendiciones posibles junto con la protección
suprema para todos los aquí presentes y nuestros seres queridos.”
Que nuestro amor y gratitud os acompañe,
Así sea, así será.
Para demostrar gratitud, dejaremos en la ventana esa noche
un vaso con agua con azúcar morena y algún trozo de manzana, ello es una
ofrenda para los elementales que nos ayudarán a hacer posible nuestra petición,
a la mañana siguiente lo retiramos,
Una vez pasada la navidad los objetos colgados en
la rosca celta (cascabeles etc.) pueden guardarse para el próximo
año de forma amorosa y envueltos en papel de seda rojo. No mezclar con el resto
de los adornos, sino guardarlos en una caja especial para ellos.
La rosca de hiedra y demás plantas (si es que habéis
utilizado), se tiran a ser posible en el campo, nunca lo hagáis en el cubo de
la basura, los ingredientes resultantes de un trabajo mágico, siempre hay que
tratarlos con el máximo respeto, y si son parte de la naturaleza, deben de
volver a ella, para que la madre tierra se encargue de su
transformación.
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