domingo, 22 de noviembre de 2020

MAGIA DE LOS NUDOS, O MAGIA DE LAS CUERDAS Parte XIII

 


El nudo es un hecho mágico. No puede definirse como un “objeto” ya que ni siquiera existe antes de hacerse y luego, un simple movimiento envía a la nada su cuerpo y figura inconfundibles. No cabe duda que hay distintos tipos de nudos pero los registros de su uso se separan en tres planos. Un plano lógico-intelectual, un plano emotivo-sentimental y un plano físico o material.

El nudo como hecho frecuenta esos tres planos y los logros del artista que posee ese don aprendido y estudiado, son coronados con éxito en todo momento en que se usa el nudo como ayuda y compañero de dificultades.

El nudo como tal es una ayuda polimecánica y su ancestro es Dédalo, secundado por Odiseo. ¿Qué otra cosa es un laberinto más que un nudo? ¿Qué es un nudo sino un laberinto?. Hay que andarlo y luego desandarlo como hay que atar al nudo para luego desatarlo, o anudarlo y luego desanudarlo. La criptografía misma, la ciencia de las claves y de los códigos, es la ciencia de los nudos del lenguaje. El cuerpo humano es una somatografía (no geografía) llena de nudos, entre los cuales, el nudo principal se encuentra en el entrecejo. Un nudo es un encuentro entre dos realidades, encuentro que esconde un misterio de la unión de esas dos realidades similares. Pero toda realidad tiene su misterio y el nudo hace las veces de guardián de tales secretos. “Hazme un nudo y sabré quien eres”, se decía en tiempos antiguos.

Los mitos son nudos que hoy tenemos que desatar. Lo que se desata es el secreto mismo del mito. Mi maestro de nudos, Darío Lancini, me decía: Salta, se ata, se desata, es atlas. Una frase palindrómica cuya lectura corre en los dos sentidos. La oración tiene 25 letras que giran hacia el comienzo, al mismo tiempo que se desata la frase. Otro famoso palíndromo y cuadrado mágico laberíntico es el célebre sator: SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS

Este laberinto de palabras tiene una clave famosa: mezclando las letras y componiéndolas en cruz con una A y una O (A y O) en los lados cruciformes, el cuadrado SATOR se revela como el lugar en donde se esconde la expresión Pater Noster, el Padre Nuestro. A P A T E R APATERNOSTERO O S T E R O

Los nudos de la luna son los lugares donde ocurren los eclipses en la constelación del dragón del hemisferio norte.

NUD NOD K - NOT NIT NET NAT

Net es una red en inglés y la red es un mundo de nudos. El sentido es eso, una dirección, una vectorialidad, una polarización y una orientación que conviven en la paralela sagrada de la tradición gramática de las letras. Gramma en griego es letra, signo con sentido y clave de lectura. Hablemos del nudo. Se esconde en el inglés K Not. Hacer el nudo de una hamaca es una verdadera ciencia, la misma hamaca es una superficie de nudos sin fin. Cada hamaca tiene su cabeza y su cola y hay que saber como polarizarla y como orientarla.

¿Qué ocurre cuando se “hace” un nudo? ¿Qué “hace” un nudo? ¿Qué cambia con un nudo?. Empezaremos a responder a esas interrogaciones retóricas comenzando con la tercera. Con un nudo cambia el estado de las cosas. ¿Y qué son las “cosas”? Las cosas son de tres tipos: seres, hechos y objetos, y por lo tanto, con hacer un nudo cambia el estado de los seres, el estado de los hechos y el estado de los objetos. Los objetos pueden ya no caerse, lo mismo ocurre con los seres: no se caen ya...

 

están atados. Con los hechos pasa algo parecido: dejan de ocurrir, se paran, se detienen, se congelan. Un nudo ata, esa es la simple repuesta a la segunda interrogación. En cuanto a la primera, se puede decir que ocurre un fenómeno “necesario”, dependiendo de la intención.

 

Hay cosas que deben fluir, como la sangre en las venas, pero, a la vez, en una hemorragia la misma sangre debe “pararse”. Una fuente no debe ser “ligada” pero un diluvio tal vez si.

Hay en el Kalevala finés un episodio extraordinario en el cual el héroe herido detiene o “para” el borbotar de la sangre a través de un nudo de palabras: “si no paras, te diré tu origen”-, exclama el poeta y, de repente, la sangre se para. En el Brasil y en otros sitios de la tierra, un incendio se “ata” escribiendo sobre un papel que se arroja al fuego las palabras mágicas: SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS

Esas palabras paran y atan también los pensamientos que, a ratos, nos asaltan a todos como las llamas de un voraz incendio.

Hay que considerar al nudo como una de las creaciones más útiles para la humanidad. El nudo tiene un trayecto, no una trayectoria. Su camino es irreversible, es decir que no puede pasar dos veces por el mismo sitio, es un espacio topológico. Los más complicados nudos se desatan con un solo movimiento. En ello consiste el arte de los nudos: en atar y desatar. Hay nudos únicos, nudos dobles, triples, en serie, en rosario y cada una de estas situaciones tiene su clave y su razón.

Los cirujanos deben practicar y lograr hacer un nudo con una sola mano. Los dedos tienen mucho que ver con los nudos. Hay un tipo de nudos digitales que se hacen con los dedos: los hindúes los llaman mudras, es decir “sellos”, “patrones”, “matrices”. Con ellos se “ata” algo en el organismo, dado que cada dedo es una terminación, digamos que es un “terminal” de un órgano específico y por ello, su liberación o cierre implica en el metabolismo del respectivo órgano, un hecho similar. Algo hay que dispersar y entonces se deja fluir y también hay que tonificar para lo cual se “ata” el dedo respectivo, practicando un “nudo” de falanges y falangetas. He aquí las ilustraciones de algunos “nudos digitales” que deben ser aprendidos de un maestro. Sin el guía no hacemos más que balbucear entre las incógnitas que lleva tal arte, ciencia y técnica secreta. ¿Por qué “secreta”? Pues, por ser “sagrada”, es decir “mágica” y no debe ello estar al alcance de todos. Son armas poderosas que atan aún más que los nudos de cuerda o de cabo. Pero las sugerencias y las evocaciones de búsqueda abren la puerta de la investigación y de la necesidad de encontrar un maestro. Si lo buscas, él te encontrará. Ello es parecido a los libros sobre el arte del velero. Hay que marear, navegar, subir a la mar y en alta mar se descubre el secreto del viento, el arte de la vela y el sonido de la orza. No pueden comunicarse esos misterios a través de un libro pero el libro es el portal, el umbral para el paso hacia un mundo lleno de maravillas.

Todos empezamos con las trenzas. Es conveniente que los niños usen zapatos de trenza. Así tendrán el privilegio de saber el estado de su concentración y practicarán sus nudos en los pies como un primer paso hacia el arte mayor, el de los nudos de los pescadores, nudos náuticos, nudos marineros. El nauta tiene que ver con el nudo. Inclusive su sentido es el nudo y el radical NT viene a presentarse como la raíz misma de la navegación entre los griegos. El nautilus, el caracol perfecto en la armonía de la espiral, es un laberinto y como tal, es también un nudo.

También la noche, nit en catalán y notte en italiano, es un nudo, un nudo de la luz. Se desata en el alba y se ata en el crepúsculo, dos nudos o “nodos” del día. Nodurile mîinii dicen en rumano al referirse a las articulaciones digitales. No te extrañes cuando oigas que el andar no es otra cosa que “hacer nudos”. También el nido es un nudo y muchos pájaros hacen sus nidos con nudos de paja y briznas de hierba demostrando que el arte de los nudos no es sólo un privilegio de los humanos.

Un nudo es atar a la nada para crear un vacío y de allí la nada, palabra con la misma raíz.

“Nadie”, el sentido del nombre de Odiseo, significa “el nudo”, el que esconde un secreto que pocas veces pueden desatar.

Nada Nudo Nodo Nido Nadie

Nadar es “deshacer” nudos, al contrario de andar, el hacer nudos. El nuevo nacido es un nato y natale es el momento del año en el cual se hace un nudo y se deshace otro: el desatado se lía solo, y el nuevo nudo comienza a andar. He aquí la cinco vocales trabajando: NOTTE ® O NATO ® ANOTA®OTODO®ONOT®ONATA®ATONO®O NATALE ® A NADA ® A NADIE ® A NADAR ® A ANDAR ® A NAUTA ® A NIDO ® I NODO ® O NUDO ® U NADI ® A NET®ENUT®U

Los nadi en sánscrito son puntos secretos en el cuerpo, considerados como nudos de energía vital. Y la net inglesa nos evoca la superficie de nudos que toda araña sabe construir, a pesar de llamarse luego web, una red invisible y casi translúcida. También una nuez es un nudo, en inglés: nut. Entre los egipcios es la diosa Nut de los nacimientos y de la noche, la llamada Atenea entre los griegos: Atena. Estos no son meros juegos de palabras: son auténticas reliquias del lenguaje que nos han sido legadas por nuestros ancestros. Considera la nuez Considera la notte Considera el nodo Considera la net Considera el not

El “forgive me not”, la negación inglesa de la fluidez. Un not es un pararse, un atarse en el camino, un descanso decisivo del ruido de la palabra. A la vez, la nata es la leche atada y el todo no es otra cosa que un nudo al revés, es decir el desatar máximo de los seres, de los hechos y de los objetos, o sea de las “cosas”.

También el tono es un nudo, un arte de la melodía o un modelo de altura y de vibración. “Fuera de tono” es “fuera de nudo”. ¿Qué es una nota mas que un nudo? Unas “not as” musicales o una nota de letras es un enjambré de nudos, una red que se ensambla para formar un todo homogéneo. Por lo mismo agregaremos al grupo de palabras que tienen que ver con el nudo, la noción de nota. Sellos Digitales

Hermano mágico del clavo, el nudo posee una gran fuerza mágica y por ende, operativa. Hacer un nudo es cambiar una situación anterior. Ello permite fijar y contener un avance de las cosas y materializar lo trascendente y de atar y concentrar el cuerpo, el alma y el movimiento sutil del ser.

La acción de hacer un nudo puede ser negativa o positiva según lo que esa operación ata o prohíbe, según lo que pretende obstaculizar y parar. Dado que el nudo es un cierre y un obstáculo, una “parada” o “retención”, la acción y sus consecuencias depende mucho de qué es lo que se cierra, y de qué es lo que se obstaculiza, para o prohíbe en el avance. No se puede ignorar el estado anterior de las cosas en las cuales se pretende intervenir con un nudo. Ese nudo es un obstáculo y una suerte de aduana secreta donde todo lo anterior es reunido en un solo punto para que ocurra, o no ocurra, “algo”.

Si la expresión “estar sin nudos” o “sin nudos” simplemente, estar nudo, sugiere un estado de fluidez y de libertad, sin considerarse que lo contrario es también factible, es porque no se ha analizado con atención el estado anterior a la atadura.

A veces es necesario una dulce atadura para que en su seno se disfrute de una libertad sin límite. Es el caso de la expresión “ata para que se suelte y suelta para que se ate”, muy conocida entre los pescadores y de hecho, una expresión de los marineros, los expertos “en nudos”. Su cuerda de nudos, llamada cabo, ha marcado desde antaño la idea de velocidad que adquiere un barco: al dejarse caer en las olas un largo cabo que poseía nudos atados a distancias iguales, se podía deducir la velocidad de la nave, contando los nudos que quedaban fuera del agua al avanzar el barco.

No obstante, en la expresión “sin nudos”, al considerarse su sentido, hay una cierta confusión ya que “estar sin ataduras” y no tener obstáculos, no siempre es la manera de adquirir un estado de libertad interior.

El nudo es el prototipo del principio universal llamado libertad y la idea de ser libre se debate entre un atar y un soltar de la cuerda de los eventos. He aquí el modelo teórico del arquetipo de la libertad con sus dos símbolos, atar y soltar, con su metáfora unificadora del flujo, representado por una cuerda y con su prototipo que los humanos han llamado nudo.

Es necesario reflexionar en la idea de libertad interior para comprender el verdadero valor operativo del nudo. Hay que atar los pensamientos y las dudas para poder actuar con libertad. Cuando se nos informa que entre los romanos el Sacerdote de Júpiter, llamado Flamen Dialis, no podía tener ni un solo nudo en su vestimenta es para sugerir que su acción teúrgica u operativa era el resultado de una fluidez natural de las potencias cósmicas que se depositaban sobre su ser y lo acogían para que él sea instrumento de sus fuerzas y operador de sus designios. Un nudo en su ropa provocaría un retiro de esas energías y, a la vez, una imposibilidad operativa en la manifestación ritualística del movimiento.

 

La vestimenta: atavío externo que segrega a los seres creando separaciones irrelevantes. ¿Observas el nudo de la corbata? ¡El sacerdote no lo tiene!.

Ingrid pregunta y comenta: Daniel, no se si más adelante hablarás del cruzar las piernas, cuando se está en la iglesia por ejemplo, que en cierta forma conjura cualquier ritual. Según nos has enseñado, cruzar las piernas es también un nudo. Es cierto Ingrid. Cruzar las piernas es cerrarte para todo flujo de energía externa..

Un nudo prohíbe la entrada de toda fuerza externa y nada puede ya inmiscuirse en este recinto secreto de la atadura. No sólo se prohíbe la entrada de fuerzas negativas sino que las mismas fuerzas positivas están condenadas a quedarse “fuera”. Para entenderlo hay que

saber que el principio universal de la bondad y por ende, de lo bueno, se divide en dos estados complementarios es decir “simbólicos” llamados lo positivo y lo negativo.

 

Esas dos fuerzas se unen para formar el potencial, figura de unión o metáfora de carga y encuentro entre tales figuras que son llevadas, sea una hacia la otra, sea las dos al mismo tiempo, hacia un punto de encuentro común. Es esta la operación que se ha llamado metáfora o simplemente transporte: de lo positivo hacia lo negativo y viceversa, o desde los dos estados (positivo y negativo) al mismo tiempo, hacia un encuentro armónico de un centro o balance potencial. El prototipo no es más que el resultado tangible de todas esas reacciones y el nudo viene a materializar una noción trascendente que en nuestro caso se ha llamado libertad.

La libertad es un arquetipo, es decir un principio de la lógica de las cosas, una semilla que se siembra en la memoria de la humanidad para aparecer luego bajo la forma palpable de un elemento perceptible y operativo: el nudo. Los peregrinos que se dirigen a la Meca no deben tener ningún nudo en su vestidura. ¿Por qué? Puesto que sus ataduras con el mundo deben estar “desatadas”. Hay que saber cual es el sentido ritual operativo de todo peregrinaje. Se ha llamado Meca, Santiago de Compostela o Jerusalén, a un punto preciso de la anatomía humana: el entrecejo. Hasta allí hay que peregrinar, no a la Meca o a otra ciudad o lugar terrestre. El santuario lo lleva uno consigo mismo y allí hay que atar y atajar a los pensamientos, a las dudas, a los deseos y a todo lo demás. Para ello, tenemos que desatar los nudos que nos atan al mundo, a las cosas del mundo y a las cosas en general. Ya sabemos qué son las cosas: seres, hechos, objetos. Pero está bien: hasta que el peregrino entienda, que vaya a la Meca, a la Ceca, a Santiago o a Jerusalén. Le hará bien. Así va a madurar, va a sentirse realizado, va a despertar y quizá, va a encontrarse a sí mismo en el camino. Pero para ello hay que investigarse como ya hizo Heráclito: investigarse a sí mismo.

 

El capítulo 80 del Tao Te Ching, el libro más traducido después de la Biblia, habla del entrecejo como de un país, en el cual, los que allí (en el entrecejo) vivieren, retornarían alegres al uso de cuerdas con nudos. Es “un pequeño país”, dice el Tao Te Ching, “donde viven pocos” (!!!). Claro, muy pocos en este mundo prestan atención al entrecejo y a la práctica de atar los pensamientos con el nudo de la concentración. Los príncipes sacerdotales mayas eran representados con un gran nudo en el entrecejo para indicar su gran estado de calma y claridad, resultado del nudo de la concentración.

En cuanto a la acción de desatar o deshacer un nudo hay que decir que tal acción implica dos vertientes operativas: sea una crisis de debilidad y una pérdida de firmeza y unión por un lado; sea, por el otro, una liberación de ataduras y la solución de todas las trancas y obstáculos. Alejandro el Grande, al cortar el nudo gordiano, como consecuencia de su ignorancia para desatarlo, no ha hecho nada: el desatar un nudo no sólo ocurre en el mundo visible, tiene que ser resuelto el enigma para que tanto lo visible como lo invisible sea liberado. Por ello, cortar un nudo sólo resuelve una situación momentánea y material. El nudo queda tal cual en el mundo invisible. Pero como Alejandro tenía un tutor muy racionalista – Aristóteles mismo-, pensó que un nudo es una mera distorsión de la fluidez y un simple embrollo visible, ¿Por qué no cortarlo?. Soltar los cabos o las amarras no es lo mismo que picar los cabos. Entre los marineros “picar cabos” es huir sin más espera, un correr ahuyentado de un lugar que te expulsa sin permitirte siquiera “ desatar tus amarras” de una manera digna y sosegada. Hay que “cortarlas” porque estás amenazado. 

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