viernes, 13 de noviembre de 2020

Como ser alquimista Parte VI

 

 Quimera o Realidad     Parte  D

 

           Los Doce peldaños Alquimistas

                                                                  


Primer Peldaño: Putrefacción Las aguas son negras, simbolizadas con el Cuervo Negro. En este primer escalón, el principiante sólo tiene el Mercurio Bruto.

 

Segundo Peldaño: Conjunción Se realizará la unión Del Mercurio y el Azufre, – Fuego–. Ahora hay que “cocer y recocer” hasta unir las “naturalezas opuestas”.

 

Tercer Peldaño: Separación En este estadio del trabajo Alquimista, durante la conexión o “Coito Químico”, el yogui y la yoguina deben separar de tan sagrado acto el Azufre venenoso, el fuego bestial del abominable Órgano Kundartiguador y el Mercurio Seco, los “yoes” o defectos psicológicos. Esto es lo que se llama Refinar el Sacramento del Amor, separando “el humo de las llamas”, “lo sutil de lo espeso”.

 

Cuarto Peldaño: Solución El Mercurio ya ha abandonado el color negro y se ha convertido en una “solución favorable” lista para recibir el Fuego Sagrado; aquí las aguas son amarillas, simbolizadas con el águila amarilla.

 

Quinto Peldaño: Calcinación El Mercurio recibe el Fuego Sagrado y se convierte en Mercurio Azufrado, o Azufre Mercurial.

 

Sexto Peldaño: Sublimación De aquí en adelante hay que redoblar la vigilancia, cuidando la práctica, a fin de que no aparezca la negrura; es decir, se debe refinar mucho el acto amoroso, con el propósito de sublimar esta naturaleza.

 

Séptimo Peldaño: Cibación Él término “Cibación” en rigurosa Ciencia Alquimista significa que el mercurio Azufrado o Azufre Mercurial empieza a crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y a darles consistencia.

 

Octavo Peldaño: Coagulación En esta etapa, el Mercurio Azufrado coagula en nuestra anatomía oculta, bajo la forma de Cuerpos Existenciales: primero el Astral, luego el Mental y más tarde el Causal.

 

Noveno Peldaño: Fermentación. En esta etapa, hay que esperar que fermente el Compuesto, y para que fermente es necesario Morir en sí mismos, pues de lo contrario no es posible quitarle a los Cuerpos él “Oxido Mercurial” –los “yoes”–. En lenguaje alquimista, a este proceso se le denomina “Fermentación de la Levadura”.

 

Décimo Peldaño: Exaltación Entre el “augusto silencio de los sabios”, el prodigio se consuma poco a poco y el trabajo recibe su Exaltación, al ser Calificado. Entonces los Cuerpos Existenciales se convierten en Oro Puro.

 

Undécimo Peldaño: Multiplicación Estadio del trabajo Alquimista en el que se adquieren las virtudes de la Piedra Filosofal. El Mercurio Azufrado actúa en el trabajador de la Gran Obra, revelándole cosas inefables, permitiéndole recapitular misterios, etc. En otros términos, se activan los poderes de la Piedra Filosofal.

 

Duodécimo Peldaño: Proyección El Mercurio Azufrado puede proyectar su fuerza, es decir, manifestar su poder en cualquier dimensión. Los antiguos Alquimistas proyectaban oro a través de las yemas de sus dedos, y esos átomos quedaban vertidos en agua. Entonces, con un gotero, se dejaban caer gotas de ese compuesto sobre plomo derretido, quedando éste convertido en oro físico.

 

Por lo tanto los trabajos alquímicos están vinculados con el micro cosmos hombre y lejos de ser una fantasía es una realidad muy evidente para quien se pone a trabajar sobre sí mismo.

 

 

          El Elegido

 

          Parte A

 

          Hermes Trimegisto, el tres veces grande ha dicho: Lo que estaba oculto y                                escondido se hará manifiesto.

Quien ha sido elegido para entrar a trabajar en la Obra del Padre, es como el sacerdote, que ha sido revestido con las facultades propias de su cargo.


Aguardan al aspirante a alquimista pruebas y dificultades propias del nivel en que se encuentre.


De alguna manera, aquel que inicia a cocer la simiente, para poder conseguir el compuesto necesario, se retira de la vida vulgar, los lugares de entretenimiento de ésta época ya no le motivan, forman parte de un pasado oscuro y por lo mismo carente de luz, las lenguas de doble filo, el insulto y la blasfemia, no son buenas consejeras, quien fue elegido para trabajar como alquimista, empieza a morir a una vida mecánica...

Donde la ilusión forma parte de la vida junto a la fantasía.

 

Donde la falta de conciencia, es el común denominador de la sociedad.

 

Donde la falta de valor en la palabra es moneda de todos los días.

 

Donde la mentira es el medio para justificar nuestra negligencia.

 

Donde el orgullo, nos hace sentirnos superiores a los demás.

 

Donde vemos a nuestro hermano el hombre como un ser inferior.

 

Donde nos aprovechamos de las debilidades de los demás para nuestro beneficio.


Donde las limitaciones culturales de quien no ha sido educado como nosotros nos es motivo de superioridad.

 

Donde las necesidades de quien tiene menos es motivo para esclavizarlo y así conseguir nuestros caprichos egoicos.

 

Donde la ironía, se convierte en la burla sutil del quien se considera con buena educación.

 

Donde el aburrimiento, es consecuencia de una apatía cada vez más densa.

 

Donde los celos, no nos permiten vivir, ni dejamos que los demás vivan en libertad, convirtiéndonos en reos de nuestra fantasía. Donde la infidelidad es tan normal que nos parece natural.

 

Donde la acumulación, hace que nos convirtamos en avaros.

 

Donde la pereza, nos tiene tan impedidos que estamos apresados a un condicionamiento falso y torpe, que se manifiesta en nuestro estado no solo físico, sino también mental.

 

Donde la ira, nos emborracha en nuestros odios y destruimos lo que más queremos.

 

Donde la lujuria, nos somete a ésta vida, rescatando de nuestro subconsciente las más bajas pasiones, así los instintos sexuales no controlados nos inducen a cometer actos pasionales, fuera de todo orden. Donde la gula, nos hace vivir desmedidamente.

 

Donde la envidia, no nos permite aceptar nuestra propia realidad, haciéndonos sufrir por aquello que otros tienen.

 

Donde los nacionalismos nos impiden aceptar los valores de otros pueblos.

 

Donde...

Admitiendo estos estados psicológicos y emocionales u otros cuya raíz es el ego, (que así mismo, forman parte de nuestra realidad diaria) el elegido puede llegar a su propia muerte psicológica, haciendo que sean sepultados todos los inquilinos no deseados, que de alguna manera son una obstrucción para llegar a nuestro nacimiento segundo.


Al mismo tiempo que hay muerte psicológica, se produce no solo el nacimiento segundo, sino el florecimiento de las virtudes de todo trabajador en la Obra así como en la Gran Obra; Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza.


Las pruebas de muerte (psicológicas) hacen que el elegido se turbe, la amargura se hace presente y la continuidad se ve amenazada, es aquí cuando el neófito, debe superar las pruebas a las que es sometido.


La tristeza embarga al caminante, es más complicado éste camino que lo que a simple vista pudiera parecer. Es el momento de recogerse y orar. Algo nos hace sentir que estamos recuperando nuestra antigua sabiduría. En el Templo corazón, se guardan las más elevadas verdades, los tesoros espirituales más puros, donde en silencio aguardan nuestros Padres internos, el regreso del hijo pródigo, aquel que vendió su primogenitura por un plato de lentejas. El materialismo fue lo que compramos cuando caímos en el error y nos retiramos de la casa de nuestro Padre.

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