jueves, 26 de noviembre de 2020

Como ser alquimista Parte VII

 Como ser alquimista  Parte VII          


          El Elegido

 

             Parte B

            


  

En los momentos de tribulación, debemos mantenernos serenos, busquemos consuelo en los brazos de nuestro Ser. En su mano diestra, porta el mundo, un mundo espiritual, un microcosmos, que refleja según Fulcanelli, “Una parcela del caos primordial destinado, por la voluntad divina, a la renovación elemental en los tres reinos... ese caos convertido en cuerpo contiene confusamente la más pura semilla y la más próxima sustancia que existe de los minerales y de los metales”.

 

Y añade Basilio Valentin en el libro de las doce claves: (una semilla que) Fue reservada por El creador y prometida a la generación sola de los metales.

 

Es necesario dirigir nuestro corazón hacia Dios, hoy más que nunca, Él sabe lo que necesitamos mejor que nadie. “Pedid y se os dará”. Hagamos nuestra petición, oremos, y que esa oración, sea perseverante, para que así su misericordia se apiade de nosotros, y seamos elegidos para trabajar con fuego y agua, como verdaderos adeptos en el camino de Santiago. Camino accesible a los elegidos, a los mortales valerosos, sabios y perseverantes, que no se separan de su Stella Maris y a la que con inmenso amor y humildad le piden el favor de guiarlos junto al I A O.

 

A Alberto Magno fue atribuido el Ave Praeclara, himno lleno de alusiones alquímicas: Salve, estrella resplandeciente del mar, María nacida divina para iluminar a los pueblos. Virgen, ornamento del mundo, reina del cielo, elegida de entre todas, como el sol, hermosa como el fulgor de la luna. Haz que de la dulce fuente que manó de la roca en el desierto, con grave fe, bebamos y que se ciñan las cinturas bañadas en el mar, y que se contemple la serpiente broncínea en la cruz. Haz oh Virgen, que te convertiste en Madre por el fuego santo y por el verbo del Padre que tú llevaste, como la zarza ardiente, que nosotros, distintos por la piel, nos acercamos a ti, con el pie, con puros labios y con el corazón.

 

Raimundo Lulio ante la seriedad del tema y en una época restringida a una manera de pensar muy específica dice: Si develas esto serás condenado. Todo viene de Dios y todo debe regresar a Él, así pues conservarás para El solo, un secreto que solamente le pertenece a Él. Si por algunas palabras ligeras dieras a conocer lo que ha exigido tantos años de cuidados serías condenado sin remisión, en el juicio final por esta ofensa a la majestad Divina.

 

Vemos, por lo tanto, que el secreto del arcano o de los alquimistas, no siempre se entregó de manera gratuita o abierta, aunque siempre se mantuvo a las Jerarquías Divinas, como únicas vías de acceso al gran enigma.

 

A quien se le muestra el camino, definitivamente, es un elegido, donde el Padre deposita sus anhelos de autorrealización, ya que se le revela lo más trascendental de la naturaleza.

 

En múltiples ocasiones se ha entregado la clave velada, como así lo hiciera Morien: Oh noble rey, debéis saber también que toda perfección de éste magisterio consiste en tomar los cuerpos, que son consortes y que son semejantes. Pues esos cuerpos, mediante un artífice natural, están juntos y unidos sustancialmente el uno al otro, y concuerdan, se disuelven y se reciben el uno al otro, fertilizándose y perfeccionándose mutuamente.

 

O como podemos leer en el Bhagavad Gita, (en este caso advirtiéndonos de lo que nos espera si no conseguimos el nacimiento segundo) en sus textos 24 y 25 correspondientes al capítulo 8, ahora combinado el conocimiento con kabala numérica: Aquellos que conocen al Brahman Supremo dejan el mundo durante la influencia del Dios Ígneo, a la luz, en un momento auspicioso, durante la quincena de la luna, y durante los seis meses cuando el sol viaja por el norte. El místico que deja este mundo durante el humo, la noche, la quincena sin luna, o durante los seis meses cuando el sol pasa por el sur, o que llega a la luna, regresa otra vez.

 

A diferencia de otras religiones, en el Bhagavad-Gita, si hablan abiertamente del renacimiento, o tomar un nuevo cuerpo, en la siguiente existencia, esto es a todas luces una verdad, comprobable para quien despierta la conciencia, por lo mismo en estos trabajos de orden Superior es la minoría quien en una sola vida puede llegar a su desarrollo total como hombre o mujer, dejando aplazada la consumación de la Obra de transformación o transmutación, la mayoría; siendo un peligro no concluirlo en una sola existencia, pues nadie nos asegura, que podamos tener tantas vidas como veces que aplacemos la consumación del trabajo alquímico.

 

Tenemos que diferenciar entre neófito, que sería el que se ha adherido recientemente, y adepto, que es el que está afiliado, ya que según dicen los filósofos del arte hermético, los adeptos son los que han recibido el Don de Dios, es decir, la única y elevada inspiración que permite la consumación de la Gran Obra.


Dicen los Alquimistas, por lo tanto, Maestros de la Logia Blanca: Dios otorga la sabiduría a quien le place y la transmite por el Espíritu Santo, luz del mundo


Por eso la ciencia se considera un Don de Dios, en otra época reservada a sus ministros, de donde surge el nombre de Arte sacerdotal que llevaba en su origen. El elegido se convierte en neófito y si prosigue en su empeño, en adepto. Bien merece el esfuerzo necesario para llegar a convertirse en adepto...


No hay gracia en la tierra que se le compare a la gracia Divina. El adepto recibe entonces la triple corona de la iluminación; Omnipotencia, Omnisciencia y Gozo del amor divino eterno, así nos lo hace saber en su libro “Alquimia”, Klossowski de Rola, S.


Los baños de purificación son necesarios para el aspirante a la perfección. El baño es sinónimo de ablución. Así Tauler, místico europeo dice: He tenido que vaciarme de mí mismo... Desde entonces estoy pedido en este abismo. He dejado de hablar, soy mudo, sí, la Divinidad me ha engullido.


Siguiendo con las revelaciones del Maestro Samael Aun Weor, nos quedamos sorprendidos en su precisión y conocimiento tan vasto, cuando afirma: Juan es el patrono de los que hacen oro, a los Maestros de la Logia Blanca, se les llaman Hermanos de la orden de San Juan.


Pero difícilmente perteneceremos con todos nuestros derechos, y obligaciones a tan Bendita orden, si en nosotros no se manifiestan las virtudes del trabajo en la Obra del Padre.

La Justicia lleva la espada y la balanza y jamás variará.

El atributo esencial de la Prudencia es la serpiente, a la que a veces, se añade uno o muchos libros y más tarde un espejo. Igualmente, casi desde el origen, por una idea análoga a la de Dante, que había atribuido tres ojos a su Prudencia, los artífices dieron dos rostros a esta virtud.


La Templanza guarda a veces su espada en la vaina, pero lo más frecuente es que sostenga dos vasijas y parezca mezclar agua y vino; se trata del elemental símbolo de la sobriedad.


Por último la Fortaleza presenta los atributos de Sansón. Está armada con escudo y maza, unas veces, tiene la piel de león en la cabeza y un disco que figura el mundo en las manos, y otras veces, finalmente, y éste será su atributo definitivo al menos en Italia, lleva la columna entera o rota.


Se requiere ser equitativo con los demás, no servirnos de sus debilidades y mucho menos, ver cómo podemos beneficiarnos de nuestro conocimiento en contra de su ignorancia.


El león de la ley vigila todas nuestras acciones y pensamientos, por lo tanto, nada escapa a la ley Divina, la balanza se inclinará de acuerdo a nuestras obras. Dos son las posibilidades: o bien para el lado de nuestro Ser, que espera compensar nuestro trabajo, o para el lado de nuestra vida materialista, que nos lleva a la deriva de las fluctuaciones circunstanciales.

 

Así la espada de la justicia siempre está marcando el límite de nuestras acciones. No dejarse llevar por los instintos, actuar por consiguiente con prudencia, guardar fidelidad y saber esperar, son algunas de las premisas necesarias para pertenecer a la orden de San Juan. Requerimos de una armadura que nos proteja de nuestros enemigos, justamente, nuestra mayor y óptima protección la encontraremos en la doctrina gnóstica...

 

Nuestra Fortaleza no solo ha de ser espiritual, sino también física, para poder avanzar en el camino estrecho que nos conduzca hacia la victoria final. Después de haber modelado y regulado las pasiones humanas, podremos conseguir la Templanza necesaria para salir triunfantes de tan elevada batalla.

 

Veamos que nos dice el nuevo Testamento en la epístola primera de San Pedro, C.IV,V.3: Porque demasiado tiempo habéis pasado durante vuestra vida anterior abandonados a las mismas pasiones que los paganos, viviendo en lascivias, en codicias, en embriagueces, en glotonerías en excesos en las bebidas y en idolatrías abominables.

 

Si existe una esperanza, es la que los alquimistas de todos los tiempos han pregonado, y ésta esperanza, radica en alejarse del camino ancho, y entrar en el camino estrecho para pasar por la puerta angosta.

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