En una hoja de papel o en un cuaderno,
haz un dibujo de
cuando eras niño,
expresa todo lo que quieres proyectar y
elige el material con
el que te sientas más cómodo, lápices de colores, crayones,
plumones, etc.
¿Qué logras percibir del dibujo que hiciste?
¿Qué está
haciendo el niño?
¿Qué colores utilizaste?
Pon el papel
en blanco encima de la mesa y selecciona los colores que se mencionan abajo.
Ahora,
dibuja tu niño interior procurado usar toda la hoja. Debes dibujarlo a mano, y
tratar antes de empezar a hacer el dibujo, de imaginar cómo es ese niño. El
dibujo ha de hacerse a mano y a lápiz en principio. Luego, con los ojos
cerrados y con la mano opuesta a la que escribes, revuelve los colores de
enfrente y elije uno. Y colorea la primera parte, en este caso la cabeza. Una
vez que acabe dicha parte, coloque el color en el mismo sitio y con los ojos
cerrados remueva de nuevo y seleccione de nuevo (no importa si vuelve a
repetirse el mismo color. Ve sacando colores 7 veces, hasta que acabes de
dibujar todas las partes.
Una vez ha
finalizado de dibujar, mira atentamente tu dibujo y los colores que has
utilizado.
Ahora vamos
a explorar lo que significa cada color y su relación con cada parte dibujada.
ROJO: indica
enojo, falta de confianza, y quizá envidia, celos y/o reclamos guardados que se
han quedado en esta parte de tu cuerpo. Si pintas de rojo la cabeza, puedes
padecer de dolores de cabeza o problemas asociados al sistema nervioso, así
como problemas oculares, de oído, etc. Si pintas de rojo las manos o los
brazos, puede indicar que estás enojado con las cosas que has intentado detener
o manejar en tu vida, y podrías padecer de artritis o dolores musculares. Si es
en el área del corazón, entonces puedes sentir resentimiento con alguien o algo
de tu pasado, eres impaciente, quizá celoso y no confías en ti. Si pintaste las
piernas con este color, de alguna forma la ira no te deja avanzar o puede ser un
obstáculo también tu falta de confianza y amor por ti.
AMARILLO: si
es en la cabeza indica que hay comprensión, sabiduría e ideas lucidas. En la
parte media representa la habilidad o alegría o comprensión con la que se
realizan las tareas cotidianas. Por lo general, indica sabiduría en cualquier
parte del cuerpo, o también puede indicar un fuerte deseo de comprender las
cosas y de salir adelante.
VERDE: el
verde representa la sanación y la creatividad, pero puede además representar
perfeccionismo o ganas fuertes de sanar. En el área de la cabeza, indica que
tienes habilidades creativas en las áreas de tu vida, y que te sabes adaptar a
las circunstancias, que eres alguien flexible. La cantidad de verde en el
dibujo puede indicar también la esperanza, o que tanta fe hay en tu niño
interior. Si tu dibujo carece de verde o tiene muy poco, lo más seguro es que
tiendas a sentir desesperanza o tengas una profunda desilusión.
AZUL: indica
frialdad o una vida muy razonada y pensada que puede estar conducida únicamente
por patrones aprendidos. En la cabeza, puede indicar un intelecto muy elevado.
En el área del corazón, significa que puedes tener experiencias dolorosas que
has congelado para poder vivir y que eres frío o que mantienes distancia
emocional con las cosas y personas. Mucho azul en el dibujo puede indicar que
eres poco comunicativo o tímido pero quizá con muchas ganas de comunicarte o
expresarte o decir lo que quieres y piensas. En algunos casos, podría indicar
que eres muy tajante en tus decisiones. Si dibujaste tus manos de azul indica
un carácter muy detallista e incluso obsesivo con las cosas que hace, puedes
ser inflexible cuando se necesita que seas flexible. Si pintaste tus pies de
azul, puede representar que te cuesta trabajo para avanzar en la vida y ver
proyectos a futuro.
ROSA:
representa la calidez emocional, el amor no pasional, la ternura y la
comprensión. Rosa en tu cabeza indica que te esfuerzas siempre por comprender a
los demás. En el corazón, puede significar que estas desarrollando un nuevo
amor por todas las cosas o que quizá necesitas dártelo a ti mismo. Si tienes
mucho rosa en tu dibujo, puede que estés en un proceso profundo de
transformación o de amor por ti. Si pitaste tus pies de rosa, indica que el
camino que quieres seguir está relacionado con el amor y el engrandecimiento de
tu vida.
NEGRO: es el
color de la ausencia, de que no estas presente en tu vida como un amigo o
compañero, que te dejas a un lado por atender otros asuntos. En la cabeza,
indica que no tienes claro lo que quieres ni a dónde vas, o que eres muy
crítico y enjuicias con severidad a los demás. En el corazón, significa
resentimiento, violencia o sentimientos de amargura, no te sientes libre y
quizá te sientas atrapado en condiciones que no te agradan y que incluso detestas.
Si es en otra parte del cuerpo, indica que te desagrada las cosas que haces y
que sientes que no te llevan a ningún lado, lo que puede provocarte mucha
soledad y sentimientos de incomprensión y confusión. Si es en tus pies puede
indicar un carácter pesimista, y si es a la altura de los órganos sexuales,
indica muy poco o nulo gozo en la vida. Es urgente que trabajes con tu niño
interior! Que le hables y entables un contacto con el poco a poco.
MARRÓN: es
el color de la indiferencia o de no estar muy motivado o desganado. Si es en la
cabeza indica que puedes tener pensamientos de resistencia a crecer. Si el
marrón predomina en el dibujo es que tiendes a ser depresivo o tener
alteraciones con el sistema nervioso.
NARANJA:
representa la necesidad de cambio, de transición y de lo nuevo. De un nuevo
nacimiento. Cuando hay mucho naranja en el dibujo, puede indicar un gran anhelo
de cambio o ya estar en el proceso, por lo que necesitaras mucho apoyo de ti
mismo para que puedas llevarte a dónde quieres.
Esta es una
breve guía de cómo puedes saber en qué áreas tu niño está dañado o necesita que
lo apoyes. Recuerda que una faceta de la madurez emocional es aprender a
hacernos responsables de nuestra felicidad, y comprender que aquellos que nos
lastimaron o nos causaron algún daño hacían lo que mejor podían, actuaron con
ignorancia, y sin embargo, pelear o tener sentimientos de enojo contra ellos no
soluciona nada sino que solo nos causa enojo y tensión. Dejar ir el
resentimiento consiste en volvernos padres amorosos de nosotros mismos,
apoyarnos y encontrar el lugar donde nos sentimos en paz y alegres, niños
amados, para que podamos entonces no exigir la felicidad sino aprender a
compartirla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario