Aunque en algunas culturas se consideraban negativos, en la mayoría
se tenían como símbolos de la sabiduría y para proteger el hogar.
En Japón se consideraba que el grito de la lechuza alertaba de peligros.
Se tiene la creencia de que el tener un encuentro de forma casual
con un búho, es una excelente señal de buen augurio en todos los
sentidos, pero fundamentalmente en el aspecto económico.
Es por esta creencia que las personas llevan consigo la figura del
animal, ya sea como colgante, llavero, aretes, entre otras muchas
opciones; ya que esperan tener una vida afortunada, no solo para sí
mismos, sino también para todos los que lo rodeen.
Por otro lado, también se dice que los búhos son excelentes protectores
contra el oscurantismo y la ignorancia.
Debido a esto, es que no es difícil encontrar la representación del animal en objetos como talismanes o adornos para que las personas los puedan tener en sus hogares.
La representación del animal en los diferentes objetos de buena fortuna es a través de una gran cabeza y los ojos muy grandes.
Esto es debido a que los ojos del búho son símbolo de la inteligencia.
Es por esto que, tener un amuleto de este tipo el día que tengas que dar una prueba, realizar un estudio o en cualquier actividad relacionada con el intelecto, puede ser muy beneficioso y valioso.
Además, también se le considera un excelente amuleto para protegerte contra el mal del ojo, por lo que, en estos casos se recomienda llevarlo siempre con nosotros, de preferencia colgado en el cuello para que tenga contacto con la piel.
Por último, tener la imagen de un búho en la casa es excelente para proteger tu hogar de todas las energías negativas que provengan del exterior, así que no dudes en adquirir un adornito con esta figura para ponerlo en el rincón que prefieras.
PATA DE CONEJO
A los conejos y las liebres se los consideraba como que eran muy afortunados porque se asociaban con la primavera y por tanto la vuelta de las flores y plantas.
Como la primavera es época de fertilidad, al ver a los conejos correr por los campos se daba por hecho que habría abundancia ese año.
Si ves conejos por el jardín se considera que ese año será fértil para tener hijos o para cultivar cosechas.
Dicen que la persona que persigue la buena suerte, debiera llevar consigo la pata de un conejo.
Históricamente, la pata de conejo poseía poderes mágicos.
En Europa, la suerte atribuida a una pata de conejo, se debe a una creencia arraigada en un antiguo totemismo, porque el hombre, que se adelantó al darwinismo en varios miles de años, pensaba que descendía
de los animales.
CADA TRIBU TENÍA UN ANIMAL COMO MASCOTA.
En la literatura bíblica, esa creencia es el origen de numerosas leyes dietéticas que prohíben el consumo de ciertos animales totémicos. También hemos heredado del totemismo la costumbre de utilizar una mascota para los deportes, que ha de atraer la suerte sobre el equipo, y también nuestra tendencia a clasificar grupos de personas mediante imágenes o rasgos de animales.
Vale que hayamos abandonado la práctica de llevar físicamente de un lado a otro nuestros tótems identificativos, pero lo cierto es que permanece entre nosotros la costumbre de llevar una pata de conejo para tener buena suerte.
Los celtas, por ejemplo, creían que este animal pasaba tanto tiempo bajo tierra, porque mantenía una comunicación secreta con el mundo subterráneo de los númenes.
Así que el conejo disponía de una información que a los seres humanos les estaba negada.
Y el hecho de que la mayoría de los animales, entre ellos el hombre, nazcan con los ojos cerrados, en tanto que los conejos llegan al mundo con los ojos abiertos de par en par, les confirió una imagen de sabiduría.
En realidad, es la liebre la que nace con los ojos abiertos porque el conejo lo hace con los ojos cerrados.
Sin embargo, fue la fecundidad del conejo lo que contribuyó a dar a ciertas partes de su cuerpo su más intensa relación con la buena suerte y la prosperidad. Poseer cualquier parte del conejo, como la cola, una oreja o una pata, aseguraba la buena fortuna a cualquier persona.
En una época de escepticismo como la nuestra, la pata de conejo sigue siendo uno de los amuletos preferidos para atraer la buena suerte.
La noche del estreno de una obra de teatro, los actores se maquillan con una pata de conejo.
Para desearle buena fortuna, se pasa rápidamente la pata de un conejo sobre la frente de un recién nacido.
Estos amuletos se venden en abundancia en los lugares donde se practican los juegos de azar.
Algunos deportistas llevan patas de conejo colgadas del cuello.
Los historiadores dicen que la confusión con las liebres es lo que produjo la creencia en los poderes sobrenaturales de los conejos.
En muchas sociedades paganas se rendía culto a las liebres. En Europa se les temía, pero al mismo tiempo se creía que eran sagradas.
Como animal nocturno que es, a veces en las noches de luna llena sólo se podía ver su silueta perfilada en el horizonte, como si estuviera danzando en forma mágica.
En China, la combinación de la Luna y la liebre simboliza el poder.
En Inglaterra se decía que la liebre tenía ojos malignos cuyo resplandor sólo podía contrarrestarse si se tenía a mano la pata trasera de una liebre.
Cuando Boadicea peleó contra los romanos, se dice que llevaba una liebre cerca del pecho para asegurar el triunfo en la batalla.
Los aztecas creían que las liebres tenían poderes curativos milagrosos; un remedio seguro para algunas enfermedades era arrojar la piel del animal a una hoguera y aspirar el humo.
Después de que San Agustín, el primer, arzobispo de Canterbury, convirtió a los ingleses al cristianismo en el siglo VI, los símbolos y las prácticas paganas fueron prohibidos.
En lugar de adorar a las liebres, muchos ingleses optaron por llevar consigo una pata de este animal escondida entre la ropa.
Más tarde, los conejos llegaron a Inglaterra, probablemente después de la conquista de los normandos y como portadora de la buena suerte, la pata de conejo más fácil de obtener se popularizó.
Muchas personas se preguntan por qué una pata y no una oreja o los bigotes es el amuleto de la buena suerte.
El pie en muchas culturas es símbolo de potencia. Como la liebre y el conejo son dos de los mamíferos que se reproducen con mayor rapidez, no es difícil entender por qué se cree que la pata confiere extraordinarios poderes.
Con la gran demanda que hay de patas de conejo, a la única criatura que éstas no le traen suerte es al desafortunado conejo.