La clarividencia es la habilidad de "ver" el
futuro, pero los clarividentes no necesitan bolas de cristal ni otros rituales
elaborados para predecir el futuro. Antes de desarrollar tu clarividencia,
esfuérzate por desarrollar tus habilidades intuitivas naturales. Una vez que
las hayas afinado, ejercita tu habilidad mental para percibir las visiones, los
sonidos, las sensaciones y la energía que fluye en tu entorno. Sigue leyendo
para aprender más sobre este proceso.
Desarrolla la intuición directa. La intuición directa,
también llamada "intuición literal", es el tipo de intuición a la que
recurres cuando te haces preguntas sobre situaciones específicas.[1]Ponte
cómodo. Siéntate en un lugar tranquilo y silencioso, y concéntrate en tu
respiración hasta que logres relajar tu cuerpo. Identifica una situación sobre
la que quisieras tener cierta percepción. Concéntrate en esta situación por
varios minutos .Haz la pregunta en voz alta o en tu mente para lograr tener una
experiencia de intuición directa sobre el futuro cercano. Déjalo ir. Quizá tengas que hacer esto varias
veces antes de conseguir algo, pero al concentrarte en tu energía respecto de
una situación específica, es más probable que tu intuición logre recoger
algunas pistas respecto de la situación o de alguna otra cosa.
Trabaja sobre tu intuición indirecta. La intuición
indirecta, también llamada "intuición simbólica", se centra en la
habilidad natural de la mente para notar detalles importantes, lo cual
desarrolla la habilidad para ver e interpretar los símbolos mentales. Toma un
lápiz y una hoja de papel. Pregúntate: "¿Qué necesito en mi vida en este
momento?". Repite la pregunta tres veces, haciendo una pausa entre cada
vez mientras te imaginas acercándote hacia una respuesta cada vez con mayor
significado. Luego de hacerte la pregunta tres veces, toma tu lápiz y papel, y
dibuja el primer símbolo que se te venga a la mente. Interpreta el símbolo.
Averigua qué es lo que representa desde tu perspectiva y cuál es el rol que ese
concepto tiene en tu vida.
Pon atención a tus sueños. La mente humana entra en la fase
de sueño REM cada 90 minutos y durante ese estado la mente sueña. Los sueños
pueden ser una herramienta muy poderosa en tu viaje para interpretar pistas
provenientes de estímulos externos que tu subconsciente ya ha
analizado.[2]Antes de ir a dormir, pon una libreta y un lápiz cerca de tu cama.
Hazte una pregunta o concéntrate en una situación específica de tu vida para la
que requieras una respuesta intuitiva. Repite esta acción lo más a menudo
posible antes de quedarte dormido. Al despertar, escribe cualquier cosa en la
que hayas soñado. Si no soñaste nada, escribe o dibuja lo primero que se te
venga a la mente. Repítelo cuantas veces sea necesario hasta que logres obtener
la respuesta a tu pregunta o situación.
Prueba con una lectura ciega. Las lecturas ciegas utilizan
un sistema de cartas para ayudar a concentrar la energía y responder a las
preguntas de manera subconsciente, utilizando la intuición.[3]Siéntate en un
escritorio con tres cartas en blanco. Piensa en una pregunta o situación para
la que necesites una respuesta intuitiva. Escribe tres posibles soluciones para
esa pregunta, asignando una a cada carta. Voltea las cartas para que la
respuesta quede hacia abajo. Barájalas y colócalas cara abajo sobre el
escritorio. Desliza tus manos sobre las cartas. Toma tu tiempo, relájate y
respira profundamente. Voltea las cartas. La carta a la que te sientas más
atraído será la de la solución correcta.
Suelta tus temores. La mayoría de los instructores que
enseñan desarrollo psíquico te dirán que el mayor obstáculo que hay que superar
para convertirse en clarividente es el temor hacia la habilidad de ver el
futuro. Identifica la fuente de tu temor. A menudo, tu temor puede ser algo tan
simple como la preocupación de verte como un tonto. Pero en ocasiones, quizá se
trate de un temor de la infancia que te obliga a bloquear tus habilidades de
clarividencia en forma refleja. Deshazte de tu miedo repitiendo una frase
positiva, fuerte o silenciosamente. Prueba con una frase como esta: "Estoy
dispuesto a dejar ir todos mis miedos al futuro".
Aumenta tu imaginación visual. Antes de que puedas usar la
clarividencia para responder preguntas directas y específicas, quizá tengas que
aumentar tu habilidad para ver imágenes vívidas en tu mente. Puedes hacerlo con
un simple ejercicio de visualización. Imagínate a ti mismo sosteniendo 7
globos. Cada uno debe ser de un color diferente.
Suelta los globos, uno a uno.
Observa cómo cada uno se va volando hacia el cielo azul, hasta que desaparezca,
y luego suelta el siguiente, visualizando la misma imagen. [5]Practica hasta
que puedas ver claramente cómo cada globo completa su viaje.
Formula una pregunta específica. Cuando llegue la hora de
usar tu clarividencia sobre una pregunta en particular, asegúrate de plantear
la pregunta de manera específica para que puedas abordar realmente el tema que
te interesa. Aléjate de preguntas amplias como esta:
"¿Podré disfrutar de
mi cumpleaños este año?". Para esto, piensa en cómo deseas exactamente que
sea tu cumpleaños y pregúntate algo más específico como lo siguiente:
"¿Alguno de mis amigos o familiares me llevará a hacer algo especial para
mi cumpleaños de este año?".
Abre tu tercer ojo. Luego de hacer la pregunta, respira profundamente
tres veces.
Concéntrate en el área que está entre tus ojos. Este punto es un
chakra conocido como "tercer ojo", que según los psíquicos sería el
responsable de las habilidades visuales de clarividencia. Sigue respirando
mientras fijas tu atención en esta área. Busca un área de forma ovalada
horizontal entre tus ojos. Ese es tu "tercer ojo". Pídele que se
abra, repitiéndolo hasta que así sea y sientas un calor que fluye a través de
tu cuerpo.
Deja que las imágenes vengan a ti naturalmente. No las
fuerces. Si parecen borrosas o no son muy claras, diles, en silencio o en voz
alta, que se agranden y se pongan más nítidas.
Las imágenes clarividentes
habitualmente llegan como una imagen dentro del ojo de la mente, una película
dentro de la cabeza o fuera de ella. Es posible que las imágenes sean en blanco
y negro o en colores. Algunas pueden ser de apariencia realista, mientras que
otras se asemejan a las caricaturas. Si no logras comprender el significado de
estas imágenes, pregunta en silencio o en voz alta: "¿Qué significa esta
imagen?". Tu respuesta llegará en forma de un sentimiento, pensamiento o
sonido. Si esto no funciona, repite el ejercicio hasta que llegue alguna
respuesta. Si eres principiante, la respuesta puede parecer difusa y ambigua,
pero es importante que confíes en ti mismo sin importar nada más.
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