Puedes conseguir agua bendita en cualquier iglesia católica.
Lleva tu propio recipiente para echarla.
Si deseas hacer tu propia agua bendita, recoge agua de un
manantial, o consigue una botella de agua de manantial (spring water). Ante tu
altar, sostén la botella en el centro de tu pecho y cierra los ojos. Respira
hondo y haz la Señal de la Cruz o una reverencia dirigida a la Divinidad.
Pide a los ángeles que te llenen de luz para bendecir el
agua. Reza una oración y pide a Dios que bendiga el agua que tienes cerca de tu
corazón. Imagina la luz de los ángeles rodeándote y saliendo por el chakra del
corazón hacia el recipiente con agua. Termina el ritual del agua con la Señal
de la Cruz u otra reverencia, y besa el recipiente del agua para terminar el
ritual.
Repite estas mismas acciones con una porción de sal gruesa.
Mezcla un poco de sal en el agua y rocía el agua con sal por
toda ti casa a la vez que rezas y bendices tu hogar.
Para limpiarte tú, desnúdate y frota el agua bendita por
todo tu cuerpo, especialmente en las áreas que sientas dolor o tensión. Moja tu
cabello, tus manos y tus pies a la vez que rezas. Cuando termines, medita con
los ángeles para recibir su energía sanadora.
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