Necesitarás un puñado de 50 cosas pequeñas que te sean
significativas, pueden ser frijoles, piedras o caracoles de mar. En lo posible
algo que se mantenga intacto durante todo el año.
Hay que encender velas, tus
favoritas, y aceites esenciales en caso de tener.
Toma asiento en el suelo, rodeado por las velas, y pon los
objetos frente a ti.
Cada uno de los objetos representa una bendición por la
que hay que agradecer.
Al agarrar el primer objeto debemos agradecer en voz
alta, por ejemplo “gracias por mi
trabajo”.
Cuando termines con una lista de
cosas para agradecer, toma otro puñado de objetos e
imagina que están rodeados
de luz.
Entonces pide por las nuevas bendiciones que esperas,
por ejemplo “gracias por mi nuevo
trabajo”.
Al terminar este segundo listado
mira fijamente la luz de las velas y repite
“esto o algo mejor llega a mi vida
de la manera más conveniente para todos los
involucrados”.
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