Procedemos a escribir
nuestro nombre en una vela blanca, escribiendo siempre de la mecha de la vela en
dirección a la base y siempre con un trozo de madera o un lápiz,
preferiblemente se utilizará el palo de la cerilla ( fósforo) que se va a usar
después para encender la vela.
Esta vela la empapamos con vinagre y la colocamos en el
centro de un plato blanco, para ello se puede quemar con la llama de una
cerilla ( fósforo) la base de la vela
para que suelte unas gotas de cera en el centro del plato que nos servirán para
afianzar la vela y de esta forma quede sujeta al plato.
El siguiente paso es hacer un círculo de sal marina en el
plato alrededor de la vela y volver a empapar con vinagre. Ahora sólo queda
usar la el fósforo (cerilla) que hemos
utilizado para escribir el nombre y encender con ella la vela diciendo:
“Que así como esta vela se consume,
se consuman todas las energías negativas que
yo (decir nombre y apellidos)
pueda tener o las que me hayan podido enviar”
“Que así como esta vela se consume,
se consuman todos los obstáculos que me
impiden ser feliz”
“Que así como esta vela se consume,
quede yo libre de todo lo malo visible o
invisible y que San Miguel Arcangel se encargue de eliminar todo lo
negativo que
puedan enviarme para que no llegue ni a mi ni a ningún otro ser”
“Y si estas energías negativas no
pudiesen eliminarse solicito que San Miguel se
encargue de que la llama violeta
de la transmutación las transforme en energías
positivas que únicamente puedan
beneficiar.”
“Gracias Padre que me has oído.
Amen.”
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