jueves, 8 de agosto de 2019

Velas testigo



Una forma de dar más poder a las velas y de personalizarlas ya al máximo es introduciendo un testigo áurico en la vela. ¿Qué quiere decir exactamente esto? Bien, un testigo áurico consiste en poner en la vela algo realmente personal de la persona a la cual va dirigida la magia, por lo general una muestra de ADN que pueden ser pelos, uñas, fluidos corporales, etc.

También es posible utilizar como testigo áurico algo personal sin ser un elemento orgánico, es decir un trocito de prenda de ropa, un objeto personal o una fotografía.

Para introducir un testigo áurico en la vela lo que podemos hacer si ya la tenemos hecha es abrir un pequeño agujerito en alguna parte de la misma, generalmente hacia la mitad casi llegando a la mecha o en la base, poner ahí el testigo áurico y luego con un poco de cera derretida tapamos el agujero sellando el testigo en el interior de la vela.

Si vamos a usar una fotografía de la persona como testigo áurico entonces el método es distinto no es preciso ponerlo en el interior de la vela. Lo que haremos será poner la cara de la fotografía mirando para la vela y la ataremos con un hilo del mismo color que la vela y luego ataremos la fotografía a la vela con tres nudos y en cada nudo vamos a visualizar la intención.

Hay que tener en cuenta que el testigo áurico ha de ser reciente porque tiene fecha de caducidad ya que pasado un tiempo pierden fuerza y energía residual de la persona a la que pertenecen.

Como orientación diremos que los fluidos líquidos tienen una validez de 24 horas y los sólidos (piel, uñas, cabellos, y pelos corporales y estos de preferencia que contengan la raiz) pueden usarse dentro de los 6 meses siguientes a su obtención.

Si no tenemos testigo áurico entonces lo que haríamos sería grabar el nombre y apellidos de la persona a la que va destinado el ritual desde la mecha a la base (para atraer) o de la base a la mecha (para repeler) en función de la intención del hechizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario