DEFINICIÓN GENERAL
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Será bastante complicado definir a dos artes tan vastos en
sí mismos, pero intentaré hacerlo de esta manera:
La Magia es el ejercicio (en acción) de la voluntad para
manifestar cambios en la realidad inmediata del practicante (en él mismo y lo
que le rodea). Más técnicamente, es la ciencia (en el sentido de ciencia,
conocimiento) que permite conocer y aplicar las fuerzas superiores contra las
inferiores, para dominar a estas últimas y así obtener como resultado un cambio
en la realidad inmediata, que esté acorde con el Balance Cósmico. Es el arte de
emplear poderes invisibles (espirituales) para producir efectos visibles.
Por otro lado, la brujería es el arte de manipular la
emoción, los instintos, la fuerza vital y demás impulsos naturales de los
vivientes con el fin de provocar cambios en la realidad, generalmente con ayuda
de agentes que mantienen un vínculo simpático con el objetivo, y por medio de
los cuales se puede influir en él para efectuar así el efecto deseado.
Diferencia de Métodos.
A raíz de que se ha dado tanta confusión con respecto a
ambos términos en los tiempos modernos, me agradaría aclarar la diferencia
entre sus métodos y el nivel del cual parten para realizar sus operaciones. La
Magia parte del nivel (plano) mental para realizar sus trabajos. Dependiendo
del desarrollo y experiencia del practicante, los Magos, sean Negros o Blancos,
por llamarles así, trabajan desde los estratos intermedios hasta los estratos
superiores del plano mental. Por otro lado, la brujería parte del plano astral
superior (que colinda con los niveles inferiores del plano mental) para
realizar sus trabajos. Y si el brujo es alguien que sirve a las vibraciones
bajas, entonces trabaja desde el plano astral inferior o en sus estratos
intermedios e incluso inferiores, los que casi están contiguos al mundo físico.
Aclarado lo anterior, y tomando en cuenta que las fuerzas
superiores dominan y gobiernan sobre las inferiores, y que los mundos
inferiores están sujetos y condicionados por los superiores, la Magia sólo
puede ser neutralizada por la Magia. Por otro lado, los efectos de la brujería
pueden ser fácilmente neutralizados por las operaciones de la Magia, aunque no
al revés. Y quien desee librarse de los trabajos de Magia Negra tendrá que
consultar cómo liberarse de Magia negra, ya que la mayoría de las soluciones
que se le dan a la brujería NO aplican en este caso, y no funcionan cuando se
trata de anular o neutralizar por completo los efectos de la Magia Negra.
¿Mago o brujo? Lo que los distingue.
Un Mago trabaja fundamentando su conocimiento en principios
racionales, funcionales en lo concreto y de comprobación empírica y
experimental. Por otro lado, los brujos sólo se sirven de las tradiciones y del
conocimiento transmitido de generación en generación para darle esta autoridad
a su saber, mas eso no indica que sea infalible.
El conocimiento de los brujos es más bien empírico, legado
desde generaciones atrás, y el del Mago es resultado de la experimentación
planeada previamente durante su entrenamiento y verificado posteriormente según
vaya siendo exitoso en el perfeccionamiento de sí mismo.
El hechicero o brujo copia las fórmulas de otros, y emula
las prácticas que otros emplearon antes que él, para desarrollar poderes que
desconoce en profundidad. Sin embargo, si bien es cierto que el Mago se sirve
durante sus estudios e investigaciones de los conocimientos legados por otros
más antiguos que él, este practicante examina los pormenores de esos
conocimientos y estudia profundamente sus mecanismos y los métodos que se deben
seguir para conseguir un fin deseado. No es lo mismo conducir un automóvil que
ser un mecánico que conduce un automóvil. Y no es lo mismo conocer cómo usar la
computadora que saber cómo funciona internamente, qué es lo que la hace
funcionar, sus mecanismos, etc.
Así, el brujo simplemente aprende empíricamente cómo
servirse de las fuerzas, pero no las comprende en profundidad y su conocimiento
no abarca el por qué de las cosas, sino sólo el cómo y el para qué, si es que
llega muy lejos. Por otro lado, el Mago estudia las causas que crean los
efectos y día con día trata de perfeccionar los efectos creando causas cada vez
más nobles y perfectas. Si emplea los usos de los antiguos, siempre los dota de
un renovado poder, en vez de esperar, como lo hace el brujo, a que ellos sean
los que, por sus virtudes intrínsecas, le den poder a él.
Entonces, resumiendo un poco, alguien puede avanzar en la
brujería sin necesidad de imponerse autodisciplina alguna, pero no es así en la
Magia, de ahí que la mayoría de los practicantes sean brujos y no Magos. Por
ello, no hay que confundir la Magia con la brujería.
Descripción de mago hecha por madame Blatvasky- Mago o
Mágico.-
(De Mag o Maha). Esta palabra es la raíz de la cual deriva
el término “mágico”. El Maha-âtmâ (Grande Alma o Espíritu) de la India tenía
sus sacerdotes en los tiempos anteriores a los Vedas. Los magos eran sacerdotes
del dios del fuego; los encontramos entre los asirios y los babilonios, lo
mismo que entre los persas adoradores del fuego. Los tres Magos, denominados
también Reyes, de quienes se dice que hicieron presentes de oro, incienso y
mirra al infante Jesús, eran adoradores del fuego, como los demás, y
astrólogos, puesto que vieron la estrella del recién nacido.
El sumo sacerdote de los parsis, en Surat, es designado con
el nombre de Mobed. Otros hacen derivar dicho nombre de Megh; Meh-ab significa
alguna cosa grande y noble. Los discípulos de Zoroastro eran llamados
meghestom, según dice Kleuker. (G.T. H.P.B.)
El término Mago o Mágico, en otro tiempo un título
honorífico y de distinción, ha decaído por completo de su verdadero
significado. Siendo antiguamente sinónimo de todo cuanto era honorable y digno
de respeto, del que estaba en posesión de la ciencia y sabiduría, ha degenerado
en un epíteto para designar un impostor, farsante y juglar; un charlatán, en
una palabra, o uno que “ha vendido su alma al diablo”, que hace mal uso de su
saber y lo emplea para fines reprobables y peligrosos, según las enseñanzas del clero y una masa de
necios supersticiosos que creen que el mago es un brujo y un “encantador”.
Dicha palabra deriva de Magh, Mah, en sánscrito Maha (grande), y significa un
hombre muy versado en la ciencia esotérica. Pero los cristianos, segun parece,
olvidan que Moisés era también un mago, y Daniel, “Príncipe de los magos,
astrólogos, caldeos y adivinos”. (Daniel, V, 11). -(Isis sin velo, I, XXXIV).
(G.T. H.P.B.)
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