La técnica que vamos a comentar hoy me la enseñó un amigo que comenzó a
practicar Reiki en la década del 80.
La técnica se llama Baño de Reiki o Ducha de Reiki y
consiste en “bañar” todo nuestro cuerpo de energía Universal.
Imaginad que una luz intensa ilumina todo vuestro cuerpo y
lo carga de energía llenando cada una de nuestras células con amor y
consciencia.
Podéis realizar este ejercicio casi en cualquier momento y
lugar, podéis hacerlo estando de pie, sentados o tumbados, incluso dando un
paseo agradable, por la playa o un parque.
También podéis hacerlo durante las mañanas, justo antes de
comenzar la actividad del día.
Yo acostumbro a realizarlo en la ducha por la mañana y la
noche, visualizo que el agua me baña de energía Reiki y que esta recorre todo
mi cuerpo. Algunas veces visualizo mis símbolos de Reiki como si fueran una
pastilla de jabón justo sobre mi cabeza y que el agua los disuelve sobre mi.
Este ejercicio es muy efectivo en momentos de agotamiento y
estrés, después de un día duro de trabajo o tras realizar alguna actividad que
nos “desvíe”.
Podéis realizar antes y/o después una pequeña meditación o
respirar profundamente durante unos minutos.
Otra recomendación, la gratitud al finalizar el ejercicio;
es muy importante agradecer el momento vivido.
No olvidéis que este ejercicio se puede realizar para uno
mismo o aplicarlo en el envío de Reiki a distancia.
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