El nudo es un hecho mágico. No puede definirse como un “objeto” ya
que ni siquiera existe antes de hacerse y luego, un simple movimiento envía a
la nada su cuerpo y figura inconfundibles. No cabe duda que hay distintos tipos
de nudos pero los registros de su uso se separan en tres planos. Un plano
lógico-intelectual, un plano emotivo-sentimental y un plano físico o material.
El nudo como hecho frecuenta esos tres planos y los logros del
artista que posee ese don aprendido y estudiado, son coronados con éxito en
todo momento en que se usa el nudo como ayuda y compañero de dificultades.
El nudo como tal es una ayuda polimecánica y
su ancestro es Dédalo, secundado por Odiseo. ¿Qué otra cosa es un laberinto más
que un nudo? ¿Qué es un nudo sino un laberinto?. Hay que andarlo y luego
desandarlo como hay que atar al nudo para luego desatarlo, o anudarlo y luego
desanudarlo. La criptografía misma, la ciencia de las claves y de los códigos,
es la ciencia de los nudos del lenguaje. El cuerpo humano es una
somatografía (no geografía) llena de nudos, entre los cuales, el nudo principal
se encuentra en el entrecejo. Un nudo es un encuentro entre dos realidades,
encuentro que esconde un misterio de la unión de esas dos realidades similares.
Pero toda realidad tiene su misterio y el nudo hace las veces de guardián de
tales secretos. “Hazme un nudo y sabré quien eres”, se decía en tiempos
antiguos.
Los mitos son
nudos que hoy tenemos que desatar. Lo que se desata es el secreto mismo del
mito. Mi maestro de nudos, Darío Lancini, me decía: Salta, se ata, se desata,
es atlas. Una frase palindrómica cuya lectura corre en los dos sentidos. La
oración tiene 25 letras que giran hacia el comienzo, al mismo tiempo que se
desata la frase. Otro famoso palíndromo y cuadrado mágico laberíntico es el
célebre sator: SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS
Este laberinto de palabras tiene una clave famosa: mezclando las
letras y componiéndolas en cruz con una A y una O (A y O) en los lados
cruciformes, el cuadrado SATOR se revela como el lugar en donde se esconde la
expresión Pater Noster, el Padre Nuestro. A P A T E R APATERNOSTERO O S T E R O
Los nudos de la luna son los lugares donde ocurren los eclipses en
la constelación del dragón del hemisferio norte.
NUD NOD K - NOT
NIT NET NAT
Net es una red en inglés y la red es un mundo
de nudos. El sentido es eso, una dirección, una vectorialidad, una polarización
y una orientación que conviven en la paralela sagrada de la tradición gramática
de las letras. Gramma en griego es letra, signo con sentido y clave de lectura.
Hablemos del nudo. Se esconde en el inglés K Not. Hacer el nudo de una hamaca es una verdadera ciencia,
la misma hamaca es una superficie de nudos sin fin. Cada hamaca tiene su cabeza
y su cola y hay que saber como polarizarla y como orientarla.
¿Qué
ocurre cuando se “hace” un nudo? ¿Qué “hace” un nudo? ¿Qué cambia con un nudo?.
Empezaremos a responder a esas interrogaciones retóricas comenzando con la
tercera. Con un nudo cambia el estado de las cosas. ¿Y qué son las “cosas”? Las
cosas son de tres tipos: seres, hechos y objetos, y por lo tanto, con hacer un
nudo cambia el estado de los seres, el estado de los hechos y el estado de los
objetos. Los objetos pueden ya no caerse, lo mismo ocurre con los seres: no se
caen ya...
están atados. Con los hechos pasa algo
parecido: dejan de ocurrir, se paran, se detienen, se congelan. Un nudo ata,
esa es la simple repuesta a la segunda interrogación. En cuanto a la primera,
se puede decir que ocurre un fenómeno “necesario”, dependiendo de la intención.
Hay cosas que deben fluir, como la sangre en las venas, pero, a la
vez, en una hemorragia la misma sangre debe “pararse”. Una fuente no debe ser
“ligada” pero un diluvio tal vez si.
Hay en el Kalevala finés un episodio extraordinario en el cual el
héroe herido detiene o “para” el borbotar de la sangre a través de un nudo de
palabras: “si no paras, te diré tu origen”-, exclama el poeta y, de repente, la
sangre se para. En el Brasil y en otros sitios de la tierra, un incendio se
“ata” escribiendo sobre un papel que se arroja al fuego las palabras mágicas:
SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS
Esas palabras paran y atan también los
pensamientos que, a ratos, nos asaltan a todos como las llamas de un voraz
incendio.
Hay que considerar al nudo como una de las creaciones más útiles
para la humanidad. El nudo tiene un trayecto, no una trayectoria. Su camino es
irreversible, es decir que no puede pasar dos veces por el mismo sitio, es un
espacio topológico. Los más complicados nudos se desatan con un solo
movimiento. En ello consiste el arte de los nudos: en atar y desatar. Hay nudos
únicos, nudos dobles, triples, en serie, en rosario y cada una de estas
situaciones tiene su clave y su razón.
Los cirujanos deben practicar y lograr hacer
un nudo con una sola mano. Los dedos tienen mucho que ver con los nudos. Hay un
tipo de nudos digitales que se hacen con los dedos: los hindúes los llaman
mudras, es decir “sellos”, “patrones”, “matrices”. Con ellos se “ata” algo en
el organismo, dado que cada dedo es una terminación, digamos que es un
“terminal” de un órgano específico y por ello, su liberación o cierre implica
en el metabolismo del respectivo órgano, un hecho similar. Algo hay que
dispersar y entonces se deja fluir y también hay que tonificar para lo cual se
“ata” el dedo respectivo, practicando un “nudo” de falanges y falangetas. He
aquí las ilustraciones de algunos “nudos digitales” que deben ser aprendidos de
un maestro. Sin el guía no hacemos más que balbucear entre las incógnitas que
lleva tal arte, ciencia y técnica secreta. ¿Por qué “secreta”? Pues, por ser
“sagrada”, es decir “mágica” y no debe ello estar al alcance de todos. Son armas
poderosas que atan aún más que los nudos de cuerda o de cabo. Pero las
sugerencias y las evocaciones de búsqueda abren la puerta de la investigación y
de la necesidad de encontrar un maestro. Si lo buscas, él te encontrará. Ello
es parecido a los libros sobre el arte del velero. Hay que marear, navegar,
subir a la mar y en alta mar se descubre el secreto del viento, el arte de la
vela y el sonido de la orza. No pueden comunicarse esos misterios a
través de un libro pero el libro es el portal, el umbral para el paso hacia un
mundo lleno de maravillas.
Todos empezamos
con las trenzas. Es conveniente que los niños usen zapatos de trenza. Así
tendrán el privilegio de saber el estado de su concentración y practicarán sus
nudos en los pies como un primer paso hacia el arte mayor, el de los nudos de
los pescadores, nudos náuticos, nudos marineros. El nauta tiene que ver con el
nudo. Inclusive su sentido es el nudo y el radical NT viene a presentarse como
la raíz misma de la navegación entre los griegos. El nautilus, el caracol
perfecto en la armonía de la espiral, es un laberinto y como tal, es también un
nudo.
También la noche, nit en catalán y notte en italiano, es un nudo,
un nudo de la luz. Se desata en el alba y se ata en el crepúsculo, dos nudos o
“nodos” del día. Nodurile mîinii dicen en rumano al referirse a las
articulaciones digitales. No te extrañes cuando oigas que el andar no es otra
cosa que “hacer nudos”. También el nido es un nudo y muchos pájaros hacen sus
nidos con nudos de paja y briznas de hierba demostrando que el arte de los
nudos no es sólo un privilegio de los humanos.
Un nudo es atar a la nada para crear un vacío y de allí la nada,
palabra con la misma raíz.
“Nadie”, el sentido del nombre de Odiseo, significa “el nudo”, el
que esconde un secreto que pocas veces pueden desatar.
Nada Nudo Nodo
Nido Nadie
Nadar
es “deshacer” nudos, al contrario de andar, el hacer nudos. El nuevo nacido es
un nato y natale es el momento del año en el cual se hace un nudo y se deshace
otro: el desatado se lía solo, y el nuevo nudo comienza a andar. He aquí la
cinco vocales trabajando: NOTTE ® O NATO ® ANOTA®OTODO®ONOT®ONATA®ATONO®O NATALE ® A NADA ® A NADIE ® A NADAR
® A ANDAR ® A NAUTA ® A NIDO ® I NODO ® O NUDO ® U NADI ® A NET®ENUT®U
Los nadi en sánscrito son puntos secretos en el cuerpo,
considerados como nudos de energía vital. Y la net inglesa nos evoca la
superficie de nudos que toda araña sabe construir, a pesar de llamarse luego
web, una red invisible y casi translúcida. También una nuez es un nudo, en
inglés: nut. Entre los egipcios es la diosa Nut de los nacimientos y de la
noche, la llamada Atenea entre los griegos: Atena. Estos no son meros juegos de
palabras: son auténticas reliquias del lenguaje que nos han sido legadas por
nuestros ancestros. Considera la nuez Considera la notte Considera el nodo
Considera la net Considera el not
El “forgive me not”, la negación inglesa de la fluidez. Un not es
un pararse, un atarse en el camino, un descanso decisivo del ruido de la
palabra. A la vez, la nata es la leche atada y el todo no es otra cosa que un
nudo al revés, es decir el desatar máximo de los seres, de los hechos y de los
objetos, o sea de las “cosas”.
También el tono es un nudo, un arte de la melodía o un modelo de
altura y de vibración. “Fuera de tono” es “fuera de nudo”. ¿Qué es una nota mas
que un nudo? Unas “not as” musicales o una nota de letras es un enjambré de
nudos, una red que se ensambla para formar un todo homogéneo. Por lo mismo
agregaremos al grupo de palabras que tienen que ver con el nudo, la noción de
nota. Sellos Digitales
Hermano mágico del clavo, el nudo posee una
gran fuerza mágica y por ende, operativa. Hacer un nudo es cambiar una
situación anterior. Ello permite fijar y contener un avance de las cosas y
materializar lo trascendente y de atar y concentrar el cuerpo, el alma y el
movimiento sutil del ser.
La acción de
hacer un nudo puede ser negativa o positiva según lo que esa operación ata o
prohíbe, según lo que pretende obstaculizar y parar. Dado que el nudo es un
cierre y un obstáculo, una “parada” o “retención”, la acción y sus
consecuencias depende mucho de qué es lo que se cierra, y de qué es lo que se
obstaculiza, para o prohíbe en el avance. No se puede ignorar el estado
anterior de las cosas en las cuales se pretende intervenir con un nudo. Ese
nudo es un obstáculo y una suerte de aduana secreta donde todo lo anterior es
reunido en un solo punto para que ocurra, o no ocurra, “algo”.
Si la expresión “estar sin nudos” o “sin nudos” simplemente, estar
nudo, sugiere un estado de fluidez y de libertad, sin considerarse que lo
contrario es también factible, es porque no se ha analizado con atención el
estado anterior a la atadura.
A veces es necesario una dulce atadura para que en su seno se
disfrute de una libertad sin límite. Es el caso de la expresión “ata para que
se suelte y suelta para que se ate”, muy conocida entre los pescadores y de
hecho, una expresión de los marineros, los expertos “en nudos”. Su cuerda de
nudos, llamada cabo, ha marcado desde antaño la idea de velocidad que adquiere
un barco: al dejarse caer en las olas un largo cabo que poseía nudos atados a
distancias iguales, se podía deducir la velocidad de la nave, contando los
nudos que quedaban fuera del agua al avanzar el barco.
No obstante, en la expresión “sin nudos”, al
considerarse su sentido, hay una cierta confusión ya que “estar sin ataduras” y
no tener obstáculos, no siempre es la manera de adquirir un estado de libertad
interior.
El nudo es el prototipo del principio
universal llamado libertad y la idea de ser libre se debate entre un atar y un
soltar de la cuerda de los eventos. He aquí el modelo teórico del arquetipo de
la libertad con sus dos símbolos, atar y soltar, con su metáfora unificadora
del flujo, representado por una cuerda y con su prototipo que los humanos han
llamado nudo.
Es necesario
reflexionar en la idea de libertad interior para comprender el verdadero valor
operativo del nudo. Hay que atar los pensamientos y las dudas para poder actuar
con libertad. Cuando se nos informa que entre los romanos el Sacerdote de
Júpiter, llamado Flamen Dialis, no podía tener ni un solo nudo en su vestimenta
es para sugerir que su acción teúrgica u operativa era el resultado de una
fluidez natural de las potencias cósmicas que se depositaban sobre su ser y lo
acogían para que él sea instrumento de sus fuerzas y operador de sus designios.
Un nudo en su ropa provocaría un retiro de esas energías y, a la vez, una
imposibilidad operativa en la manifestación ritualística del movimiento.
La vestimenta: atavío externo que segrega a los seres creando
separaciones irrelevantes. ¿Observas el nudo de la corbata? ¡El sacerdote no lo
tiene!.
Ingrid pregunta y comenta: Daniel, no se si más adelante hablarás
del cruzar las piernas, cuando se está en la iglesia por ejemplo, que en cierta
forma conjura cualquier ritual. Según nos has enseñado, cruzar las piernas es
también un nudo. Es cierto Ingrid. Cruzar las piernas es cerrarte para todo
flujo de energía externa..
Un nudo prohíbe la entrada de toda fuerza
externa y nada puede ya inmiscuirse en este recinto secreto de la atadura. No
sólo se prohíbe la entrada de fuerzas negativas sino que las mismas fuerzas
positivas están condenadas a quedarse “fuera”. Para entenderlo hay que
saber que el
principio universal de la bondad y por ende, de lo bueno, se divide en dos
estados complementarios es decir “simbólicos” llamados lo positivo y lo
negativo.
Esas dos fuerzas
se unen para formar el potencial, figura de unión o metáfora de carga y
encuentro entre tales figuras que son llevadas, sea una hacia la otra, sea las
dos al mismo tiempo, hacia un punto de encuentro común. Es esta la operación
que se ha llamado metáfora o simplemente transporte: de lo positivo hacia lo
negativo y viceversa, o desde los dos estados (positivo y negativo) al mismo
tiempo, hacia un encuentro armónico de un centro o balance potencial. El
prototipo no es más que el resultado tangible de todas esas reacciones y el
nudo viene a materializar una noción trascendente que en nuestro caso se ha
llamado libertad.
La libertad es un arquetipo, es decir un
principio de la lógica de las cosas, una semilla que se siembra en la memoria
de la humanidad para aparecer luego bajo la forma palpable de un elemento
perceptible y operativo: el nudo. Los peregrinos que se dirigen a la Meca no
deben tener ningún nudo en su vestidura. ¿Por qué? Puesto que sus ataduras con
el mundo deben estar “desatadas”. Hay que saber cual es el sentido ritual
operativo de todo peregrinaje. Se ha llamado Meca, Santiago de Compostela o
Jerusalén, a un punto preciso de la anatomía humana: el entrecejo. Hasta allí
hay que peregrinar, no a la Meca o a otra ciudad o lugar terrestre. El
santuario lo lleva uno consigo mismo y allí hay que atar y atajar a los
pensamientos, a las dudas, a los deseos y a todo lo demás. Para ello, tenemos
que desatar los nudos que nos atan al mundo, a las cosas del mundo y a las
cosas en general. Ya sabemos qué son las cosas: seres, hechos, objetos. Pero
está bien: hasta que el peregrino entienda, que vaya a la Meca, a la Ceca, a
Santiago o a Jerusalén. Le hará bien. Así va a madurar, va
a sentirse realizado, va a despertar y quizá, va a encontrarse a sí mismo en el
camino. Pero para ello hay que investigarse como ya hizo Heráclito:
investigarse a sí mismo.
El capítulo 80
del Tao Te Ching, el libro más traducido después de la Biblia, habla del
entrecejo como de un país, en el cual, los que allí (en el entrecejo) vivieren,
retornarían alegres al uso de cuerdas con nudos. Es “un pequeño país”, dice el
Tao Te Ching, “donde viven pocos” (!!!). Claro, muy pocos en este mundo prestan
atención al entrecejo y a la práctica de atar los pensamientos con el nudo de
la concentración. Los príncipes sacerdotales mayas eran representados con un
gran nudo en el entrecejo para indicar su gran estado de calma y claridad,
resultado del nudo de la concentración.
En cuanto a la acción de desatar o deshacer un
nudo hay que decir que tal acción implica dos vertientes operativas: sea una
crisis de debilidad y una pérdida de firmeza y unión por un lado; sea, por el
otro, una liberación de ataduras y la solución de todas las trancas y
obstáculos. Alejandro el Grande, al cortar el nudo gordiano, como consecuencia
de su ignorancia para desatarlo, no ha hecho nada: el desatar un nudo no sólo
ocurre en el mundo visible, tiene que ser resuelto el enigma para que tanto lo
visible como lo invisible sea liberado. Por ello, cortar un nudo sólo resuelve
una situación momentánea y material. El nudo queda tal cual en el mundo
invisible. Pero como Alejandro tenía un tutor muy racionalista – Aristóteles
mismo-, pensó que un nudo es una mera distorsión de la fluidez y un simple
embrollo visible, ¿Por qué no cortarlo?. Soltar los cabos o las amarras no es
lo mismo que picar los cabos. Entre los marineros “picar cabos” es huir sin más
espera, un correr ahuyentado de un lugar que te expulsa sin permitirte siquiera
“ desatar tus amarras” de una manera digna y sosegada. Hay que
“cortarlas” porque estás amenazado.