Disuelve una pastilla de alcanfor en agua bendita dentro de
un recipiente grande.
Puedes echar agua sin bendecir con un chorrito del agua
bendita para que sature el agua de su esencia.
Lava los pisos con el agua
preparada.
Asegúrate de arrodillarte en el suelo de cada cuarto.
Esta
acción sirve de sacrificio y oración corporal.
Desecha el agua sobre las raíces de un árbol grande para que
la Madre Tierra la absorba y
la neutralice.
Da gracias a la Divinidad y a los
ángeles por sus bendiciones.
Adapta los rituales a tus propias prácticas y materiales, y
mantén tu corazón abierto al
amor de los ángeles.
Es su energía purificadora la
que te ayudará a lograr la paz y armonía que buscas para tu
ser y para tu
hogar.
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