La casa siempre se limpia de adentro hacia fuera, como un
símbolo de que las energías negativas deben salir de tu entorno. Consagra un
coco seco en tu altar.
Pide la ayuda de los ángeles para que el coco se lleve de tu
hogar todo aquello que no le pertenece. Pide paz y armonía para tu casa, tu
familia, tus mascotas y todos los seres visibles e invisibles que habitan el
lugar. Luego, haz rodar el coco por toda tu casa, especialmente por los
rincones.
Mientras haces esto, mantente en oración. Cuando termines,
ofrece el coco a la Madre Tierra y pídele que lo purifique y neutralice todo
aquello que guarda en su interior.
Entierra el coco y da las gracias a los
ángeles por su ayuda para purificar las energías de tu hogar.
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