VIAJE A TRAVÉS DE LAS SIETE ESFERAS
Las “Presencias YO SOY” individuales, cada una a su paso,
comienzan entonces el viaje a través de las Siete Esferas Internas, las cuales
son siete bandas concéntricas de color alrededor de nuestro Sol. Aquí se hace
el contacto con inteligencias altamente desarrolladas que expresan las
cualidades particulares de cada Esfera. Estas Inteligencias Divinas están
deseosas de hacer la Voluntad del Padre, así como de expandir Su Reino y Su
Conciencia.
Comenzando con la primera esfera, las corrientes de vida
individuales (“Presencias YO SOY”) tienen la oportunidad de absorber las
cualidades de cada Esfera, permaneciendo en cada una por tanto tiempo como les
plazca, añadiendo el color de la Esfera a sus cuerpos causales a medida que
progresan. Típicamente, un individuo es atraído a las propiedades de una Esfera
en particular, prefiriendo permanecer allí más tiempo mientras absorbe sus
cualidades. Esta preferencia por una Esfera en particular a menudo resulta en
la posterior búsqueda, cuando encarna, de una línea de trabajo que se
identifica íntimamente con las propiedades preponderantes en esta Esfera.
Cuando un individuo permanece más tiempo en una Esfera y,
así, absorbe sus cualidades más que las de ninguna otra, entonces esta Esfera
en particular se convierte en su predominante “esfera de desarrollo”.
Un ciclo dura catorce mil años, y está compuesto de la
vertida de las radiaciones de los Siete Rayos, al durar cada uno dos mil años.
Por tanto, todos nosotros hemos experimentado muchas veces la influencia
benéfica de un Rayo, pero sólo una vez atravesamos las Siete Esferas.
Las experiencias obtenidas durante la permanencia en una
Esfera en particular se pueden comparar a ir a la escuela antes de encarnar en
un planeta.
Al igual que en otras experiencias de vida, el libre
albedrío está involucrado, y la mayoría de los individuos eligen permanecer en
una de las Siete Esferas. Sólo uno de cada doce Seres de Fuego Blanco avanza
hasta encarnar. Los otros eligen permanecer en algún punto a lo largo del
sendero, prefiriendo trabajar allí en los Niveles Internos.
ESFERA |
COLOR |
CUALIDAD |
SERVICIO EN EL PLANETA |
1 |
Azul |
Poder e Iniciativa. Todas la Ideas
Divinas nacen aquí |
Gobernantes, líderes, ejecutivos |
2 |
Amarillo |
Percepción, Iluminación. Las Ideas
son percibidas y moldeadas en patrones de pensamiento y forma trabajable. |
Educadores, maestros |
3 |
Rosa |
Amor y Tolerancia. Las Ideas son
revestidas con esencia de vida a través de la naturaleza emocional,
permitiendo la exteriorización futura en el mundo de la forma. Se muestra al
Amor como la fuerza cohesiva que mantiene una forma manifiesta. |
Pacificadores, negociadores |
4 |
Blanco-Cristal |
Desarrollo artístico. Poesía,
escultura, pintura, humildad |
Artistas, músicos,
arquitectos, poetas |
5 |
Verde |
Desarrollo científico, sanación,
concentración, verdad, consagración |
Científicos, ingenieros, inventores,
sanadores, médicos, enfermeras |
6 |
Oro-Rubí |
Culto devocional |
Curas, líderes religiosos,
misioneros |
7 |
Violeta |
Cultura, Ceremonial, Refinamiento,
Diplomacia |
Diplomáticos, caballeros |
RAZAS-RAÍCES, RAYOS Y CICLOS
Después de que la “Presencia YO SOY” ha pasado por las Siete Esferas, está
lista para encarnar en un planeta. Cada “Presencia” individual es asignada a
una Raza-Raíz. Esto lo hace el Manú. La función de Manú consiste en dividir los
individuos que desean encarnar en siete Razas-Raíces y proteger una particular
Raza-Raíz durante su encarnación hasta que todos los miembros hayan ascendido.
La selección de los miembros de una Raza-Raíz se convierte en un servicio
completamente impersonal. Se consideran los siguientes factores:
1.- El momentum que el individuo ha adquirido durante su estadía en las Siete
Esferas. Ese momentum se manifiesta en el Cuerpo Causal. El Cuerpo Causal tiene
siete bandas concéntricas de color. El ancho y esplendor de las bandas le
indica al Manú las cualidades predominantes del individuo. Cuanto mayor sea el
ancho de la banda, tanto más ha permanecido el individuo en la Esfera que
corresponde a esa banda en particular.
2.- La fecha en que el individuo se graduó de las Siete Esferas, completando
así el salón de clase de la Tierra. Cuanto antes el individuo deje las Siete
Esferas, tanto mayor serán sus probabilidades de ser parte de la Primera o
Segunda Raza-Raíz.
3.- Las circunstancias y las condiciones en las que puede ser utilizado el
individuo para mayor bendición de la Tierra. A los individuos de la Primera
Esfera, Azul, generalmente se les da la oportunidad de encarnar primero, ya que
ellos proveen el anclaje y protección para toda la Raza-Raíz. De allí que la
primera Sub-Raza de una Raza-Raíz consista, en su mayoría, de individuos que
predominantemente expresan las cualidades de la Primera Esfera, sin embargo,
otros individuos que no son de la Primera Esfera son incluidos para lograr un
equilibrio adicional. Siguen los individuos predominantemente de la Segunda
Esfera, y así sucesivamente, hasta que hayan encarnado las siete Sub-Razas de
una Raza-Raíz en particular.
Como parte del proceso de selección, los individuos se alinean en grupos de
tres. Uno de cada grupo de tres es escogido; los otros dos permanecen para
futura consideración. En algún tiempo futuro, vuelven a alinearse en grupos de
tres.
4.- Originalmente, tres y medio millardos de corrientes de vida escogieron
encarnar en la Tierra. Esta cantidad aumentó dramáticamente después, cuando a
individuos de otros planetas se les permitió hacer de la Tierra su hogar.
Resumen
Todos los individuos que pretenden encarnar en la Tierra son divididos en siete
Razas-Raíces. A su vez cada Raza-Raíz consiste de siete Sub-Razas.
Un Rayo proyectado desde el Sol Central contiene las cualidades (o Virtudes
Divinas) de una Esfera.
La función de un Rayo es la de alimentar uno de los siete centros espirituales
(v.g. los chakras) del hombre. La duración de cada Rayo es de dos mil años, y
son siete los Rayos. Por tanto, el Plan Divino requirió la Ascensión de cada
miembro de una Raza-Raíz en un lapso de catorce mil años, y la Ascensión de
todas las siete Razas-Raíces en noventa y ocho mil años.
Todos sabemos que esto no ha pasado. Las condiciones en la Tierra después de la
“Caída del hombre” han estado lejos de ser perfectas, y millones de seres
humanos no han logrado ascender. Todavía hay miembros de la Cuarta Raza-Raíz
entre nosotros, quienes necesitan equilibrar su karma. Sin embargo, las
primeras tres Razas-Raíces y todas sus Sub-Razas encarnaron durante las dos
primeras Edades Doradas, y todos ellos alcanzaron la Ascensión en el lapso
asignado de catorce mil años cada una. Un Dictado afirmó que a la tercera
Raza-Raíz le tomó un poco más de tiempo alcanzar la Ascensión, pero la logró
exitosamente.
La suma de la interacción alternada de cada uno de los Siete Rayos sobre la
Tierra se denomina un “ciclo”. Por tanto, un ciclo dura catorce mil años.
Puede considerarse la Ascensión tan metódica como la operación de nuestro
actual motor de gasolina. Es resultado de una Aplicación consistente de la Ley
Cósmica. Los milagros no existen. Todo aquel que conozca la Ley, la aplique y
sea persistente en sus esfuerzos, obtendrá la manifestación que se merece. Esto
era ampliamente conocido por los millones de corrientes de vida que encarnaron
en la Tierra por primera vez. Durante el período llamado el “Jardín del Edén”,
todas las corrientes de vida lograron la Ascensión.
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