sábado, 30 de mayo de 2020

Brujas Ayer hoy y siempre


 


Durante muchos años la bruja era la única que se encargaba de la salud en los pequeños asentamientos. Es decir, curaba a sus convecinos y además solía ser la partera que los ayudaba a venir al mundo.


Sus conocimientos se trasmitían oralmente de madres a hijas, eran grandes conocedoras de la naturaleza, de lo que ésta podía ofrecerles. Esta situación se mantuvo más o menos igual cuando de pueblos y ciudades se trataba.

 

Los grandes mandatarios, como emperadores, reyes, papas, nobles, etcétera, tenían médicos pero la gran masa de la población seguía consultando a estás curanderas, a las que respetaban con una mezcla de temor, las llamaban como a las hadas buena mujer o bella dama, pero cuando las cosas se torcían y sus conjuros y pócimas no sanaban se las llamaba brujas.

 

Pero ya hace eones nos reconciliamos con ese nombre y lo rescatamos para la posteridad..

 

A estas brujas igual que las de ayer no, nos mueven solo una varita mágica, nos mueve el compromiso la naturaleza cercana, y sobre todo nos mueve el amor y la union entre nosotras.

 

Fuimos, somos y seremos, descubridoras y conocedoras de las hierbas medicinales y su transformación en bálsamos y productos medicinales.

 

La naturaleza nos hizo hechicera.

 

Y estamos más cerca de lo que la mayoría de la gente piensa, y somos más de las que nosotras mismas creemos.

 

Por eso, mis brujas, disfrutemos hoy como ayer de nuestra naturaleza...


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