domingo, 10 de mayo de 2020

Magia draconiana Parte 26


La Magia del Dragón de Fuego


Los rituales del Dragón de Fuego usualmente involucran energía, autoridad, sexo, curación, destrucción (de hábitos o enfermedades negativas), purificación, evolución y más. Su magia se practica muy a menudo cerca del hogar, o junto a fuegos encendidos en los claros del desierto, o al lado de la llama de una sola vela.


Ritual del Dragón de Fuego

Al trabajar con el dragón de fuego te puede ayudar a mejorar tus habilidades pero primero arrasará con aquello que te bloquea. Ten mucho cuidado al pedir al dragón de fuego, ya que a diferencia de otros dragones puede ser devastador y llevarte a tu límite.

Recurra a este tipo de Drago para la purificación personal en cualquier nivel, para obtener energía o valor, y para la resistencia necesaria para perseguir sus sueños y terminar proyectos importantes. También puedes usar su potente magia para ayudar a eliminar las barreras, pero una vez los dragones que están en camino, son muy difíciles de detener y pasarán por encima o sobre cualquier cosa o persona para lograr su objetivo. Si no tienes una buena relación de trabajo con estos Dragones y los empleas, pueden convertir tu hechizo en algo destructivo que “quemará” todos los obstáculos y dejará la ruina en su lugar.

 Ahora solo explico la parte central de un sencillo ritual: de petición al Dragón de Fuego para iniciarse en esta magia.

  • Colocar 3 carbones encendidos en un cuenco y prender una vela roja al lado. Escriba en un papel todo aquello que le preocupa (problemas, maleficios, etc.). Haga un bollo con él y arrójelo al fuego diciendo:                                                                                                                                                                                                                 “Dragón de Fuego, aliado de las salamandras, quema con tu aliento, todos mis males y problemas”.

  • Luego de la invocación, enfócate en el poder del Dragón, visualizando como un fuego de color dorado te envuelve por completo de escamas protectoras.

  • Finalizado está parte, solo cierra tus ojos y déjate llevar por las energías, deja que las visiones, sensaciones y demás experiencias fluyan de modo natural y sin forzar nada, anota luego todos tus resultados.
Las asociaciones positivas del Dragón de Fuego son: 


Mediodia, verano, daga, espada, velas, inciensario, sol. Cualquier fuego provechoso (fogata, chimenea, etc.). Sangre, entusiasmo, coraje, atrevimiento, voluntad, liderazgo, creatividad, inspiración, eficiencia, rapidez, optimismo, productividad, vitalidad, amor por la libertad, nobleza.

Las asociaciones negativas del Dragón de Fuego son:  


Odio, celos, miedo, ira, cólera, guerra, ego, egocentrismo, conflictos, relámpagos, rayos,  electricidad estática. Impulsividad, agresividad, impaciencia, egoísmo, dispersión, violencia, intolerancia, tiranía. Volcanes, Fuego dañino de cualquier tipo.


DRAGONES DORADOS: 

Energía Evolutiva. Dragones luminosos, de fuego transformador. Son dragones que propician cambios de carácter constructivo, desarrollan el poder personal y custodian el templo del dragón. Es el fuego de la vida y la luz. Uno de los maestros de la alquimia.

Cuando hablamos del color oro del Dragón Dorado, no nos referimos a los acres, sino al color metálico reflector característico del metal dorado. Este hermoso color tiene un brillo especial cuando aparece en el aura.

Este color esta presente en las energías guías y en los chakras. Su fuerza y naturaleza refulgente ofrecen protección y pureza, y sus altas vibraciones limpian y purifican. Las propiedades purificantes del oro se pueden utilizar en la visualización para limpiar los chakras y el aura.

Los rayos amarillos del Dragón Dorado son de lo más benéfico, pues poseen el poder de disipar el temor y la preocupación. Tienen un elemento tónico que es valioso en algunos trastornos nerviosos. Son estimulantes tanto para la salud como para la mente.


DRAGONES ROJOS: 

Energía Involutiva. Dragones del Caos. Son dragones que generan crisis, cambios y devastación. Son dragones de fuego oscuro , incluso rojo purpura. Es el señor de los truenos y relámpagos que generan el fuego destructor, pero también fertilizan a la Madre Tierra. Muestran miedos, sombras, lo oculto, el poder personal que radica en la voluntad. 

Además es uno de los maestros de la alquimia.

Cuando el color rojo predomina en el aura del dragón, denota una naturaleza fuerte y dominante, el tipo que solemos llamar “personalidad magnética”. Es el atractivo que identifican con Satanás, de ahí el color del diablo. Mientras más oscuro es el matiz de rojo en el aura del dragón rojo , menos favorables son los aspectos que presenta. EI carmesí indica una propensión a la sensualidad, las pasiones y los deseos más bajos, mientras que un escarlata subido señala lujuria. Un carmesí intenso mezclado con negro revela que se trata de un individuo de naturaleza sensual baja, cuya mente se halla bajo el dominio de las pasiones animales.

El dragón del caos rojo y el dragón dorado transformador trabajan juntos normalmente, primero aparece el dragón del caos y atrás el dragón transformador generando equilibrio.


RECUERDA: 

El Dragón está más allá del bien y del mal, de la noche y el día, de lo masculino y femenino, de más y menos. El Dragón surge mediante el encuentro de los opuestos. El Dragón es la polaridad entre más y menos.


LA BESTIA ROJA



El Gran Dragón Rojo y la Mujer revestida con el Sol de Wiliam Blake. 

Representa la lucha final de los dos titanes de caos y  de luz. La Madre Divina esta gestando la vida y la Bestia Roja espera que surja para destruirla

Las pinturas de El Gran Dragón Rojo son una serie de pinturas en acuarela realizadas por el poeta y pintor inglés William Blake entre 1805 y 1810.  Durante este período le fue encomendado crear cientos de pinturas con la intención de ilustrar los libros de la biblia. 

Estas pinturas representan ‘El Gran Dragón Rojo’ en varios acontecimientos del Apocalipsis.

Sobre la pintura de Blake  se muestra, según las teorías de Peirce, como un signo o representan que refiere al capítulo 12 del Apocalipsis, en el cual se presenta una de las luchas entre el bien y el mal, entre la mujer “vestida de sol” quien trae las esperanzas y el dragón rojo o Satanás, quien la amenaza.

Y se dejó ver otra «señal» en el cielo: allí estaba un gran dragón rojizo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanzó a la tierra.

Apocalipsis. 12:3-4, 

Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera.

Apocalipsis 12:3-4

El dragón es uno de las imágenes más utilizadas en la simbología de Blake, ya en su poema “Una imagen divina” podemos encontrar referencias al vínculo entre lo mitológico, la humanidad y lo divino, como señala:

“La crueldad tiene corazón humano
y la envidia humano rostro;
el terror reviste divina forma humana
y el secreto lleva ropas humanas.

Las ropas humanas son de hierro forjado,
la forma humana es fragua llameante
el rostro humano es caldera sellada
y el corazón humano, su gola hambrienta.”

El teólogo inglés William Law estableció un paralelismo entre el dragón y el diablo, asegurando que:

“No hay ningún dragón de fuego fuera o aparte de ti que te pueda hacer daño alguno. Es tu propio infierno, tu propio diablo, tu propia bestia, tu propio anticristo, tu propio dragón, que vive en la sangre de tu propio corazón, el que te puede lastimar y dañar. Muere a este yo, a esta naturaleza interna, y entonces habrás vencido a todos los enemigos exteriores. Vive para este yo, y entonces, cuando semejante vida egóica se exteriorice, todo lo que llevas dentro, así como todo lo que hay fuera de ti, no será otra cosa que un mero ver y sentir este infierno, esta serpiente, esta bestia y este dragón de fuego”.

La Bestia Roja está considerado como el Dragón Físico predominante. Es el primer rey dragón  primario y en la simbología antigua representa el cuerpo, la tierra y el infierno en conjunción. Por ello sufre el delirio de omnipotencia  Se trata de un dragón de vibración inferior que repre­senta el elemento animal, la experiencia de los sentidos, todas las casas físicas y el pensamiento materialista. Pero el dragón rojo también  es el símbolo de la vida, su presencia denota fortaleza y vitalidad.

Las personas con abundante rojo en su aura tienen fuertes predisposiciones físicas, asi como una mente dictadora y una voluntad poderosa. Generalmente poseen una perspectiva materialista de la vida y suelen manifestar una naturaleza muy ardiente y amorosa.

Desde Julio César, pasando por Cromwell, Robespierre, Napoleón, Mussolini, Franco, Stalin, Hitler, hasta llegar a nuestros días con Sadam Husein o Gadafi. Cada uno impuso su propio estilo y fue responsable de abusos y, en muchos casos, de atrocidades. ¿Tenían algo en común estos dictadores? Si,  La mente dictadora de la Bestia Roja. Por ejemplo,  Idi Amin, el feroz dictador de Uganda, se hizo nombrar “señor de todas las bestias de la tierra, de los peces del mar y rey de Escocia”, el país de dragones por antonomasia.  Puede que el cerebro reptil siempre ha estado ahí en todos nosotros, pero disimulado o reprimido por las normas sociales. Cuando asume el poder y descubre todo lo que puede hacer con una orden o una firma, la Bestia Roja se desata, porque no encuentra placer en realizar actos altruistas, sino solo ante la sumisión del resto de seres vivos que alimentan su codicia y su ego.   Toma conciencia de su capacidad para influir en la vida de los demás.

Si la persona no está preparada controlar a la Bestia Roja, entonces es sólo cuestión de tiempo para que el cerebro reptil se apodere de los resortes del mando. El resultado es la pérdida de contacto con la realidad: Lo ves solo. Aislado. Sin escuchar. Sin contacto con la gente. Agresivo. Cometiendo errores que nunca creíste pudiera cometer. Cada vez más rodeado por incondicionales que sólo dicen que sí

“para entender el origen del mal tienes que volver al principio Hannibal Lecter en “Dragón Rojo”




El Gran Dragón Rojo y la Mujer revestida en Sol. Esta imagen es similar a El Gran Dragón Rojo y la Mujer Revestida en Sol pero mostrada desde un punto de vista diferente.


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