Ritual para crear un amuleto de protección para el hogar.

Consideraciones generales del ritual para crear un amuleto de protección

Lo que debéis tener en cuenta es que este ritual tiene una protección aproximada de unos meses. Es por ello que debemos tener en cuenta la fecha en la que lo hacemos para volver a repetirlo cuando sea necesario.

Otro aspecto a tener en cuenta es que este ritual nos sirve para el hogar, pero también para la oficina o los diferentes sitios en los que pasemos más tiempo. El fin final es estar protegidos en cualquier sitio al que estemos.

Y, ahora que hemos hecho estas aclaraciones, es momento de hacer el ritual. Os mostramos los materiales a usar, así como los pasos a seguir

Materiales para el ritual para crear un amuleto de protección

•             Vuestro amuleto o lo que queráis usar como ello

•             Agua

•             Vaso

•             Vela blanca

•             Incienso con aroma (el que más os guste)

Y, ahora, es momento de ver los pasos para llevar a cabo este ritual.

Pasos para el ritual para crear un amuleto

Los pasos a seguir para este ritual son muy simples. De hecho, es un ritual simple en todos sus aspectos, por lo que todos podemos tener este amuleto en casa o donde queramos.

Lo primero que debemos hacer es poner la vela encima de la mesa. La prendemos y prendemos también el incienso que nos ayude a relajarnos y a concentrarnos. Una vez lo tengamos hecho, es momento de llenar el vaso con el agua.

Pasamos el vaso lleno de agua por encima de la vela y lo dejamos en la mesa. Luego, debemos coger el amuleto y aguantarlo encima de la vela para que se impregne con el humo que sale de ella. Mientras hacemos eso, debemos repetir las siguientes palabras:

Fuerzas del Universo, os pido que me ayudéis a crear este amuleto para la protección. 

Limpiadlo de las malas energías y haced que se llene de las energías positivas que tanto nos ayudan.

Cuando hayamos dicho estas palabras, debemos tomar el amuleto y depositarlo en el vaso con agua. Lo dejamos unos minutos mientras apagamos las velas y el incienso. Lo sacamos y lo secamos. Y, ya lo tenemos listo para ponerlo en el sitio en el que nos queramos sentir protegidos.