A este fruto se le atribuye la virtud
de absorber el dolor físico y de ser muy efectivo en personas aquejadas de
artritis, artrosis y dolencias parecidas.
Para sacar todo su provecho hay que rezar sobre el fruto y pedir la recuperación pronta de la persona aquejada añadiendo su nombre completo antes de dárselo.
Dicha persona deberá llevarlo
consigo en un bolsillo o en un bolso.
Para las personas que guarden cama, pueden colocarse tres o cuatro castañas en un cuenco y tras rezar una oración y decir su nombre, situarlas en la misma habitación.
Es preciso lavar las
castañas una vez al día con agua fría, preferiblemente de manantial.
Si alguna se agrietase, es señal de que el hechizo está funcionando y debe tirarse, sustituyéndola por otra.
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