miércoles, 4 de agosto de 2021

Taller de Metafísica LXXI

LA CREACIÓN

Parte I




Dios, el gran YO SOY, es el Creador, Dueño y Dador de toda Vida en el Universo. Sus poderes, habilidades y conciencia están allende de toda comprensión humana. 

Una galaxia consiste del Sol Central y varios sistemas planetarios. Cada sistema planetario consiste de un sol y varios planetas. 

Los focos de la Deidad de nuestra galaxia y sistema planetario son el Sol Central que está gobernado por Alfa y Omega y nuestro sol que está gobernado por Helios y Vesta. Los seres Alfa y Omega son la autoridad suprema que gobierna esta galaxia. Ellos administran la Ley Cósmica aplicable a esta galaxia, y dirigen las actividades del Sol Central. Ellos suministraron las chispas espirituales a Helios y Vesta, quienes son la autoridad para el sistema planetario del cual la Tierra es parte. A su vez, Helios y Vesta proveyeron el Cuerpo Electrónico de la Presencia “YO SOY” para cada individuo encarnado. 

Es la Naturaleza de Dios permitir a sus hijos la oportunidad de convertirse en co-creadores con Él. La mismísima Naturaleza de Dios, Luz, consiste en expandir la Perfección. Producto de Su Amor, Dios le dio Inteligencia Consciente a la Vida, de manera que el hombre y otras formas de vida pudieran compartir el júbilo de Su creación. A fin de realizar esta función, cada hombre fue dotado con el Cordón de Plata (1) de la “Presencia YO SOY”, y también con la Llama Triple (2) de Vida anclada en su corazón, dándole una conexión permanente con Dios.


CORDÓN DE PLATA


Es la corriente de Luz Electrónica que fluye desde el corazón del Cuerpo Electrónico, entrando cual río caudaloso por la parte superior de la cabeza del cuerpo físico, y anclándose en el centro del corazón, es la Luz, la Vida, la Sustancia, la Inteligencia y la Energía por medio de las cuales pensamos, nos movemos y tenemos ser en una forma física sobre este planeta. Esta corriente de Luz Electrónica está compuesta de millones y millones de diminutos , pequeños electrones, siendo cada uno un Ser Elemental inteligente y obediente, formado según un patrón definitivo, los cuales incluso cuentan con una carita dulce y emiten un agradable tono musical. (Los Maestros Ascendidos escriben el Libro de la Vida).

(2) La Llama Triple es el anclaje de Dios en tu corazón. La Llama Triple arde en tu corazón y se conecta directamente con tu Presencia YO SOY. Dicen los Maestros Ascendidos que esta Llama Triple encarna tres virtudes divinas: Poder, Sabiduría y Amor. Cada una de estas virtudes se manifiesta como una llama de fuego: el Poder como una Llama Azul, la Sabiduría como una Llama Dorada y el Amor como una Llama Rosa.

De allí que la razón de ser del hombre sea la de convertirse en co-creador con Dios ; la de atraer las Energías de Vida, tomar algunas de las ideas del Padre, plantarlas en su conciencia, moldearlas en formas y llevarlas a su manifestación en el plano físico, expandiendo, así las fronteras de la Conciencia Divina.

La creación en el plano físico es más difícil que la creación en los ámbitos de un nivel vibratorio superior. Por tanto, todos aquellos que escojan esta experiencia podrán hacer más al completar su estadía en el salón de clases de la Tierra. La meta es alcanzar la maestría sobre la Energía y la Vibración, para convertirse en seres más Divinos y lograr la ascensión. Si el hombre logra esta meta, estará en capacidad de realizar tareas superiores a ésta.



NUESTRA GALAXIA


Toda creación se ciñe a la Ley Cósmica y es un patrón general predeterminado con precisión. La selección natural no se da por casualidad o al azar como nos han llevado a creer algunos científicos. Cada componente de una galaxia evoluciona basándose en un Patrón de Vida, que es una sucesión de experiencias gobernadas por el libre albedrío.


Antecedentes


“Helios y Yo pertenecíamos a una galaxia mucho más grande que esta, en la que actualmente servimos. Éramos un Planeta, el número cuatro de esa galaxia, así como la Tierra es hoy número cuatro con relación al Sol.

Nuestra Galaxia era liderada por Un Gran Sol Central formado por dos poderosos Seres Cuyos nombres han salido hace mucho, mucho tiempo del lenguaje de vuestra Tierra, pero que se aproximan al sonido de ELOHAE y ELOHA, de los que se deducen los aspectos masculino y femenino de los Eloha.

Estos Grandes Dios y Diosa dieron a luz a doce poderosos Soles en un arco descendente de creación, y estos doce Soles, cuando descendían, a su vez dieron a luz, desde ellos mismos y en forma horizontal, a doce grandes Planetas. Nuestro sistema constaba del Gran Sol Central y sus doce Soles, cada Sol tenía doce Planetas a su alrededor, haciendo un total de ciento cincuenta y seis planetas incluyendo los doce Soles. El sistema al cual pertenece la Tierra (vuestro actual sistema) llegó desde el Sol Central de Alfa y Omega y tiene cuarenta y nueve planetas con siete Soles, cien menos que el sistema de Elohae y Eloha.

Permítanme repetir: Ustedes tenían el Sol Central desde el que Helios y Yo (Vesta) vinimos, y debajo de Él, doce Soles. El Cuarto Sol hacia abajo es al que Nosotros pertenecíamos: Alfa y Omega. Ese Sol, a su vez, envió doce planetas en una forma horizontal y Helios y Yo Misma éramos el Cuarto Planeta desde el Sol hacia afuera. Esto fue en la exhalación, los Soles descendieron y los Planetas expandieron – la exhalación de la Divinidad tan lejos como la creación de esta galaxia le concernía.

En la inspiración – que es el punto al que ustedes están llegando ahora en vuestra propia galaxia – los soles comenzaron a ascender, el número doce entró a la órbita del número once, éste a la órbita del número diez y así sucesivamente, ascendiendo también todos los planetas de este sistema.

¡Nosotros representábamos al cuarto Planeta en el Cuarto Sistema Solar y Alfa y Omega era nuestro Sol en aquel tiempo! Alfa y Omega eran el cuarto Sol en ese sistema, así como Helios y Yo somos el cuarto Sol en nuestro Actual Sistema Solar. ¡En ese tiempo todos los soles en nuestro sistema éramos TODOS PLANETAS!

¡Alfa y Omega eran nuestro Sol, el primer planeta fuera de ellos era Osiris e Isis, el segundo Apolo y Diana, el tercero era

Krishna y Sofía, el cuarto planeta éramos NOSOTROS MISMOS! El primer movimiento en la inspiración atrajo a Osiris dentro del corazón de Alfa y Omega, y cada planeta se movió un lugar más cerca del Sol, nosotros nos movimos hacia el tercer lugar en aquel sistema.

¡En el siguiente movimiento nos movimos al segundo lugar, luego al primero y finalmente fuimos absorbidos dentro de la Presencia de Alfa y Omega, que a su vez regresaron a la Gran Presencia de su Sol Central, Elohae y Eloha!  

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