lunes, 9 de diciembre de 2019

Propiedades mágicas y terapeuticas del ONIX




A pesar de tener la misma raíz etimológica y de que muchas veces se utiliza erróneamente, no debe confundirse este término con el de ónix, empleado para definir un tipo de mármol veteado y de distintas tonalidades, originario del centro de Europa.

El mineral que nos ocupa es un ágata listada, de la familia de las calcedonias, de colores muy variables, aunque generalmente con una base negra, marrón oscuro o verdosa, con estrías paralelas más claras, verdes, amarillas, doradas o blancas, usualmente muy estratificadas.

Su estructura es la de un silicato anhidro, de estructura cristalina ortorrómbica, extremadamente dura, lo que le confiere un brillo vitreo muy agradable.

Origen y proyección histórica: Existen dudas sobre si el término ónice proviene del hebro schoam (uña), o del griego lapus onyx (literalmente, piedra-uña), pero las leyendas helénicas atribuyen su origen a que "...Eros había roto con una de sus flechas una uña de Afrodita mientras dormía y la había arrojado al agua; pero como ni siquiera el más mínimo fragmento del cuerpo de un inmortal puede morir, las Parcas la transformaron en piedra y así continuó viviendo, creciendo y reproduciéndose..."

Lo cierto es que en la antigüedad el ónice era muy apreciado, pero con el correr del tiempo su fama sufrió una dicotomía notable: los romanos fabricaban con él prendedores, sellos y pendientes grabados con los signos del Zodíaco, usándolos como talismanes, mientras que en la Edad Media, tal vez por la influencia árabe, el ónice se convirtió en un pregonero de la desgracia, la pobreza y la mala suerte.

Finalmente, fue rehabilitado en la Inglaterra del siglo XV, donde se utilizaba como un amuleto contra los terrores nocturnos y los malos espíritus.

Las opiniones sobre las virtudes y propiedades del ónice estuvieron siempre muy polarizadas: mientras que la tradición positiva la ve como la piedra por excelencia para combatir la melancolía, extinguir las pasiones funestas, combatir los malos sueños y las alucinaciones e infundir pensamientos elevados, para Alejandro Magno, el ónice "...puede causar dolor y vértigo, despertar terrores nocturnos fantasías horribles y sembrar la discordia entre amigos y familiares. Llevado junto al cuerpo, provoca pesadez, tristeza, pesadillas, abortos y partos prematuros...".

Mandeville, en cambio, opta por un ambiguo término medio: "..es cierto que el ónix atrae a los espíritus y los demonios, pero a cambio otorga el valor necesario para enfrentarlos..."

Nombre popular: Ónix, onique.

Energía:Proyectiva.

Planetas:Marte, Saturno.

Elemento:Fuego.

Deidad:Marte.

Piedra asociada:Diamante.

Poderes:Protección, magia defensiva, reducción de los deseos sexuales.

Tradición mágico-ritual: En tiempos pasados, se creía que el ónice era la manifestación de un demonio aprisionado en la piedra.

Este demonio despertaba de noche y sembraba terror y pesadillas en aquellas personas dentro del alcance de su influencia.

También se pensaba que este demonio provocaba discordia entre los amantes (aunque observe más abajo la razón por la que podría haber "discordia", en caso de usar mal la piedra).

Usos mágicos: Es una piedra de protección que se usa cuando se enfrentan adversarios en batallas o conflictos de todo tipo, o cuando se camina de prisa por una calle oscura a medianoche.

En la magia ceremonial clásica, se grababa en ónice la imagen de la cabeza del dios Marte o una figura del héroe Hércules y se usaba para el coraje.

El ónice se usa como protección y como defensa contra la negatividad consciente dirigida hacia nosotros.

Mientras que "ataque psíquico" y el "maleficio" son poco comunes y muchas veces sólo existen en la mente de la "víctima", llevar a cabo rituales de defensa puede resultar psicológicamente purificador.

Un conjuro para la defensa: coloque un espejo cuadrado en su altar.

Ponga una vela púrpura delante de él, de tal manera que la llama se refleje en el espejo.

Cargue nueve ónices con energía reflexiva o defensiva.

Coloque un trozo de ónice a unos 7 cm a la derecha de la vela.

Luego ponga ocho piedras más en un semicírculo alrededor de la vela, trabajando de derecha a izquierda, hasta que la vela esté rodeada a medias, pero no haya ninguno frente al espejo.

Encienda la vela y visualice que el ónice recolecta la negatividad y la envía hacia la llama de la vela.

Luego vea la llama que actúa como lente, concentrando la negatividad y enviándola hacia el espejo.

El espejo es una puerta hacia el plano espiritual.

La energía negativa es enviada, a través de él, de regreso a su origen.

La protección está otorgada.

El ónice se ha usado para reducir los impulsos sexuales.

Esto es peligroso, pues el alivio sexual es una parte natural de la vida.

Reprimirlo puede dar como resultado enfermedades mentales, físicas, actitudes antisociales, desilusiones religiosas y hasta tendencias asesinas.

Los impulsos sexuales naturales existen para sentir placer, para experimentar la unión con otros humanos y con lo divino, y para continuar con la vida humana.

Suprimirlos conduce al odio, al aislamiento y a una disminución del respeto por todas las formas de vida.

Sin embargo, en estos tiempos de contacto sexual arriesgado, quizás el ónice pueda usarse para ayudar a refrenar los impulsos sexuales incontrolables.

El sexo, en especial cuando se lleva a cabo con parejas nuevas (amores de una noche), puede provocar una adicción psicológica.

Esto puede llevar a descuidar asuntos no sexuales, a sufrir disfunciones sexuales (impotencia o frigidez) y enfermedades.

Si el deseo incontrolable es un problema, recuéstese totalmente vestido.

Sostenga un trozo de ónice a uno 5 cm de su ingle.

Déjese bombardear por sus vibraciones calmantes y espirituales.

Visualícese deseando menos sexo, recordando que lo que importa es la calidad, no la cantidad.

Hágalo durante unos minutos todos los días, pero no más de una semana.

Espere una semana antes de repetir este ritual.

El ónice también puede usarse para calmar el deseo sexual cuando no existe la posibilidad de hacerlo con su pareja, por ejemplo, durante largas separaciones físicas, enfermedades o la última etapa del embarazo.
Aunque la autoestimulación (masturbación) puede y debe ser un alivio natural y satisfactorio, muchos de nosotros necesitamos el intercambio de energía con otra persona para sentirnos sexualmente satisfechos.
La educación de la sociedad también nos ha inculcado la falsa noción de que la masturbación es sucia, antinatural y causa de enfermedades.
Si este es el caso, y usted no tiene acceso a las relaciones sexuales, despierte su propia sexualidad, o en el caso contrario, cargue un trozo de ónice y sosténgalo a unos centímetros de su ingle, visualizando la disminución de su deseo sexual.
Cuando su pareja esté nuevamente con usted, estimule su deseo sexual con un diamante o una cornalina, para disfrutar por completo del contacto.
Estas dos técnicas pueden resultar peligrosas.
No deben llevarse a cabo, sin antes pensarlo cuidadosamente.
Nunca continúe usando el ónice para reprimir su deseo sexual durante más de un mes o dos.
Después reabra el centro sexual.
Sin embargo, no deje que esto lo ahuyente del ónice.
Cuando se carga con propósitos protectores, por ejemplo, afecta el centro sexual de maneras diferentes.
El sexo está vinculado con la supervivencia de nuestra especie.
De modo que "protege" la vida. Llevar puesto un ónice o utilizarlo en rituales de protección canaliza la energía sexual dentro de la piedra y desde allí crea la protección.
Una alternativa segura aunque costosa para los rituales mencionados requiere tener un diamante (sin importar el tamaño) montado en ónice.

Cuando el diamante (que es sexualmente excitante) está rodeado por el ónice, que inhibe la sexualidad, simboliza el control sobre nuestra naturaleza sexual.

El poder simbólico de esta piedra varía de acuerdo con su color.

El ónice negro, por ejemplo (la variedad más frecuente) figura dentro del grupo de las piedras maléficas, pues la energía que desprende es negativa.

No se lo debe utilizar como amuleto, ya que produce pesadillas y atrae influjos negativos que tienden a generar depresión en quien lo lleva.

El ónice de tonalidades rosadas, por el contrario, simboliza la seducción ante el sexo opuesto, y una mujer que lo lleve verá aumentado su poder de atracción entre los hombres.

Antiguamente, se lo aplicaba a la mordedura producida por un animal salvaje, pues se aseguraba que poseía el don de evitar que la herida se infectara.
También se lo empleaba como antídoto en las picaduras de víboras venenosas.

Se le atribuye la capacidad talismánica de ahuyentar la melancolía y la visión negativa de la vida, propiciando la paz interior.

Es una de las piedras que formaban el pectoral hebreo, puesto que antiguamente se lo consideraba símbolo de castidad, pero actualmente se lo utiliza para ejercer una mayor atracción hacia la persona que se desea conquistar.

Su valor curativo lo hace eficaz contra todo tipo de dolores fuertes y procesos infecciosos.
Es muy recomendable para los nativos de capricornio.

Acción Psíquica: Su rango energético es muy útil para los casos donde es urgente un depuración de la esfera mental.

Dolores de cabeza de origen somático o por exceso de toxinas en el torrente sanguíneo.

Temor a padecer enfermedades incurables. Agitación, impacienda con estados de ansiedad.

Se recomienda este remedio a personalidades indefinidas y desconcertantes: hoy dicen una cosa y mañana hacen otra totalmente opuesta.

Su conducta suele mostrar matices muy disímiles, pues ante una misma circunstanda, que se repite, nunca actúan dos veces de igual forma.

Hoy se entusiasman y arrastran con su actitud a quienes les creen, pero éstos últimos verán en muy poco tiempo cómo cambia el entusiasmo e interés de la persona en quien creyeron.

Acción Emotiva: Su ánimo y sus emociones no escapan al esquema general de su personalidad, que marca altibajos tan llamativos y notorios que, si no se corrigen a tiempo, terminan siendo personas aisladas de los demás.

Debilitamiento de las facultades intelectuales.

Se tornan olvidadizos; tienen la mente confusa al despertar, pesadez física e intelectual por la mañana.

Acción Energética: Actúa sobre los vehículos energéticos mentales y emotivos, liberando de sobrecargas electromagnéticas y nivelando el microvoltaje celular en el plano físico.

Estimula en casos de agotamiento físico-energético y postradón nerviosa.

Su efecto es la separación.

Este es un pequeño resumen de las propiedades tanto energéticas y mágicas del Onix u Onice; espero que toda esta información sirva para que la puedan aplicar en la aplicación de sus rituales, hechizos y tratamientos de gemoterapia.

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