viernes, 13 de diciembre de 2019

NIÑOS Y ADULTOS INDIGO Y CRISTAL





1) ¿Por qué suele hablarse de los Niños Indigo, cuando hay adultos que también lo son?


Los estudios acerca de este fenómeno son recientes, comenzaron a partir de los 80, por las constatación de que existían muchos niños con características similares. Se les denomina índigo porque su aura contiene una gran cantidad de color azul índigo, el color de la intuición y la espiritualidad. Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a nacer índigos, aumentó su número en los años 70 y se hizo un fenómeno más masivo en los años 80.

Los términos “Índigo” y “Cristal” les fueron dados a estas generaciones porque describen de manera muy precisa los colores de sus auras.


2) ¿Cuáles son las características distintivas de un Indigo Adulto?


Es una persona muy sensible, inteligente y creativa, disfruta haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante la estupidez, puede tener problemas con el enojo y la ira. Se siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta adaptarse, es modelo para otros. Se resiste ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solo.

Ha tenido experiencias psíquicas, como premoniciones, ver ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Busca el significado de su vida y comprensión del mundo a través de religión o espiritualidad, grupos y libros de autoayuda. 

Siente un ardiente deseo de hacer algo para cambiar y mejorar el mundo, pero puede tener problemas para identificar su camino. Tiene problemas con los sistemas que considera ineficientes, como por ejemplo: político, educativo, médico y legal. Si encuentra el equilibrio, pueden convertirse en un individuo muy fuerte, sano y feliz.



3) ¿El paso de los años hace que se pierdan algunas de estas características?


En general las características se mantienen toda la vida, sin embargo las condiciones paranormales, se van perdiendo por efectos de una educación muy racional o porque la persona teme ser incomprendida o malinterpretada.


4) ¿Cómo actuar siendo índigo en un mundo que aún no sabe mucho del tema?


Las personas índigo no actúan, son como son y su tarea es aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria.


5) ¿Cómo se pueden potenciar estas características?


Desde pequeños se les debe escuchar, valorar y respetar, nunca forzarlos a hacer cosas que no quieren , se deben negociar las normas,  ponerlos en colegios donde se les permita desarrollar su individualidad,  facilitarles libros de acuerdo a su área de interés, darles alimentos y bebidas naturales.


6) ¿Cómo son en la infancia los Indigo?


Tienen una clara conciencia de sí mismos, son muy perceptivos e intuitivos, traen una sabiduría innata, desarrollan el pensamiento abstracto desde pequeños, son dotados y/o talentosos, soñadores y visionarios. Creativos, aprenden de manera reflexiva y no repetitiva cosas diferentes, pero cuando tienen suficientes conocimientos, los dejan por aburrimiento. 

No comulgan con el sistema escolar actual, son rebeldes a las normas y estructuras, tiene dificultades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones.

Poseen una gran sensibilidad por la Naturaleza, y mucha conexión de tipo espiritual, se les tiende a diagnosticar como niños con síndrome de déficit atencional con y sin hiperactividad, les desagrada la mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, no hacen lo que no quieren hacer, son hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o perciben una realidad que otros no ven.


7) ¿Los medicamentos qué provocan en este tipo de personas?


Como tienen organismos sensibles, los medicamentos de todo tipo pueden provocar reacciones alérgicas y acentuados efectos secundarios, los psicofármacos como el ritalín, los aturden y atontan, haciendo que  pierdan su maravillosa sensibilidad, sus dones espirituales y su energía guerrera. En cambio responden excelentemente a las terapias energéticas, a los remedios naturales, la homeopatía y les hacen muy bien los alimentos naturales, sin aditivos químicos, colorantes y azúcares. Se benefician del contacto con la naturaleza y prácticas como el yoga, tai chi y les encanta el reiki.



8) Se dice que los Indigos tienen una sensibilidad que les permite percibir cosas que otros no pueden, ¿es efectivo?



Efectivamente al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, soñar o saber cosas que ocurrirán en el futuro, adivinar el pensamiento, tienen amigos imaginarios, ver elementales, ángeles, seres desencarnados, etc.



9) Qué hay de los Cristal, ¿hay adultos que tengan esas características?



Sí los hay, pero aún son pocos ya que este tipo de personas empezaron a nacer más masivamente a partir de los años 90, tienen auras cambiantes con tonos pastel multicolores, de pequeños se les confundía con autistas, porque eligen hablar tardíamente, ya que se comunican en forma más telepática con sus seres queridos.

Los cristal son pacificadores, sanadores, artistas, músicos, compositores, escritores y guías espirituales, están ayudando a recuperar nuestro poder y nuestro espacio para el corazón, a perdonar, a ejercer la tolerancia y la aceptación incondicional. Nos están enseñando a respetarnos a nosotros mismos y a nuestro planeta, a ver la belleza, la maravilla y la alegría de toda la creación.


10) ¿Cómo diferenciar a un Indigo de un Niño Cristal?


Se parecen mucho en sus habilidades, pero son diferentes en su temperamento. Los índigo son más guerreros y su misión es destruir las viejas estructuras que sustentan este mundo, cuando están en desequilibrio, les cuesta controlar la rabia, son más hiperactivos, rebeldes y peleadores.

Los cristal son seres calmos, amorosos y compasivos, que viene a entregar amor a la tierra. En comparación con el índigo, el niño cristal es más sutil, un pacifista, conciliador, que sabe entender, perdonar, su misión es armonizar y dar amor. Cuando están en desequilibrio se muestran hipersensibles, les afectan mucho los problemas de sus cercanos, son más llorones y tienden a deprimirse.

Siguiendo la línea de los niños índigo, los niños cristal tienen una energía vibratoria diferente y un objetivo universal distinto; estos últimos son preparadores y detonantes, mientras que los niños cristal vienen a establecer una nueva realidad a nivel mundial.

Los niños cristal fueron identificados por Steve Rother en el año 2002. Ellos buscan el equilibrio entre lo intuitivo y lo racional para encontrar la armonía. La frecuencia cristal viene dada por el chacra Anahatha, el chacra de las emociones, y es el que les permite desarrollar el don de la empatía.

Tanto los índigo como los niños cristal nacen durante esta época de grandes problemas sociales y avances tecnológicos. Los científicos en este campo afirman que tienen una estructura cerebral diferente, especialmente en lo que se refiere al uso de sus dos hemisferios cerebrales, de manera simultánea y más profunda.


Cómo saber si mi hijo es un niño cristal


Es importante reconocer las características del niño cristal. Entre ellas encontramos:

             Tienen habilidad para percibir el temor a su alrededor.

             Suelen amplificar y proyectar su propio temor en el entorno.

             Tratan de evitar el miedo en cualquiera de sus formas.

             Suelen ser discretos, sumisos y de bajo perfil.

             En general, son positivos y serenos.

             Tratan de evitar el conflicto y la confrontación.

             Suelen hablar poco pero cuando lo hacen, son profundos en sus ideas.

             Tienen una habilidad psíquica especial y una gran capacidad afectiva.

             Les gusta pasar mucho tiempo solos.


Los niños cristal y los niños índigo son muy creativos, y vienen a este mundo a cambiar las estructuras mentales que tenemos los seres humanos. Es un concepto esotérico y metafísico que explica la evolución del ser humano.



La energía Índigo



Muchos seres que hoy están en la tierra tienen esta energía.

Es una energía fuerte, dirigida, penetrante, capaz, innovadora, revolucionaria, iniciadora, evolutiva. Es una energía que abre y quiebra, e inicia lo nuevo.

Se manifiesta muchas veces como rebeldía e insatisfacción ante lo preestablecido. Impulsa a cuestionar las normas que carecen de sentido, a romper viejas estructuras como las familiares, culturales, religiosas, educativas, etc.



La energía Índigo en jóvenes y adultos



Los seres que se ven impulsados por esta energía no pueden adaptarse a modelos establecidos y sufren cuando se los quiere encasillar en alguno. Se resisten, desobedecen y se niegan a tener que adaptarse a un modelo que no responde a sus ideales o carece de sentido.

Estos seres quieren diferenciarse, luchan por no ser iguales a todos.

Están despiertos, muchos conscientemente, es decir saben lo que quieren, a dónde quieren ir y qué quieren lograr. Aceptan las elecciones de los demás aunque no estén de acuerdo con ellas, pero continúan firmes en su propósito.

Otros, están despiertos también, pero no son conscientes de la energía que traen. Saben más lo que no quieren que lo que quieren, y por esta razón muchas veces desperdician su energía e ímpetu queriendo romper aquello que rechazan, queriendo imponer sus ideas, cambiar a los demás o a los lugares en donde se encuentran. Desaprovechan su energía y potencial intentando cambiar la vida de los otros forzadamente. Resumidamente: estos seres saben lo que no quieren pero no logran saber lo que quieren, entonces su energía está dispersa o mal encauzada. Muchas veces esto se manifiesta en enojo o deseo de destruir.

No saben sobre qué bases construir porque aún no logran detenerse y sentir hacia dónde los guía esta energía.



Los niños Índigo, o la energía Índigo de los niños



Un niño con esta energía exigirá a sus educadores, maestros o padres, no ser visto como uno más del montón. Deseará tener el espacio y TIEMPO para pensar por sí mismo lo que se le ofrece como aprendizaje, y si no lo encuentra es muy factible que pierda el interés por aprender, mostrándose desinteresado o desatando esta fuerza hacia la destrucción del espacio que no le permite sacar armoniosamente lo que necesita.

Para comprender a estos niños hay que reflexionar en lo siguiente: los adultos cargamos con la moral, la cultura y las reglas de conducta. Estas son un filtro o un freno de las fuerzas que nos empujan a hacer y decir. Si un adulto se encuentra en un lugar que no le agrada, hay tres opciones. Una: se retira; dos, emite su opinión lo más respetuosamente posible. Tres: hace silencio y acepta el lugar tal cual es. Todas estas formas tienen que ver con códigos de comportamiento social, códigos que, por supuesto a falta de auto-conciencia, muchas veces necesitamos. Bien, el niño que tiene esta energía no acepta códigos impuestos de afuera, e incluso muchas veces encuentra placer en romperlos. 

Estos niños aceptan los códigos solo si los comprenden y tienen sentido.

Entonces, si no está el tiempo y el espacio para procesar lo que debo aprender, “aquí no tengo nada que hacer” piensa el niño, y busca la manera de salir de esta situación. Qué formas encontrará, dependerán de qué tan grotesco y chocante sea el espacio en el cual se encuentre, de qué posibilidad de diálogo haya en dicho lugar y de qué educación haya recibido en su hogar.

Resumiendo, estos niños necesitan tiempo y espacio para procesar lo aprendido, y si esto no está, las consecuencias se harán ver.

Otra característica es que estos niños exigirán tener la posibilidad de experimentar y COMPROBAR esta verdad que se les está presentando tan abstractamente.

Ellos aprenden por participación, desean ser autores o coautores de la vida que viven. 

Como educadores debemos encontrar esta fórmula en la educación, y un punto que podrá ayudarnos cuando resulta difícil llevar a la práctica un conocimiento, es que luego de cualquier actividad ofrecida siempre haya una instancia de reflexión grupal. Una instancia de participación.

Estos niños cuentan con un alto grado de energía, y si en general llevan una vida sedentaria o de poco movimiento corporal, a menudo esta energía supera sus cuerpos; los niños parecen desbordarse, se tornan sobreactivos, ansiosos, impulsivos, con una inconformidad constante que fácilmente se desvía hacia la rebeldía o agresividad.

Los niños con energía Índigo no aceptan órdenes impuestas, y cuando se encuentran ante personas autoritarias se muestran desinteresados y cuestionadores. No aceptan un “No porque no”.

Quien quiera llegar verdaderamente al alma de estos niños, deberá ganarse ese privilegio. 

No es un simple conquistar su amor, ni calmarlo fácilmente. Deberán escucharlos, verlos, comprenderlos sinceramente. Deberán sentir genuino interés por ellos.

Estos niños piden un reconocimiento de alma a alma. No se trata de una táctica donde se busque ganarse al niño para que no cause problemas. Hay que cambiar el sentir de no conocer al niño y hacer un gran esfuerzo para llegar a él, por sentir que ya se ha estado con este niño y se ha pactado en algún lugar este encuentro. Es reconocerlo. Es como si el adulto volviera a ver al niño nuevamente. Ahora solo hay que recordar cómo era esta relación, vivir el amor que los unía.

Mucho de lo nuevo aparecerá cuando reconozcamos que a este niño ya lo conocemos, que es más que un niño y que yo soy más que su padre, docente o terapeuta. Una vez que se haga consciente esto, la relación se transformará y llegaremos al niño desde un nuevo lugar. Se abrirá la intuición y con ella nuevos canales por donde llegarán ideas, formas, palabras que harán más profunda y verdadera la relación con el niño.

Estos niños no querrán ser tomados como chiquillos que nada entienden y que nada saben, querrán una relación simétrica, donde todos se respeten desde el lugar en donde están.

Muchas veces se los trata como desinteresados, vagos o sin motivación; nada más alejado que esto. Son niños que tienen un fuerte y vivo deseo de aprender. Quieren conocer el mundo, lo aman, el amor les quema adentro. Quieren saber qué pueden hacer en él y cómo pueden transformarlo. Pero cuando el aprendizaje se hace monótono, un simple repetir teorías y fórmulas, estos niños no encuentran cómo canalizar su amor e interés, y es necesario descargar el fuego afuera.

Si logran unir la experiencia con el aprendizaje, serán niños inteligentes, y cuando digo inteligentes me refiero a que serán rápidos en captar lo importante, y profundamente interesados.

Pero como adultos dedicados a la educación, ¿sabemos lo que es importante? ¿Nos hemos preguntado para qué se aprende cada cosa o qué es lo que verdaderamente importa aprender en cada momento?

Nuevamente volvemos a los adultos. Hay que despertar el discernimiento y rescatar qué quiero despertar en el niño.

Estos pequeños seres quieren nuevas formas de aprender, y este es el mayor problema que tienen en la escuela. La escuela con su viejo sistema no les despierta el sentir, solo apela al frío pensar. Para el niño hay un abismo entre este modo de aprendizaje y lo que él puede llegar a dar.

Quieren adultos creativos, valientes, capaces de renovar sistemas.

No hace falta cambiar la escuela toda, o todos los sistemas de creencias familiares. 

Olvídese de la frase que respalda su comodidad o que lo hace sentir impotente: “No hay lugar para nuevas ideas en esta sociedad”, “la directora de esta escuela no acepta nuevos emprendimientos”, “los padres me lo cuestionarán”, “tengo miedo de perder el control de mi hijo” o “qué dirán de mí mis familiares, pensarán que he perdido la razón”. No se trata de perder la razón, se trata de unir la razón y el corazón, pues de esta manera seremos siempre coherentes, cuidadosos y conscientes.

Usted, de la puerta para adentro de su hogar, de su grado, de su espacio personal, puede ser un ser vivo y dinámico. ¡Que corra fuego por sus venas! ¡Que haya pasión, que arda su corazón, y que ese fuego construya lo nuevo!

Salga a la vida a conquistarla, no a entregar su individualidad, su cualidad como hombre único. No lo haga con usted, no lo haga con el niño.



La energía Cristal



Así como la energía Índigo es una energía fuerte, dirigida, penetrante y revolucionaria, la energía Cristal es flexible, sensible, redondeada, por lo cual no confronta y choca, sino que busca la forma más empática de llegar al afuera. No se impone, sino que intenta participar, guiar y aportar a través de la comprensión y el ejemplo.

Es una energía que no desea romper sino transformar.



La energía Cristal en jóvenes y adultos



Los seres portadores de esta energía no tienen una mirada crítica del afuera sino una mirada reflexiva, y por esto muchas veces son silenciosos y parecen pasivos. Pero en realidad hay que saber que pese al silencio y a la aparente pasividad, dentro de ellos el mundo está sucediendo activamente. Solamente que, repito, esta energía jamás podría imponerse sobre otros, y por eso a menudo les es difícil encontrar la manera de exteriorizar su mundo, aunque desde ya, es importante que encuentren la forma de hacerlo.


Los seres que portan esta energía suelen mantener una amplia conexión espiritual, aunque muchos no la demuestran.

También traen recuerdos muy vivos de planos superiores; algunos son conscientes de ello, y otros  sin darse cuenta lo viven como anhelos que los hacen soñadores e idealistas “sin los pies en la tierra”.

A veces se sienten solos, porque no encuentran la pareja, los amigos o familiares con quien compartir lo que traen.

Puede que muchas veces sean tomados como personas indefensas y de baja autoestima. Pero sí saben quienes son, y saben defenderse, pero no como lo hace la mayoría. No pueden pelearse, y menos físicamente, no tienen esa energía. Saben internamente, consciente o inconscientemente, que al lastimar a otros se lastiman a ellos mismos.

A menudo estos seres tienen la sensación de ser “de otro planeta”, sienten que el mundo físico es un gran desafío, y esto puede ocasionarles miedos o dificultades en encontrar un espacio donde sentirse “en casa”. Esto sucede mucho con los jóvenes de hoy, aunque la edad no es un marco para esta sensación; muchos incluso la pueden sentir en la adultez.

En los jóvenes esta dificultad se ve muchas veces en el momento de ingresar a un trabajo o iniciar una carrera universitaria, que lejos están de contemplar este mundo interno que llevan. Incluso pueden tener dificultades cuando el afuera, no comprendiendo su modo de ser, se impone y pretende obligarlos a insertarse en algún plano que ellos no desean.

Saben lo que quieren, pero muchas veces se sienten tan sensibles que prefieren no luchar contra la fuerte corriente del mundo. Otros en cambio, aquellos que han logrado creer en sí mismos, mantienen su fortaleza en el espíritu, y desde este nuevo y poderoso lugar, el mundo no se les puede negar, se abre a sus indicaciones e intenciones. 



Los niños Cristal, o la energía Cristal de los niños



Imagine a este niño en una escuela convencional: 30 o más niños en un aula. Con compañeros que, por diferentes razones, manifiestan mucha agresividad y se llevan toda la atención del maestro. Un maestro que, aun imaginándolo con las mejores intenciones, pero con 30 o más niños y un cuarto de ellos con problemas de conducta, por más buena predisposición que tenga estará desbordado. Y aquellos niños calladitos, que nunca causan un conflicto, son una bendición para este maestro. Pero, que estén calladitos no significa que no necesiten nada. Muchas veces sencillamente significa que no han encontrado la forma de hacerse un lugar, no han encontrado la forma de hacerse escuchar, y se han resignado.

Un niño con esta energía jamás podrá ganarse un lugar a la fuerza, ni llamar la atención gritando o de forma agresiva. Su lugar se lo hace en silencio, solo que esta humanidad acostumbrada a escuchar el problema más urgente y ensordecedor se encarga de lo más sobresaliente en este aspecto, y lo sutil queda olvidado.

Los niños con energía Cristal a menudo son aquellos que, en los grupos de la escuela o grupos extra escolares, pareciera que no están, que no quieren o no se animan a participar en las actividades o los juegos grupales.

Parecen no tener interés, o en realidad no se puede saber si están o no interesados. Pero hay que saber que aprenden mucho observando. No es que no juegan, juegan adentro. No es que no se interesen, están vivamente concentrados. No es que no participen, participan internamente de forma activa.

Repiten adentro todo lo que ven. Esto no significa que esto sea lo ideal, significa que es una forma que muchas veces encuentran cuando les cuesta abrirse su propio espacio afuera, debido que el afuera tiene códigos muy distintos a los que ellos tienen y necesitan.

Muchas veces también tienen una mirada supra sensible. Esto se debe a que muchos niños con estas características tienen sensibilidad a planos no físicos o astrales. Hablo de planos donde reside el mundo espiritual, y donde también están nuestras emociones, pensamientos, ideas. Desde esta conexión muchos captan los pensamientos, emociones y vibración de personas o lugares.

Por eso son niños que aman intensamente o rechazan intensamente. Muchas veces las palabras para ellos están de más, porque innatamente se guían por lo que perciben. Algo que para los adultos parece capricho, e insisten a los niños diciéndoles: “Pero ¿por qué no quieres quedarte en este lugar?” o “¿Por qué rechazas a tal persona?”. La respuesta es: están percibiendo algo que nosotros no.

También sucede que tienen una relación muy estrecha con personas que tal vez han visto muy poco, o tienen gran predilección hacia alguna persona en particular. Esto puede deberse a que encuentran en estas personas algo que resuena con ellos, un parecido, una afinidad energética o álmica, que no puede describirse con palabras.

El extremo de esta percepción es cuando además de sentir, los niños ven. Por ejemplo, muchos niños ven el aura de las personas, y lo describen como colores alrededor de los cuerpos o de las cabezas.

O ven incluso seres desencarnados que están en otros planos sin haberse ido aún. Muchos niños sufren o bloquean esta capacidad cuando no logran controlarla, y cuando los padres, sin poder tomarlo con tranquilidad, se asustan y asustan al niño.

Otra característica de estos niños es que tienen un especial amor al mundo, a los humanos, y hasta incluso los admiran y obedecen sin reclamos. Por eso en general no tienen problemas con los límites, es más, muchas veces son demasiado obedientes. Bien les vendría imponer su sentir en algún momento, y generar fortaleza defendiendo sus ideas. Por lo tanto hay que tener cuidado con la manera en la que nos expresamos ante estos niños, ya que están tan atentos a lo que afuera sucede, que cualquier palabra de un referente es absorbida, sea positiva o negativa. Es decir, contribuya a potenciar sus capacidades o las disminuya.

En la escuela, lamentablemente, pueden sufrir maltratos y burlas de niños con otra energía, pero con ayuda de un maestro consciente se puede trabajar para generar una cohesión grupal y un amor hacia la diversidad.

También sucede que si en esta aula hay algún niño Índigo con su energía bien encauzada, es muy posible que le surja defender y hacer respetar a este niño.

Los seres con energía Cristal son un complemento para la energía Índigo. Cuando los Índigos abren caminos, los seres Cristal ponen las semillas que darán el fruto de lo nuevo. 

Cada uno cumple con su propósito.



DÉFICIT ATENCIONAL O NIÑOS ÍNDIGO



Continuando con el tema de síndrome de déficit atencional ahora veremos la visión de Lee Carroll y Jan Tober, que se han dedicado a estudiar este tema dada la importancia que ha cobrado el mismo y bajo la hipótesis de que esto que la medicina ortodoxa TDA (transtorno de déficit atencional ), no es mas que la aparición de niños distintos, podríamos decir “niños de la nueva era”.

La denominación de niños índigos, el relacionarlos con un color no es tan extravagante como podríamos pensar, la psicología conductual asocia características de la personalidad con colores, así el rojo tendrá determinadas características por ejemplo será muy apasionado, tendrá mucha vitalidad, el azul corresponderá a las personas mas mentales, etc.

La denominación de niños índigo se le atribuye a Nancy Ann Tappe, quien se dedica a mirar el color vital de las personas, sobre este tema ha desarrollado varias investigaciones en la Universidad de san Diego. Dice la Sra. Tappe, que desde hace varios años ella ha comenzado a observar un tipo de niños distintos, estaba segura que aparecerían personas con colores vitales nuevos, y este color fue el índigo, de allí la denominación para estos niños.

Hay mucha controversia en relación a los llamados niños índigos puesto que existen grupos que suponen que estos niños traen nuevas estructuras mentales destinadas a romper los esquemas sociales actuales y que su misión es abrir caminos para la nueva generación de seres humanos llamados seres de cristal, esto se basa en que el orden parte del caos es decir caos para terminar la estructura (niños indigo) y nuevo orden (niños cristal).Por otro lado están los grupos que se apoyan en el método científico quienes expresan su preocupación por atribuirles características especiales a niños con trastornos de comportamiento y advierten el riesgo de que al no ser tratados estos niños se convertiran en adultos problemas.

Mirando desde una perspectiva y otra es necesario reconocer que estamos frente a una generación de niños distintos y que por lo demás está en aumento ya que en pocos años el porcentaje a pasado de un 5% a un 30%. Tampoco existe certeza en relación a las causas, inmadurez cerebral, hemisferios cerebrales menos comunicados, causas genéticas, ambientales, alimenticias, etc. Mientras no tengamos mejor certeza sobre que esta pasando con nuestros niños es importante practicar los siguientes puntos:

-Hay que tratar a estos niños con respeto.

-Hay que ayudarles a encontrar su propia disciplina.

-Hay que darles distintas opciones.

-No hay que subestimarles.

-Es recomendable explicarles por qué se le dan determinadas instrucciones, y confrontarlas con ellos.

-Es importante hacerles participar de su educación.

-La medicación no debe se la primera y única alternativa.

-Hay que inspirarles seguridad y apoyo siempre.

-Hay que dejarles elegir sus intereses, y dejarles dedicarse a lo que ellos decidan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario