1) ¿Por qué suele hablarse de los Niños Indigo, cuando hay
adultos que también lo son?
Los estudios acerca de este fenómeno son recientes,
comenzaron a partir de los 80, por las constatación de que existían muchos
niños con características similares. Se les denomina índigo porque su aura
contiene una gran cantidad de color azul índigo, el color de la intuición y la
espiritualidad. Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a nacer índigos,
aumentó su número en los años 70 y se hizo un fenómeno más masivo en los años
80.
Los términos “Índigo” y “Cristal” les fueron dados a estas
generaciones porque describen de manera muy precisa los colores de sus auras.
2) ¿Cuáles son las características distintivas de un Indigo
Adulto?
Es una persona muy sensible, inteligente y creativa,
disfruta haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también
intolerancia ante la estupidez, puede tener problemas con el enojo y la ira. Se
siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta adaptarse, es modelo para
otros. Se resiste ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere
esfuerzos cooperativos, posiciones de liderazgo o trabajar solo.
Ha tenido experiencias psíquicas, como premoniciones, ver
ángeles o fantasmas, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Busca el
significado de su vida y comprensión del mundo a través de religión o
espiritualidad, grupos y libros de autoayuda.
Siente un ardiente deseo de hacer
algo para cambiar y mejorar el mundo, pero puede tener problemas para
identificar su camino. Tiene problemas con los sistemas que considera
ineficientes, como por ejemplo: político, educativo, médico y legal. Si
encuentra el equilibrio, pueden convertirse en un individuo muy fuerte, sano y
feliz.
3) ¿El paso de los años hace que se pierdan algunas de estas
características?
En general las características se mantienen toda la vida,
sin embargo las condiciones paranormales, se van perdiendo por efectos de una
educación muy racional o porque la persona teme ser incomprendida o
malinterpretada.
4) ¿Cómo actuar siendo índigo en un mundo que aún no sabe
mucho del tema?
Las personas índigo no actúan, son como son y su tarea es
aceptarse, valorizarse y encontrar su particular misión en la vida, haciendo
uso de todos los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para
ser un real aporte a la evolución planetaria.
5) ¿Cómo se pueden potenciar estas características?
Desde pequeños se les debe escuchar, valorar y respetar,
nunca forzarlos a hacer cosas que no quieren , se deben negociar las
normas, ponerlos en colegios donde se
les permita desarrollar su individualidad,
facilitarles libros de acuerdo a su área de interés, darles alimentos y
bebidas naturales.
6) ¿Cómo son en la infancia los Indigo?
Tienen una clara conciencia de sí mismos, son muy
perceptivos e intuitivos, traen una sabiduría innata, desarrollan el
pensamiento abstracto desde pequeños, son dotados y/o talentosos, soñadores y
visionarios. Creativos, aprenden de manera reflexiva y no repetitiva cosas
diferentes, pero cuando tienen suficientes conocimientos, los dejan por
aburrimiento.
No comulgan con el sistema escolar actual, son rebeldes a las
normas y estructuras, tiene dificultades con la disciplina y la autoridad, no
responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones.
Poseen una gran sensibilidad por la Naturaleza, y mucha
conexión de tipo espiritual, se les tiende a diagnosticar como niños con
síndrome de déficit atencional con y sin hiperactividad, les desagrada la
mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, no hacen lo
que no quieren hacer, son hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se
conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o perciben una realidad
que otros no ven.
7) ¿Los medicamentos qué provocan en este tipo de personas?
Como tienen organismos sensibles, los medicamentos de todo
tipo pueden provocar reacciones alérgicas y acentuados efectos secundarios, los
psicofármacos como el ritalín, los aturden y atontan, haciendo que pierdan su maravillosa sensibilidad, sus
dones espirituales y su energía guerrera. En cambio responden excelentemente a
las terapias energéticas, a los remedios naturales, la homeopatía y les hacen
muy bien los alimentos naturales, sin aditivos químicos, colorantes y azúcares.
Se benefician del contacto con la naturaleza y prácticas como el yoga, tai chi
y les encanta el reiki.
8) Se dice que los Indigos tienen una sensibilidad que les
permite percibir cosas que otros no pueden, ¿es efectivo?
Efectivamente al poder conectar con otras dimensiones,
pueden ver el aura, soñar o saber cosas que ocurrirán en el futuro, adivinar el
pensamiento, tienen amigos imaginarios, ver elementales, ángeles, seres
desencarnados, etc.
9) Qué hay de los Cristal, ¿hay adultos que tengan esas características?
Sí los hay, pero aún son pocos ya que este tipo de personas
empezaron a nacer más masivamente a partir de los años 90, tienen auras
cambiantes con tonos pastel multicolores, de pequeños se les confundía con
autistas, porque eligen hablar tardíamente, ya que se comunican en forma más
telepática con sus seres queridos.
Los cristal son pacificadores, sanadores, artistas, músicos,
compositores, escritores y guías espirituales, están ayudando a recuperar
nuestro poder y nuestro espacio para el corazón, a perdonar, a ejercer la
tolerancia y la aceptación incondicional. Nos están enseñando a respetarnos a
nosotros mismos y a nuestro planeta, a ver la belleza, la maravilla y la
alegría de toda la creación.
10) ¿Cómo diferenciar a un Indigo de un Niño Cristal?
Se parecen mucho en sus habilidades, pero son diferentes en
su temperamento. Los índigo son más guerreros y su misión es destruir las
viejas estructuras que sustentan este mundo, cuando están en desequilibrio, les
cuesta controlar la rabia, son más hiperactivos, rebeldes y peleadores.
Los cristal son seres calmos, amorosos y compasivos, que
viene a entregar amor a la tierra. En comparación con el índigo, el niño
cristal es más sutil, un pacifista, conciliador, que sabe entender, perdonar,
su misión es armonizar y dar amor. Cuando están en desequilibrio se muestran
hipersensibles, les afectan mucho los problemas de sus cercanos, son más
llorones y tienden a deprimirse.
Siguiendo la línea de los niños índigo, los niños cristal
tienen una energía vibratoria diferente y un objetivo universal distinto; estos
últimos son preparadores y detonantes, mientras que los niños cristal vienen a
establecer una nueva realidad a nivel mundial.
Los niños cristal fueron identificados por Steve Rother en
el año 2002. Ellos buscan el equilibrio entre lo intuitivo y lo racional para
encontrar la armonía. La frecuencia cristal viene dada por el chacra Anahatha,
el chacra de las emociones, y es el que les permite desarrollar el don de la
empatía.
Tanto los índigo como los niños cristal nacen durante esta
época de grandes problemas sociales y avances tecnológicos. Los científicos en
este campo afirman que tienen una estructura cerebral diferente, especialmente
en lo que se refiere al uso de sus dos hemisferios cerebrales, de manera
simultánea y más profunda.
Cómo saber si mi hijo es un niño cristal
Es importante reconocer las características del niño
cristal. Entre ellas encontramos:
• Tienen
habilidad para percibir el temor a su alrededor.
• Suelen
amplificar y proyectar su propio temor en el entorno.
• Tratan de
evitar el miedo en cualquiera de sus formas.
• Suelen
ser discretos, sumisos y de bajo perfil.
• En
general, son positivos y serenos.
• Tratan de
evitar el conflicto y la confrontación.
• Suelen
hablar poco pero cuando lo hacen, son profundos en sus ideas.
• Tienen
una habilidad psíquica especial y una gran capacidad afectiva.
• Les gusta
pasar mucho tiempo solos.
Los niños cristal y los niños índigo son muy creativos, y
vienen a este mundo a cambiar las estructuras mentales que tenemos los seres
humanos. Es un concepto esotérico y metafísico que explica la evolución del ser
humano.
La energía Índigo
Muchos seres que hoy están en la tierra tienen esta energía.
Es una energía fuerte, dirigida, penetrante, capaz, innovadora,
revolucionaria, iniciadora, evolutiva. Es una energía que abre y quiebra, e
inicia lo nuevo.
Se manifiesta muchas veces como rebeldía e insatisfacción
ante lo preestablecido. Impulsa a cuestionar las normas que carecen de sentido,
a romper viejas estructuras como las familiares, culturales, religiosas,
educativas, etc.
La energía Índigo en jóvenes y adultos
Los seres que se ven impulsados por esta energía no pueden
adaptarse a modelos establecidos y sufren cuando se los quiere encasillar en
alguno. Se resisten, desobedecen y se niegan a tener que adaptarse a un modelo
que no responde a sus ideales o carece de sentido.
Estos seres quieren diferenciarse, luchan por no ser iguales
a todos.
Están despiertos, muchos conscientemente, es decir saben lo
que quieren, a dónde quieren ir y qué quieren lograr. Aceptan las elecciones de
los demás aunque no estén de acuerdo con ellas, pero continúan firmes en su
propósito.
Otros, están despiertos también, pero no son conscientes de
la energía que traen. Saben más lo que no quieren que lo que quieren, y por
esta razón muchas veces desperdician su energía e ímpetu queriendo romper
aquello que rechazan, queriendo imponer sus ideas, cambiar a los demás o a los
lugares en donde se encuentran. Desaprovechan su energía y potencial intentando
cambiar la vida de los otros forzadamente. Resumidamente: estos seres saben lo
que no quieren pero no logran saber lo que quieren, entonces su energía está
dispersa o mal encauzada. Muchas veces esto se manifiesta en enojo o deseo de
destruir.
No saben sobre qué bases construir porque aún no logran
detenerse y sentir hacia dónde los guía esta energía.
Los niños Índigo, o la energía Índigo de los niños
Un niño con esta energía exigirá a sus educadores, maestros
o padres, no ser visto como uno más del montón. Deseará tener el espacio y
TIEMPO para pensar por sí mismo lo que se le ofrece como aprendizaje, y si no
lo encuentra es muy factible que pierda el interés por aprender, mostrándose
desinteresado o desatando esta fuerza hacia la destrucción del espacio que no
le permite sacar armoniosamente lo que necesita.
Para comprender a estos niños hay que reflexionar en lo
siguiente: los adultos cargamos con la moral, la cultura y las reglas de
conducta. Estas son un filtro o un freno de las fuerzas que nos empujan a hacer
y decir. Si un adulto se encuentra en un lugar que no le agrada, hay tres
opciones. Una: se retira; dos, emite su opinión lo más respetuosamente posible.
Tres: hace silencio y acepta el lugar tal cual es. Todas estas formas tienen
que ver con códigos de comportamiento social, códigos que, por supuesto a falta
de auto-conciencia, muchas veces necesitamos. Bien, el niño que tiene esta
energía no acepta códigos impuestos de afuera, e incluso muchas veces encuentra
placer en romperlos.
Estos niños aceptan los códigos solo si los comprenden y
tienen sentido.
Entonces, si no está el tiempo y el espacio para procesar lo
que debo aprender, “aquí no tengo nada que hacer” piensa el niño, y busca la
manera de salir de esta situación. Qué formas encontrará, dependerán de qué tan
grotesco y chocante sea el espacio en el cual se encuentre, de qué posibilidad
de diálogo haya en dicho lugar y de qué educación haya recibido en su hogar.
Resumiendo, estos niños necesitan tiempo y espacio para
procesar lo aprendido, y si esto no está, las consecuencias se harán ver.
Otra característica es que estos niños exigirán tener la
posibilidad de experimentar y COMPROBAR esta verdad que se les está presentando
tan abstractamente.
Ellos aprenden por participación, desean ser autores o
coautores de la vida que viven.
Como educadores debemos encontrar esta fórmula
en la educación, y un punto que podrá ayudarnos cuando resulta difícil llevar a
la práctica un conocimiento, es que luego de cualquier actividad ofrecida
siempre haya una instancia de reflexión grupal. Una instancia de participación.
Estos niños cuentan con un alto grado de energía, y si en
general llevan una vida sedentaria o de poco movimiento corporal, a menudo esta
energía supera sus cuerpos; los niños parecen desbordarse, se tornan
sobreactivos, ansiosos, impulsivos, con una inconformidad constante que
fácilmente se desvía hacia la rebeldía o agresividad.
Los niños con energía Índigo no aceptan órdenes impuestas, y
cuando se encuentran ante personas autoritarias se muestran desinteresados y
cuestionadores. No aceptan un “No porque no”.
Quien quiera llegar verdaderamente al alma de estos niños,
deberá ganarse ese privilegio.
No es un simple conquistar su amor, ni calmarlo
fácilmente. Deberán escucharlos, verlos, comprenderlos sinceramente. Deberán
sentir genuino interés por ellos.
Estos niños piden un reconocimiento de alma a alma. No se
trata de una táctica donde se busque ganarse al niño para que no cause
problemas. Hay que cambiar el sentir de no conocer al niño y hacer un gran
esfuerzo para llegar a él, por sentir que ya se ha estado con este niño y se ha
pactado en algún lugar este encuentro. Es reconocerlo. Es como si el adulto
volviera a ver al niño nuevamente. Ahora solo hay que recordar cómo era esta
relación, vivir el amor que los unía.
Mucho de lo nuevo aparecerá cuando reconozcamos que a este
niño ya lo conocemos, que es más que un niño y que yo soy más que su padre,
docente o terapeuta. Una vez que se haga consciente esto, la relación se
transformará y llegaremos al niño desde un nuevo lugar. Se abrirá la intuición
y con ella nuevos canales por donde llegarán ideas, formas, palabras que harán
más profunda y verdadera la relación con el niño.
Estos niños no querrán ser tomados como chiquillos que nada
entienden y que nada saben, querrán una relación simétrica, donde todos se
respeten desde el lugar en donde están.
Muchas veces se los trata como desinteresados, vagos o sin
motivación; nada más alejado que esto. Son niños que tienen un fuerte y vivo
deseo de aprender. Quieren conocer el mundo, lo aman, el amor les quema
adentro. Quieren saber qué pueden hacer en él y cómo pueden transformarlo. Pero
cuando el aprendizaje se hace monótono, un simple repetir teorías y fórmulas, estos
niños no encuentran cómo canalizar su amor e interés, y es necesario descargar
el fuego afuera.
Si logran unir la experiencia con el aprendizaje, serán
niños inteligentes, y cuando digo inteligentes me refiero a que serán rápidos
en captar lo importante, y profundamente interesados.
Pero como adultos dedicados a la educación, ¿sabemos lo que
es importante? ¿Nos hemos preguntado para qué se aprende cada cosa o qué es lo
que verdaderamente importa aprender en cada momento?
Nuevamente volvemos a los adultos. Hay que despertar el
discernimiento y rescatar qué quiero despertar en el niño.
Estos pequeños seres quieren nuevas formas de aprender, y
este es el mayor problema que tienen en la escuela. La escuela con su viejo
sistema no les despierta el sentir, solo apela al frío pensar. Para el niño hay
un abismo entre este modo de aprendizaje y lo que él puede llegar a dar.
Quieren adultos creativos, valientes, capaces de renovar
sistemas.
No hace falta cambiar la escuela toda, o todos los sistemas
de creencias familiares.
Olvídese de la frase que respalda su comodidad o que
lo hace sentir impotente: “No hay lugar para nuevas ideas en esta sociedad”,
“la directora de esta escuela no acepta nuevos emprendimientos”, “los padres me
lo cuestionarán”, “tengo miedo de perder el control de mi hijo” o “qué dirán de
mí mis familiares, pensarán que he perdido la razón”. No se trata de perder la
razón, se trata de unir la razón y el corazón, pues de esta manera seremos
siempre coherentes, cuidadosos y conscientes.
Usted, de la puerta para adentro de su hogar, de su grado,
de su espacio personal, puede ser un ser vivo y dinámico. ¡Que corra fuego por
sus venas! ¡Que haya pasión, que arda su corazón, y que ese fuego construya lo
nuevo!
Salga a la vida a conquistarla, no a entregar su
individualidad, su cualidad como hombre único. No lo haga con usted, no lo haga
con el niño.
La energía Cristal
Así como la energía Índigo es una energía fuerte, dirigida,
penetrante y revolucionaria, la energía Cristal es flexible, sensible, redondeada,
por lo cual no confronta y choca, sino que busca la forma más empática de
llegar al afuera. No se impone, sino que intenta participar, guiar y aportar a
través de la comprensión y el ejemplo.
Es una energía que no desea romper sino transformar.
La energía Cristal en jóvenes y adultos
Los seres portadores de esta energía no tienen una mirada
crítica del afuera sino una mirada reflexiva, y por esto muchas veces son
silenciosos y parecen pasivos. Pero en realidad hay que saber que pese al
silencio y a la aparente pasividad, dentro de ellos el mundo está sucediendo
activamente. Solamente que, repito, esta energía jamás podría imponerse sobre
otros, y por eso a menudo les es difícil encontrar la manera de exteriorizar su
mundo, aunque desde ya, es importante que encuentren la forma de hacerlo.
Los seres que portan
esta energía suelen mantener una amplia conexión espiritual, aunque muchos no
la demuestran.
También traen recuerdos muy vivos de planos superiores;
algunos son conscientes de ello, y otros
sin darse cuenta lo viven como anhelos que los hacen soñadores e
idealistas “sin los pies en la tierra”.
A veces se sienten solos, porque no encuentran la pareja,
los amigos o familiares con quien compartir lo que traen.
Puede que muchas veces sean tomados como personas indefensas
y de baja autoestima. Pero sí saben quienes son, y saben defenderse, pero no
como lo hace la mayoría. No pueden pelearse, y menos físicamente, no tienen esa
energía. Saben internamente, consciente o inconscientemente, que al lastimar a
otros se lastiman a ellos mismos.
A menudo estos seres tienen la sensación de ser “de otro
planeta”, sienten que el mundo físico es un gran desafío, y esto puede
ocasionarles miedos o dificultades en encontrar un espacio donde sentirse “en
casa”. Esto sucede mucho con los jóvenes de hoy, aunque la edad no es un marco
para esta sensación; muchos incluso la pueden sentir en la adultez.
En los jóvenes esta dificultad se ve muchas veces en el
momento de ingresar a un trabajo o iniciar una carrera universitaria, que lejos
están de contemplar este mundo interno que llevan. Incluso pueden tener
dificultades cuando el afuera, no comprendiendo su modo de ser, se impone y
pretende obligarlos a insertarse en algún plano que ellos no desean.
Saben lo que quieren, pero muchas veces se sienten tan
sensibles que prefieren no luchar contra la fuerte corriente del mundo. Otros
en cambio, aquellos que han logrado creer en sí mismos, mantienen su fortaleza
en el espíritu, y desde este nuevo y poderoso lugar, el mundo no se les puede
negar, se abre a sus indicaciones e intenciones.
Los niños Cristal, o la energía Cristal de los niños
Imagine a este niño en una escuela convencional: 30 o más
niños en un aula. Con compañeros que, por diferentes razones, manifiestan mucha
agresividad y se llevan toda la atención del maestro. Un maestro que, aun
imaginándolo con las mejores intenciones, pero con 30 o más niños y un cuarto
de ellos con problemas de conducta, por más buena predisposición que tenga
estará desbordado. Y aquellos niños calladitos, que nunca causan un conflicto,
son una bendición para este maestro. Pero, que estén calladitos no significa
que no necesiten nada. Muchas veces sencillamente significa que no han
encontrado la forma de hacerse un lugar, no han encontrado la forma de hacerse
escuchar, y se han resignado.
Un niño con esta energía jamás podrá ganarse un lugar a la
fuerza, ni llamar la atención gritando o de forma agresiva. Su lugar se lo hace
en silencio, solo que esta humanidad acostumbrada a escuchar el problema más
urgente y ensordecedor se encarga de lo más sobresaliente en este aspecto, y lo
sutil queda olvidado.
Los niños con energía Cristal a menudo son aquellos que, en
los grupos de la escuela o grupos extra escolares, pareciera que no están, que
no quieren o no se animan a participar en las actividades o los juegos
grupales.
Parecen no tener interés, o en realidad no se puede saber si
están o no interesados. Pero hay que saber que aprenden mucho observando. No es
que no juegan, juegan adentro. No es que no se interesen, están vivamente
concentrados. No es que no participen, participan internamente de forma activa.
Repiten adentro todo lo que ven. Esto no significa que esto
sea lo ideal, significa que es una forma que muchas veces encuentran cuando les
cuesta abrirse su propio espacio afuera, debido que el afuera tiene códigos muy
distintos a los que ellos tienen y necesitan.
Muchas veces también tienen una mirada supra sensible. Esto
se debe a que muchos niños con estas características tienen sensibilidad a
planos no físicos o astrales. Hablo de planos donde reside el mundo espiritual,
y donde también están nuestras emociones, pensamientos, ideas. Desde esta
conexión muchos captan los pensamientos, emociones y vibración de personas o
lugares.
Por eso son niños que aman intensamente o rechazan
intensamente. Muchas veces las palabras para ellos están de más, porque
innatamente se guían por lo que perciben. Algo que para los adultos parece
capricho, e insisten a los niños diciéndoles: “Pero ¿por qué no quieres
quedarte en este lugar?” o “¿Por qué rechazas a tal persona?”. La respuesta es:
están percibiendo algo que nosotros no.
También sucede que tienen una relación muy estrecha con
personas que tal vez han visto muy poco, o tienen gran predilección hacia alguna
persona en particular. Esto puede deberse a que encuentran en estas personas
algo que resuena con ellos, un parecido, una afinidad energética o álmica, que
no puede describirse con palabras.
El extremo de esta percepción es cuando además de sentir, los
niños ven. Por ejemplo, muchos niños ven el aura de las personas, y lo
describen como colores alrededor de los cuerpos o de las cabezas.
O ven incluso seres desencarnados que están en otros planos
sin haberse ido aún. Muchos niños sufren o bloquean esta capacidad cuando no
logran controlarla, y cuando los padres, sin poder tomarlo con tranquilidad, se
asustan y asustan al niño.
Otra característica de estos niños es que tienen un especial
amor al mundo, a los humanos, y hasta incluso los admiran y obedecen sin
reclamos. Por eso en general no tienen problemas con los límites, es más,
muchas veces son demasiado obedientes. Bien les vendría imponer su sentir en
algún momento, y generar fortaleza defendiendo sus ideas. Por lo tanto hay que
tener cuidado con la manera en la que nos expresamos ante estos niños, ya que
están tan atentos a lo que afuera sucede, que cualquier palabra de un referente
es absorbida, sea positiva o negativa. Es decir, contribuya a potenciar sus
capacidades o las disminuya.
En la escuela, lamentablemente, pueden sufrir maltratos y
burlas de niños con otra energía, pero con ayuda de un maestro consciente se
puede trabajar para generar una cohesión grupal y un amor hacia la diversidad.
También sucede que si en esta aula hay algún niño Índigo con
su energía bien encauzada, es muy posible que le surja defender y hacer
respetar a este niño.
Los seres con energía Cristal son un complemento para la
energía Índigo. Cuando los Índigos abren caminos, los seres Cristal ponen las
semillas que darán el fruto de lo nuevo.
Cada uno cumple con su propósito.
DÉFICIT ATENCIONAL O NIÑOS ÍNDIGO
Continuando con el tema de síndrome de déficit atencional
ahora veremos la visión de Lee Carroll y Jan Tober, que se han dedicado a
estudiar este tema dada la importancia que ha cobrado el mismo y bajo la
hipótesis de que esto que la medicina ortodoxa TDA (transtorno de déficit
atencional ), no es mas que la aparición de niños distintos, podríamos decir
“niños de la nueva era”.
La denominación de niños índigos, el relacionarlos con un
color no es tan extravagante como podríamos pensar, la psicología conductual
asocia características de la personalidad con colores, así el rojo tendrá
determinadas características por ejemplo será muy apasionado, tendrá mucha vitalidad,
el azul corresponderá a las personas mas mentales, etc.
La denominación de niños índigo se le atribuye a Nancy Ann
Tappe, quien se dedica a mirar el color vital de las personas, sobre este tema
ha desarrollado varias investigaciones en la Universidad de san Diego. Dice la
Sra. Tappe, que desde hace varios años ella ha comenzado a observar un tipo de
niños distintos, estaba segura que aparecerían personas con colores vitales
nuevos, y este color fue el índigo, de allí la denominación para estos niños.
Hay mucha controversia en relación a los llamados niños
índigos puesto que existen grupos que suponen que estos niños traen nuevas
estructuras mentales destinadas a romper los esquemas sociales actuales y que
su misión es abrir caminos para la nueva generación de seres humanos llamados
seres de cristal, esto se basa en que el orden parte del caos es decir caos
para terminar la estructura (niños indigo) y nuevo orden (niños cristal).Por otro lado están
los grupos que se apoyan en el método científico quienes expresan su
preocupación por atribuirles características especiales a niños con trastornos
de comportamiento y advierten el riesgo de que al no ser tratados estos niños
se convertiran en adultos problemas.
Mirando desde una perspectiva y otra es necesario reconocer
que estamos frente a una generación de niños distintos y que por lo demás está
en aumento ya que en pocos años el porcentaje a pasado de un 5% a un 30%.
Tampoco existe certeza en relación a las causas, inmadurez cerebral,
hemisferios cerebrales menos comunicados, causas genéticas, ambientales,
alimenticias, etc. Mientras no tengamos mejor certeza sobre que esta pasando con nuestros niños es
importante practicar los siguientes puntos:
-Hay que tratar a estos niños con respeto.
-Hay que ayudarles a encontrar su propia disciplina.
-Hay que darles distintas opciones.
-No hay que subestimarles.
-Es recomendable explicarles por qué se le dan determinadas
instrucciones, y confrontarlas con ellos.
-Es importante hacerles participar de su educación.
-La medicación no debe se la primera y única alternativa.
-Hay que inspirarles seguridad y apoyo siempre.
-Hay que dejarles elegir sus intereses, y dejarles dedicarse
a lo que ellos decidan.
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