En un principio es un dios celeste; es el dios real más
antiguo que tuvo forma de halcón. La doctrina antigua decía que tenía por ojos
al sol y a la luna, por ojos al sol y a la luna, pero los sacerdotes de
Heliópolis adjudicaron el sol a Ra, quedando el ojo de Horus como la luna. En
los Textos de las Pirámides se le identifica con el cielo oriental, mientras
que Thot lo es con el occidental; así pues, es el señor de la montaña por donde
el sol se asoma cada mañana. Inicialmente era hijo de Hathor, pero este papel
fue posteriormente adoptado por Isis. Cuando el culto de Osiris adquirió
importancia, Horus se convirtió en hijo de Osiris; se identifica con el rey
vivo y el rey muerto pasa a ser Osiris. Osiris, Isis y Horus fueron la tríada más
importante de dioses. En el Libro de los Muertos Horus, bajo su forma de
Haroeris, tiene cuatro hijos (Amset, Hapy, Duamutef y Kebehsenuf) que son sus
potencias de manifestación y que ayudan al Faraón a ascender al cielo.
En la mitología egipcia, cuando Horus llegó a la mayoría de
edad, se dispuso a luchar contra Seth para recuperar el trono de su padre;
estos hechos son recogidos en varios textos que cada vez más van complicándose;
algunos de ellos son cuentos que tienden a mostrar la rivalidad existente entre
Osiris y Ra; otros provienen de libros funerarios o himnos, pero siempre
presentan una versión incompleta de la leyenda; así, Horus perdió el ojo
izquierdo (la luna) en su batalla contra Seth, y éste perdió los testículos;
Horus recuperó su ojo y se lo ofreció como talismán a su padre Osiris para
devolverle la vista. También Horus perdió sus manos, cortadas por Isis a causa
de Seth; una vez recuperadas, estas se conservaron en Hieracómpolis, ciudad que
le fue otorgada por Ra, en la que recibió como asociados a sus hijos Duamutef y
Kebehsenuf. En el juicio de Heliópolis se reconoce el derecho de Horus a
suceder a Osiris; según la leyenda menfita, gracias a Geb, Horus y Seth se
pusieron de acuerdo sobre su reino; Seth se quedó como dios del Alto Egipto y
Horus del Bajo Egipto. Posteriormente Horus se quedó con todo Egipto, mientras
que Seth se quedó como dios del desierto y de los pueblos extranjeros. Así se
representa el combate entre la fertilidad del Nilo (Osiris) y la aridez del
desierto (Seth). Tras suceder a su padre, dejó el gobierno a los reyes míticos,
a los que la tradición denomina “Shemsu-Horus” o seguidores de Horus. También
desempeña un papel primordial como dios sanador, ya que no tiene nada que temer
de los animales peligrosos. Es dios titular del mes de Paini. Su nombre se
asoció a los planetas Júpiter y Saturno bajo las denominaciones de Hor-up-shet
y Hor-p-ka.
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