Defensa potente
El objetivo de este trabajo no es ocasionar daño rencoroso,
sino devolver la energía destructiva a su origen; pero en la dosis justa y
necesaria para que el veneno se transforme en medicina; es decir, para que
quien la emitió aprenda la lección.
● Proceda así:
Confeccione un muñequito de tela violeta.
Se cortan dos siluetas humanas iguales y se las cose enfrentadas por el borde,
dejando la cabeza abierta, por donde se colocará el relleno (alpiste o
algodón).
Se cose todo.
Escriba, al frente y al dorso, el nombre de la persona que puede estar enviándole vibraciones dañinas.
espolvoree con pimienta el muñeco.
Átele un cordón largo al cuello y cuélgueselo sobre su pecho.
Sosteniendo una estampa de San Jorge en una mano y
un espejito en la otra, coloque el espejo justo enfrente del muñeco y diga con firmeza: “
Caíste en tu propia trampa, ahora has de probar de tu veneno en la dosis justa y
necesaria; lo enviado retorna a ti en medicina, así aprenderás a conducirte y harás el
bien sin mirar a quién.
Tome la soga y revolee el muñeco por el aire, haciendo tres círculos hacia izquierda y derecha.
Luego, cuélguelo de un árbol lejos de su casa.
Abandónelo allí, o entiérrelo.
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