viernes, 26 de junio de 2020

Protecciones Parte VI

Defensa potente

 

El objetivo de este trabajo no es ocasionar daño rencoroso, sino devolver la energía destructiva a su origen; pero en la dosis justa y necesaria para que el veneno se transforme en medicina; es decir, para que quien la emitió aprenda la lección.

 

● Proceda así: 


Confeccione un muñequito de tela violeta. 

Se cortan dos siluetas humanas iguales y se las cose enfrentadas por el borde, 

dejando la cabeza abierta, por donde se colocará el relleno (alpiste o algodón).

Se cose todo. 

Escriba, al frente y al dorso, el nombre de la persona que puede estar enviándole vibraciones dañinas.

 Úntese las manos con unas gotitas de aceite, y

 espolvoree con pimienta el muñeco.

 Átele un cordón largo al  cuello y cuélgueselo sobre su pecho. 

Sosteniendo una estampa de San Jorge en una mano y 

un espejito en la otra, coloque el espejo justo enfrente del muñeco y diga con firmeza: “

Caíste en tu propia trampa, ahora has de probar de tu veneno en la dosis justa y 

necesaria; lo enviado retorna a ti en medicina, así aprenderás a conducirte y harás el 

bien sin mirar a quién.

 Así sea”.

Tome la soga y revolee el muñeco por el aire, haciendo tres círculos hacia izquierda y derecha. 

Luego, cuélguelo de un árbol lejos de su casa. 

Abandónelo allí, o entiérrelo.

 


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